EDITORIAL: Una escalada fuera de control
EDITORIAL: Una escalada fuera de control a escalada bélica entre Israel e Irán no sólo amenaza con desatar una guerra abierta de alcances impredecibles, capaz de alterar significativamente el actual panorama geopolítico del Medio Oriente.
También ha representado, hasta ahora, un duro revés para la gestión de Donald Trump y, más preocupante que eso, para la capacidad de Estados Unidos y de las potencias occidentales en el general, de influir --diplomática y militarmen1een los equilibrios de la región.
Es cierto que a comienzos de año, luego de su investidura, el gobierno de Trump presionó --y consiguiópor un alto al fuess pero cuando este terminó, en marzo, la ofensiva israelí contra el enclave palestino se reanudó con inusitada brutalidad.
Durante los últimos dos meses, además, Washington intentó sin éxito negociar un acuerdo con Teherán para frenar el programa nuclear iraní, y junto con ello evitar que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lanzara su anunciado ataque contra el régimen de los ayatolás.
Vistos los acontecimientos que se desencadenaron el jueves, es claro que no ha conseguido ni lo uno ni lo otro. uno ni lo otro. uno ni lo otro. uno ni lo otro. uno ni lo otro. uno ni lo otro.
Washington, y Occidente en general, han dejado de tener una influencia decisiva sobre el curso de los acontecimientos en Medio Oriente". Por supuesto, es injusto y voluntarista exigirle a Trump --o a cualquier otro líderlidiar con éxito con un conflicto tan antiguo. Pero el presidente estadounidense parece no comprender la magnitud de la tarea.
Además de desmantelar los equipos del Departamento de Estado, puso a Steve Witkoll, su amigo personal, y un agente inmobiliario sin ninguna experiencia diplomática, a lidiar no solo con las negociaciones con Irán, sino también le encomendó encargarse de los conflictos de Israel y Hamas, y de Rusia con Ucrania. "La esfuerzos de paz del presidente surtieron aún menos efecto por otros tres problemas: Primero, Trump intenta hacer demasiado al mismo tiempo; no solo las tres negociaciones de paz, sin que también negocia acuerdos comerciales con infinidad de países.
Segundo, se niega a apretarle las tuercas a Netanyahu o a Putin, a quienes situercas a Netanyahu o a Putin, a quienes situercas a Netanyahu o a Putin, a quienes sicontrol gue considerando sus amigos aunque ignoran sus reclamos. Y tercero, no puede mantener la atención en algo mucho tiempo: quiere resultados inmediatos, y las negociaciones de paz exigen tener paciencia", escribió este domingo The Washington Post.
Ciertamente, Teherán también cometió su propio error de cálculo al continuar avanzando en su programa nuclear mientras negociaba con Estados Unidos; según denunció el Organismo Internacional de Energía Atómica, desde febrero Irán aumentó su arsenal de material nuclear de calidad militar en por lo menos un 50%. También es dudoso que los ataques israelíes, aunque han tenido éxito, logren daraelíes, aunque han tenido éxito, logren dacapacidad nuclear iraní.
En el propio Israel, además, crecen las voces que ven la ofensiva de Netanyahu como una huída hacia adelante para salvar su posición al frente el gobierno y eludir sus propias responsabilidades por la masacre de más de 50 mil personas en Gaza. 'odo ello no quita, sin embargo, que Tel Aviv simplemente ignoró los llamados de Washington a no atacar, y que Occidente, con ello, ha dejado de tener una palabra decisiva sobre el curso de los acontecimientos. mientos..