Autor: Por Constanza León A.
“Si pudiera hacerme más conocida, les aseguro que gano”
La representante del Partido Ecologista Verde descubrió en el ecofeminismo las causas por las que ha luchado hace casi una década.
N los 70, el movimiento Chipko, integrado sobre todo por mujeres, realizó acciones de resistencia tal como otras mujeres lo habían hecho 300 años antes para rescatar sus árboles sagrados, abrazándolos para resistir las acciones de grupos de madereros. En esa imagen resulta claro observar el ecofeminismo, una corriente que conecta explotación del mundo natural con la subordinación de las mujeres.
Nathalie Joignant, candidata a GoNathalie Joignant, candidata a gobernadora RM bernadora de la Región Metropolitana por el Partido Ecologista Verde le encontró un nuevo sentido a este movimiento cuando vino la antropóloga Yayo Herrero a Chile, hace unos tres años, y decidió que esta era su causa. “Tiene que ver con que las mujeres decimos que ni nuestros cuerpos ni nuestros territorios son objeto para tu apropiación, para tu extractivismo. Las mujeres defendemos los territorios, el agua, el cuidado de la comunidad”, señala desde su hogar en Nuñoa. “Es la primera vez que estoy en política, pero llevo 10 años en el tema del movimiento social por el agua, por el cambio climático. El año pasado montamos, con la Sociedad Civil por la Acción Climática, la COP alternativa en Cerrillos. Fui parte del equipo organizador y nunca estuve tan estresada como ahora. No solamente por el tema de la candidatura, sino que tengo a mi mamá con un cáncer muy salvaje”, relata. “Ella tiene 78 años. Estaba con las defensas bajas por las quimios, le agarró una bacteria. La tuvimos que internar de nuevo. Ha sido complicado, la casa, los niños, la pandemia”. —¿ Quién la convenció de entrar en esta campaña? Es duro el día a día. —Es dura la política, son duras las estrategias. Uno piensa, ¿cómo esta persona saca este artículo que yo misma saqué hace una semana? Te copian.
Y después viene otra y se saca una foto con tu causa y nunca estuvo marchando contigo, ¡en 10 años! Te das cuenta de la utilización política de las causas sociales. ¿Quién me mandó? Precisamente, el haber estado tanto tiempo estudiando Alto Maipo, al que me he estado oponiendo desde que me gradué de mi Magíster en Gestión y Planificación Ambiental en la U. De Chile. Comencé con una asamblea en el Cajón y no bajé más, en 8 años. Y todo lo que hicimos no sirvió de nada. Todas las demandas judiciales, administrativas, los recursos de protección, las marchas multitudinarias... Hasta una carta al Papa le mandé. —¿ Le contestaron? —Sí, que el Papa la había leído. Pero cuando vino a Chile el tema se fue por otro lado. Además, había sacado la encíclica Laudato Si', en la que hablaba de temas medioambientales. Muy bonito, muy certeras sus palabras. Bueno, finalmente el proyecto fue protegido por todos los gobiernos, de todos los colores políticos. Entonces, el Partido Ecologista me llama y me dice “¿ Te tinca ir como gobernadora?”. “Ya. Vamos”. Me di cuenta que donde se toman las decisiones es en el poder político. No basta con marchar, como dice el eslogan. —¿ Cómo ha sido la respuesta en las calles? Más fácil para usted si la identifican con una causa noble como la medioambiental. —Absolutamente. Estamos atrasados 30 años con el tema verde. He estado tanto tiempo en movimientos sociales y me doy Yo también fui víctima de maltrato. Sufrí violencia física, pero para mi lo más fuerte fue la violencia psicológica”. El reciclaje que tenemos es una mentira a la población, es publicidad engañosa”. cuenta in situ del rechazo hacia los políticos. Nosotros (los líderes de los movimientos socioambientales), de común acuerdo, teníamos prohibido tomarnos fotos con políticos. Es divertido porque una de las candidatas a gobernadora apareció en un evento, una de las pocas veces que la vi con el tema de No a Alto Maipo, y me pidió una foto. Yo no pude hacerla porque no estaba autorizada. —La desventaja para usted también es justamente el que es poco conocida dentro del grupo de gobernadores. —Sí, por supuesto. Pero soy muy conocida en el mundo medioambiental. En 2017 fui reconocida por la Fundación Terram como ambientalista del año. Soy conocida a nivel académico, trabajé como investigadora asociada en la U. De Chile, en la Facultad de Economía, con la FAU. En este sentido, ha sido difícil el financiamiento. La Cata Parot figuraba con más 700 millones de pesos. Orrego con 550 millones y Karina Oliva con 100 millones. ¡Tengo siete millones contra 700! La política está hecha para perpetuar a los mismos de siempre en el poder. Mi eslogan es “la urgencia del cambio”, cambio político, social, cultural. Pucha, si pudiera hacerme más conocida, les aseguro que yo gano. Así de humilde te lo digo, porque la gente está agotada de la política. “Mi programa lo hice sola” “Nosotros no hicimos publicidad con plástico, no sacamos palomas, no sacamos lienzos de PVC, simplemente papel y nuestras propuestas. Y hemos estado entregando semillas”, señala Nathalie. “Tenemos 7 ejes transversales en este programa que se irá alimentando con cabildos en todas las comunas, encuentros virtuales, encuestas y el comité consultivo técnico social. Mi programa lo hice sola, totalmente. No como el Rojo Edwards que creo que contrató como a 15 asesores para que se lo hicieran. Lo armé con ejes como democracia participativa, cambio climático, región feminista, superación de la pobreza, descentralización, transparencia, buen vivir, seguridad e inclusión. La primera medida que tomaremos es declarar la RM en Emergencia climática. Hay que preparar al país para adaptarnos a los efectos del cambio climático”. —¿ Qué significa eso en términos concretos? —Significa comenzar a tomar medidas para la adaptabilidad de la región. Los gobernadores regionales tenemos la posibilidad de hacer la estrategia nacional de desarrollo 2021 al 2030; en mi caso, ambientalmente sustentable. Tenemos que ver las zonas de sacrificio, porque esa inequidad territorial tú la puedes redistribuir o amortiguar. Tenemos que bajar las emisiones. La OMS nos dice que esta pandemia tiene que ver con la destrucción de la naturaleza y se vienen muchas más. Mira el Cajón del Maipo, pasó en verano un río atmosférico, ¡que había caído siempre en invierno! Tenemos que actuar ya. La temperatura del planeta iba a subir un 1,5*C, pero eso ya no fue, va subir entre 3 y por lo menos. O sea, cuando tengamos 38,5 ” de fiebre, vamos a tener 41”. Nos podemos morir.
Van a venir lluvias más concentradas y esporádicas y vamos a tener, al mismo tiempo, mucha más sequía. —Es complejo eso sí hablar de emergencia climática cuando vivimos una tremenda emergencia sanitaria. —El 2030 vamos a tener el primer peak del cambio climático. El clima va a estar mucho más desordenado y sus efectos van a ser mucho más patentes. Es un tema de salud pública porque hablamos de olas de calor, en todas las cuencas, que serán una especie de caldera porque el río es el que regula los vientos. En la zona urbana las olas de calor serán muy graves para la población, sobre todo para la tercera edad y para la gente más pobre que no tiene acceso a sistemas de enfriamiento.
Cuando venga el tsunami aquí encima, tendremos que salir arrancando. —La filósofa Celia Amoros advierte sobre las alianzas ruinosas y decía que “las mujeres no deben arrastrar en exclusiva la recuperación de un mundo verde”. —Absolutamente. Es que hay gente que se confunde cuando hablamos de medioambiente, porque todavía los seres humanos lo vemos afuera, como los naturalistas del siglo pasado. El medioambiente es un problema social porque estamos insertos en un espacio donde somos parte, la tierra, los alimentos, el agua que tomamos. Cuando hablamos de causas ambientales la gente piensa en los bosques y nosotros hablamos de nuestra “casa común”. Queremos una casa donde no haya atropellos, sin pobreza ni desigualdad, donde tengamos salud mental y física. Y en ese sentido, la naturaleza es clave para la salud mental.
Si no tenemos un medioambiente sano, tendremos problemas de agua, de sequía, de escasez de alimentos. —En su casa, ¿qué hace por el cuidado del medioambiente? ¿ Cuida los tiempos de sus duchas, por ejemplo? —Hay campañas que han sido mal dirigidas por personas que no tienen los conocimientos, como cuando salía la ministra de Medioambiente promoviendo la ducha de 3 minutos. Eso da lo mismo en este minuto, lo que tenemos que proteger son las fuentes de agua, los glaciares. Al glaciar que alimenta la RM le quedan 30 o 35 años de vida. Obviamente, el plástico lo evito a toda costa y compro a granel. Y reciclo, pero después viene el camión y toma todo junto y lo aplasta. El reciclaje que tenemos es una mentira a la población, es publicidad engañosa. La gobernación tiene que instaurar un sistema de reciclaje real. “Solo el 8% de las calles tienen nombres de mujer” Nathalie vive sola con sus dos hijos, Pascal (17) y Rosario (13). “Su papá es académico de la U. De Chile, un excelente papá”, comenta. “Los Joignant somos una sola familia en Chile. Mi papá militaba en el Partido socialista. Estuvo más de dos años detenido, en el Estadio Nacional, en Chacabuco. Ahí se quebró la familia nuclear y nos fuimos con mi mamá a las tierras de mis abuelos, en Gran Avenida.
En esa época eran puras chacras, tenían gallinas”. Ella es la menor de tres hermanos (“Mis dos hermanos trabajan en el mundo de la economía, muy destacados”). “Pasamos con mi mamá y mis hermanos momentos bien duros, de bastantes carencias, pero nunca pasamos hambre. Mi mamá siempre se ocupó de eso. Después llegamos a vivir con mi abuela en una casa enorme de tres pisos”, recuerda. En los Scouts del Instituto Nacional, y en sus veranos en Algarrobo, descubrió el amor por la naturaleza. Alos 17 años, trabajó como promotora y en comerciales de TV. Luego llegó el turismo y un trabajo de años en LAN, antes de estudiar Licenciatura en Lengua y Literatura Inglesa. Pudo unir el turismo sustentable y su trabajo como investigadora social. “Hay un dato importante y es que solo el 8% de las calles de Santiago tienen nombres de mujer”, comenta. “Cuando hablamos de región feminista es tener una región sin miedo, porque las mujeres tenemos miedo.
Tenemos que mejorar la iluminación, eliminar los sitios eriazos, porque son los lugares aprovechados por hombres que ponen a mujeres en situaciones peligrosas y las han llevado a violaciones o hasta la muerte”. —Por eso su propuesta de casas de acogida. —Las necesitamos en todas las comunas. Yo también fui víctima de maltrato en una relación que tuve. Ante el maltrato intrafamiliar uno está sola, no tienes a quién recurrir. Tenemos que ser una sociedad protectora de las mujeres y de los niños. La violencia es terrible porque no solo es física, muchas veces también es psicológica. Yo sufrí violencia física, pero para mí lo más fuerte fue la violencia psicológica. —Y es más difícil darse cuenta de la violencia psicológica. —Cuesta.
Recién cuando sales de la relación puedes decir “este tipo realmente hizo esto y yo no me di cuenta”. Una vez fui a ver a una amiga en San Joaquín, salió un tipo, me tiró contra la pared, me tuvo agarrada y yo escapé con una patada. Afortunadamente, estaba a dos casas de la casa de mi amiga y sabía abrir la puerta. Ese tipo me podría haber violado. Necesitamos una ciudad protectora mujer determina su camino? —Sí, porque las mujeres no somos valoradas en su real dimensión. En este espacio de la lucha por el agua, hombres con los mismos méritos que yo son aplaudidos y considerados. A las mujeres siempre nos están tirando para abajo, en las mismas organizaciones a las que uno pertenece. Uno tiene que gritar mucho más fuerte para ser escuchada. Muchos aún confunden el feminismo con mujeres histéricas que quieren anular a los hombres, y no, se trata de pedir igualdad y equidad. Hoy es tiempo de las mujeres.