Autor: CAROLINA SILVA
Gert Weil se puso una prótesis de tobillo para superar una cojera permanente a los 61 años
Ert Weil suelta una risotada cada vez que le preguntan por el número de cirugías que acumula a sus 6l años. El ex atleta olímpico chileno, que dominó el lanzamiento de bala en Sudamérica entre 1979 y 1996, confirma que son varias, pero no ha perdido la cuenta. “Tres en el tobillo derecho, una en cada rodilla, en la cadera izquierda me puse una prótesis y tuve una cirugía del hombro derecho. Pero son puras operaciones de hardware, como yo les llamo, de articulaciones, no tengo nada interno, por suerte”, dice el campeón panamericano. Este miércoles, a Weil le instalaron una prótesis en el tobillo derecho. Empezó a evaluar esta opción hace dos años. Ya le costaba mucho hacer su rutina diaria. “Cada vez que me tocaba apoyar el pie sentía dolor. Era una cojera permanente. En la cirugía me tuvieron que alargar el tendón de Aquiles que se me había retrotraído por la cojera y por no poder flectar el pie. Me había limitado muchísimo. TeGert Weil se operó con el doctor Cristián Ortiz en la Clínica Universidad de los Andes. El ex atleta echa de menos la actividad física. “No pretendo hacer nada de alto impacto, pero sí poder subir un cerro y salir a pedalear sin problemas”, advierte. El ex lanzador de bala tenía artrosis y una deformación en el pie derecho nía que sacar bien la cuenta de las cosas que debía hacer para no repetir un viaje. Yo solía salir mucho a terreno en mi trabajo. Lo que más mal me tenía era no poder hacer actividad física, la tenía absolutamente restringida a ejercicios de muy bajo impacto, como una remadora estacionaria y algo del tren superior. Incluso bicicleta pude hacer un tiempo, después ya no me atrevía a salir a la calle”, relata el ex atleta, dedicado a su empresa de infraestructura deportiva Sport Welt. Los problemas de Weil se originaron hace casi veinte años, cuando sufrió un grave esguince. “Jugando básquetbol, caí sobre el pie de otro jugador, me torcí el tobillo, me corté el ligamento y tuve una rotura de cartílago. Me operaron, me reconstruyeron el ligamento y limpiaron la rotura del cartílago, pero eso evolucionó a una artrosis porque es muy difícil volver a tener el tobillo al 100%”, recuerda. La prótesis de Weil se llama Inbone II y cuesta alrededor de 5 millones de pesos.
Es un implante para la articulación del tobillo, que es el punto en el que se une el pie y la pierna: se compone de la parte baja de la tibia y la parte superior del astrágalo, un hueso cuadrado y plano que se encuentra encima del talón. La operación, primera de este tipo que se hace en Chile, duró cinco horas y estuvo a cargo de Cristián Ortiz, traumatólogo del Centro de Tobillo y Pie de Clínica Universidad de los Andes. El ex atleta fue sedado, con un bloqueo poplíteo, de la rodilla hacia abajo.
La operación se iba a realizar antes, pero se retrasó por la pandemia. "Se hizo una incisión de 12 centímetros en la parte anterior del tobillo y el pie se puso encima de un marco de metal, que lo rodeó como una jaula y permitió hacer todas las correcciones de los ángulos de manera milimétrica, de los cortes en el hueso para poner los implantes”, explica Ortiz. -¿ Se pierde movilidad con la prótesis, doctor? -La gracia de una prótesis de tobillo es que permite eliminar dolor, manteniendo movilidad. Antes lo que se hacía era fijar el tobillo como solución y eso dejaba rígida la articulación. Pero para que la prótesis funcione el pie tiene que estar perfectamente derecho, a veces uno tiene que hacer correcciones en la deformidad del pie o la tasa de falla del procedimiento es muy alta.
Ortiz aclara que una prótesis no está indicada para cualquier persona, sino que para casos de deformidades severas y pérdidas de la calidad del hueso, en pacientes con una edad fisiológica sobre 50 años. "Weil tenía un desgaste articular, artrosis, y una deformidad en el tobillo. El llegó a esta situación porque no respondió a ningún otro tratamiento”, asegura.
La prótesis tiene tres elementos (ver foto): de arriba hacia abajo, un vástago, un tubo que se fija en la tibia, un inserto de plástico y una pequeña bandeja metálica, que va pegada al astrágalo. '"Se reemplazaron las superficies articulares desgastadas de la tibia y del astrágalo, donde se juntan, con implantes de titanio, que se integran fácil al hueso. Entre ambos se puso un cojín de plástico. En el proceso no se saca todo el hueso, se corta, con una sierra, unos pocos milímetros.
De hecho, la prótesis se apoya en el resto del hueso”, detalla Ortiz. - ¿ Cuánto dura la prótesis? -Las prótesis en un 95% están funcionando a los diez años, la mayoría sirve para toda la vida. El traumatólogo agrega que el paciente empieza a las dos semanas con sesiones de kinesiología, ya caminando sin bastones, y vuelve a una vida normal aproximadamente a los tres meses. “No se recomienda actividad física de impacto, con una prótesis de tobillo no se aconseja ser maratonista, jugar fútbol o básquetbol. Se puede realizar actividad física de bajo impacto como caminata, trekking, bicicleta, natación.
No hay problemas con levantar peso”, especifica Ortiz. "Por lo menos, espero retomar las actividades normales del trabajo, poder caminar bien y en la parte deportiva no pretendo hacer nada de alto impacto, pero sí poder subir un cerro y salir a pedalear sin problemas”, dice Weil, que comparte hogar con su esposa y ex atleta Ximena Restrepo y sus hijas deportistas Martina y Franka.
Resumen
Es un implante para la articulación del tobillo, que es el punto en el que se une el pie y la pierna: se compone de la parte baja de la tibia y la parte superior del astrágalo, un hueso cuadrado y plano que se encuentra encima del talón., 'Se hizo una incisión de 12 centímetros en la parte anterior del tobillo y el pie se puso encima de un marco de metal, que lo rodeó como una jaula y permitió hacer todas las correcciones de los ángulos de manera milimétrica, de los cortes en el hueso para poner los implantes”, explica Ortiz., 'Por lo menos, espero retomar las actividades normales del trabajo, poder caminar bien y en la parte deportiva no pretendo hacer nada de alto impacto, pero sí poder subir un cerro y salir a pedalear sin problemas”, dice Weil, que comparte hogar con su esposa y ex atleta Ximena Restrepo y sus hijas deportistas Martina y Franka.
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pie, prótesis, tobillo