Frescos de raza
Frescos de raza LA COLUMNA DE JOE BLACK Me generó gran inquietud la noticia de que más de 25 mil funcionarios públicos del país viajaron fuera de Chile en los últimos años pese a estar con licencia médica.
Al principio no daba crédito a la historia, hasta que supe que la información provenía de una investigación realizada por la Contraloría General de la República, que para mí es una de las instituciones más confiables. Obviamente el hallazgo provocó indignación en mucha gente y el repudio fue generalizado. Pero como sigo en shock, y todavía me cuesta creer que esto sea de verdad un masivo fraude al fisco, voy a plantear algunos escenarios alternativos que podrían explicar por qué pasó lo que pasó. Tratemos de ponernos por un momento en los zapatos (o en las sandalias) de esos 25 mil servidores públicos. Tengo cuatro teorías para explicar su actuar: 1. Quisieron tomarse el reposo al pie de la letra. Lo que habría aquí es un problema más bien semántico. A los empleados públicos se les extendió una licencia médica que los mandataba a mantener reposo. ¿Y cuál es el lugar preciso para reposar? Exacto, la reposera. Y las reposeras son artefactos que se encuentran en playas y piscinas. Instalarse en una buena reposera caribeña podría ser una manera de cumplir religiosamente el mandato médico. 2.Epidemia de hipocondría. La hipocondría es un trastorno psicológico en que las personas sienten una preocupación excesiva por su salud.
Es gente que al primer estornudo cree que se agarró ébola o aspiró virus Hanta. ¿No será que el Estado chileno fue víctima de una epidemia de hipocondría de la que se contagiaron 25 mil funcionarios? El hipocondríaco es un tipo ansioso que entiende que es clave relajarse y despejar la cabeza. Por eso prefiere viajar fuera del país para descansar de verdad. 3.El síndrome de Münchhausen. Esta enfermedad es la versión aumentada de la hipocondría. Es un trastorno grave en que las personas fingen, exageran o incluso se provocan síntomas para así tener que ir una y otra vez al médico. El tratamiento para superar esta dolencia está mucho más desarrollado en el extranjero, y eso habría obligado a algunos empleados públicos a viajar fuera de Chile para buscar ayuda médica especializada. 4.Enfermos de frescos. Otra opción es que los 25 mil funcionarios sean simplemente unos “frescos”, como les decimos en Chile a los aprovechadores descarados.
Cuando esta característica, que lamentablemente es frecuente en nuestro país, alcanza niveles patológicos, a quienes la padecen les llamamos “enfermos de frescos”. Y creo que puede haber mucho de esto en la situación de los 25 mil. Lo aterrador es que son tantos los “enfermos de frescos” que me temo que esta característica sea genética o hereditaria.
Y si ese es el caso, entonces, tristemente, estamos hablando de que estas personas podrían ser, en rigor, unos “frescos de raza”. A los empleados públicos se les extendió una licencia médica que los mandataba a mantener reposo. ¿Y cuál es el lugar preciso para reposar? Exacto, la reposera..