Yo fui un democratacristiano (I)
Yo fui un democratacristiano (I) noe la postura adoptada A por el Partido Demó1 domiro Tomie por la DC. La posibilidad que Allende asumiera la Presidencia causó un susto grande en el pais. Para que Allende consiguiera sentarse en el sillón de O'Higgins, su postulación debía ser aprobada por la mayoría del Congreso Pleno, por lo que requería de los votos de los parlamentarios democristianos.
Ante la incertidumbre que producía el ganador, se llegó a un acuerdo por el cual se formó una comisión entre ambos grupos politicos destinada a establecer un Estatuto de Garantias dentro del cual gobernaría Allende, Por la DC, entre los negociadores estuvo el entonces diputado Luis Maira. Se consensuó un Estatuto de Garantias, por lo que Allende pudo lograr los votos de la DC en el Congreso Pleno. Pero lo de la DC fue un acto de ingenuidad absoluta. El propio Allende declaró posteriormente al periodista Regis Debray que ese acuerdo tuvo la calidad de "estratégico" para conseguir la presidencia. Nunca estuvo en su mente y en la de los suyos cumplirlo. Pero la acción de los comunistas y de los entonces miembros extremistas del socialismo no quedó sólo en eso. Al pocotiempo, en una operación lenta de convencimiento, un grupo de más o menos 15 diputados democristianos renunciaron al Partidoy se plegaron al gobierno de Allende. Ahi nace el MAPU y la Izquierda Cristiana. Cabe recordar que el cabecilla dentro de la DC para producir ese sisma fue el diputado Luis Maira, quien -como se indicóhabia sido uno de los miembros del equipo negociador del Estatuto de Garantias. Hoy dia todo eso se olvida e inocentemente se piensa que los comunistas actuales son otra cosa. El único animal que tropieza con la misma piedra es el hombre.
Como veremos más adelante, aquello es una utopia, la cual no es nueva, ha llevado al que fue el partido politico más poderoso de Chile a ser un grupo de personeros que llega a ciertos consensos con los comunistas para tener la posibilidad de ganar algunas diputaciones. crata Cristiano en las próximas elecciones presidenciales, pienso que es una buena idea dar un testimonio personal. Como decia Unamuno, lo único que a uno le consta de verdad, es lo que vivió, En 1957 llegué a estudiar Derecho a la Universidad Católica de Valparaíso. Mi hogar estaba en Lota, donde mi padre ejercía como profesional en la compañía que explotaba las minas de carbón. Mi educación primaria era lotina y la secundaria la había realizado en calidad de interno en el Liceo Alemán del Verbo Divino, en Los Angeles. Al arribar a la UCV mis conocimientos sobre politica eran casi inexistentes.
Sabía que me tendría que dedicar a estudiar las diversas materias relacionadas con la carrera de abogado, pero lo que fue una novedad absoluta fue tener ramos como Filosofia Politica o Lógica Forense, los que me llevaron a interesarme en los asuntos teórico-politicos. Tuve verdaderos maestros, como los sacerdotes Rafael Gandolfo y Enrique Pascal. Allí por primera vez lei la enciclica Rerum novarum y también por primera vez oi nombrar y estudiar a Jacques Maritain. Era momentos en que la DC, con una representación de 15 diputados, tenía la presidencia de todas las Federaciones de Estudiantes Universitarios de Chile. Dentro de las universidades, el PDC era una fuerza arrolladora. En diciembre de 1961 terminé la carrera. Pese al interés que me despertaba la tendencia política antes mencionada, mientras estuve en la UCV no ingrese a ese partido. En abril de 1962 gané un concurso público para ser parte de la secretaría del Senado. En esos tiempos eran muy pocos los funcionarios de la Corporación y lograr ser parte de ese grupo era realmente una meta dificil de alcanzar. De un momento a otro me encontré trabajando con senadores como Eduardo Frei, Luis Bossay, Salvador Allende, Hernan Videla o Francisco Bulnes. Entre los funcionarios había una regla no escrita, pero unanimemente respetada: se podía tener su propio pensamiento politico, pero no se era militante de un partido. Para nosotros, todos los senadores eran iguales y había que trabajar con cada uno de ellos. Para la elección presidencial de 1964 apoyé con entusiasmo la candidatura de Eduardo Frei. Hay que recordar que en un comienzo competian los también senadores Julio Durán, por un grupo politico que formaban radicales, liberales y conservadores, Salvador Allende por el Frapy Eduardo Frei por la DC.
Las posibilidades de este último eran complicadas, pues era el único candidato que tenía como base de sustentación un solo partido politico, el que en ese momento -como lo indiquétenía una representación parlamentaria de 15 diputados y dos senadores, el propio Freiy el ex agrario laborista Julián Echavarri. Si la contienda electoral se daba en la situación descrita, las posibilidades del postulante DC eran remotas. Pero vino lo que se llamó el Naranjazo. Se murió un diputado socialista por Curicó de apellido Naranjo. De acuerdo a la ley vigente, debía llamarse a elecciones complementarias para reemplazarlo.
El partido del fallecido postuló a un hijo de aquél Los otros dos candidatos presidenciales también llevaron un postulante y se estimaba que quien representaba a Julio Durán ganaría sin problemas, pues si se sumaban los votos radicales, liberales y conservadores de la zona, Naranjo hijo no tenia posibilidad alguna. Pero sucedió lo que nadie esperaba: ganó Naranjo.
Frente a ello, el senador Julio Durán resolvió renunciar a ser el postulante a la presidencia de la República por los tres partidos que lo sostenían, y permaneció solo como candidato de su colectividad, el Partido Radical. Ahi se produjo algo que los pocos democristianos que quedan tienen pavor de reconocer. Los partidos de derecha, Conservador y Liberal, o sea, la "derecha dura", dio su apoyo a Eduardo Frei y gracias a esos votos el destacado senador por Santiago ganó la elección presidencial. El otro hecho que los democristianos de hoy se niegan a reconocer es lo que hizo el propio Frei.
Una vez ungido Presidente de la República y después del Tedeum en La Catedral, pronunció un histórico discurso desde los balcones de La Moneda vestido en perfecto frac, teniendo a su lado a quien sería su ministro del Interior y amigo de toda la vida, Bernardo Leighton. La plaza estaba llena de gente. Yo estaba ahi.
Con la hidalguía propia de un estadista, en parte sustantiva de su discurso dijoc "Agradezco a los históricos partidos Liberal y Conservador por su apoyo a mi postulación". Me habria gustado que alguien en la reciente junta nacional de la colectividad hubiera recordado esos dichos, previo a adoptar la resolución de secundar la postulación del Partido Comunista.
Vale la pena rememorar, además, que dicha colectividad durante todo el gobierno de Frei fue de una agresividad increíble. "No le daremos ni el pan ni el agua", declaró su secretario general, Luis Corvalán, lo que se cumplio a cabalidad. Esta circunstancia también la metieron en el cajon del olvido los DC que apoyan hoy a Jeannette Jara. En lo personal, junto con mi trabajo en el Senado, ful designado profesor ayudante de Derecho Constitucional en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Esa doble actividad me calificó para obtener una beca en Estados Unidos a fin de estudiar Ciencia Política y obtener un máster con especialidad en politica intemnacional. El Senado me autorizó para ello. Llegué al pais del norte en julio de 1970, por lo que no pude votar en las elecciones presidenciales que dieron el triunfo a Salvador Allende. Regrese a Chile en mayo de 1972 y reanudé mis obligaciones en el Senado y en la universidad. A decir verdad, en menos en dos años, Chile habia cambiado en forma absolutamente radical. La polarización se incrementaba dia a dia y el diálogo politico que yo había dejado unos meses antes, era inexistente. Ese estado de cosas había roto la regla de oro dentro de los funcionarios del Senado y la gran mayoría reconoció oficialmente su color político. Fruto de ellos me inscribi como militante de la DC. O sea, mi vida partidaria se inició en 1972. Tuve el honor que mi solicitud de ingreso fuera respaklada por don Eduardo Frei y por el senador y amigo José Musalem. Pero antes había sucedido un hecho muy trascedente en la historia politica del pais. En 1970, Salvador Allende había ganado las elecciones superando a Jorge Alessandri de la derechay en un tercer lugar a Ra-. POR DEMETRIO INFANTE FIGUEROA, ABOGADO Y EXDIPLOMÁTICO ARCHIVO EL MERCURIO