EDITORIAL: EL FUTURO DE LA AVENIDA CAUPOLICÁN
EDITORIAL: EL FUTURO DE LA AVENIDA CAUPOLICÁN La La firma del convenio mandato para el mejoramiento de Avenida Caupolicán entre León Gallo y Manuel Rodríguez marca un hito decisivo para el desarrollo de Temuco.
Con una inversión superior a los 36 mil millones de pesos financiados a través del Programa Buen Vivir esta megaobra representa mucho más que una intervención vial: es una apuesta concreta por una ciudad moderna, eficiente y pensada para las personas. A diario, más de 26 mil conductores transitan por Caupolicán, una arteria emblemática que hace años dama por una intervención estructural.
El diseño del proyecto es ambicioso y necesario: pasos inferiores en las congestionadas intersecciones con OHiggins y San Martín, ampliación a tres pistas por sentido incluyendo una exclusiva para el transporte público y la integración de una ciclovía que conectará rutas ya existentes, lo que promueve una movilidad verdaderamente intermodal y sustentable. El anuncio no es aislado. Se suma a otras obras de gran escala que están redefiniendo el rostro de la capital regional, como la modernización de avenida Gabriela Mistral y la intervención en Pablo Neruda. En conjunto, estas acciones responden a una visión de ciudad que ya no puede postergarse: una Temuco que prioriza la conectividad, el transporte público, la movilidad limpia y el diseño urbano centrado en las personas. Los soterramientos, tal como lo señaló el alcalde Roberto Neira, son la tercera gran transformación urbanística de esta administración. Más allá de las cifras, los discursos o las ceremonias, lo que se juega aquí es la calidad de vida de miles de vecinos.
Reducir los tiempos de viaje, aliviar la congestión, dar espacio a peatones y ciclistas, y modernizar la infraestructura, no son lujos: son derechos urbanos fundamentales en una ciudad que crece y se proyecta como polo de desarrollo del sur de Chile. El desafío, por supuesto, no termina con la firma del convenio.
A partir de ahora se abre una etapa clave: el proceso de expropiaciones, la adecuación técnica de los diseños, la información a la comunidad, y finalmente, la licitación y ejecución de las obras, proyectadas para 2027. La transparencia, la coordinación interinstitucional y la participación ciudadana serán factores esenciales para que esta iniciativa se consolide como un verdadero símbolo de progreso. Temuco está en un punto de inflexión. Proyectos como el mejoramiento de Caupolicán no solo embellecen ni reordenan la ciudad: le dan coherencia a una promesa de equidad territorial y bienestar cotidiano. Es momento de que la infraestructura deje de ser vista como una respuesta tardía al colapso, y se entienda como un instrumento de anticipación y dignidad urbana. Proyectos como éstos le dan coherencia a una promesa de equidad territorial y bienestar cotidiano. Es momento de que la infraestructura deje de ser vista como una respuesta tardía al colapso, y se entienda como un instrumento de anticipación y dignidad urbana..