Autor: Laura Bertolotto Navarrete Rectora Santo Tomás Valdivia
Columnas de Opinión: Voluntariado estudiantil y su fuerza transformadora
Columnas de Opinión: Voluntariado estudiantil y su fuerza transformadora E ntiempos marcados por el individualismo, el voluntariado estudiantil surge como una fuerza transformadora que fortalece la formación integral y revitaliza el tejido social de nuestras comunidades. Se trata de una oportunidad invaluable para que las instituciones de educación superior pongan en valor su misión formativa. Esto, porque en una sociedad cada vez más fragmentada, la participación de jóvenes en iniciativas comunitarias no solo enriquece su desarrollo personal, sino que también genera un impacto concreto y sostenible en las realidades locales.
Es una via efectiva para que los estudiantes se conecten con su entorno y se conviertan en agentes de cambio, Por su parte, las casas de estudio encuentran en el voluntariado una forma tangible de proyectar su compromiso con el territorio, articulando la formación académica con los desafios reales del contexto. Esahi donde su misión cobra plenosentido: formar personas integras, solidarias y comprometidas con el bienestar colectivo. Sin duda, estas experiencias van mucho más allá del aula. Al involucrarse en proyectos sociales, los estudiantes desarrollan empatia, liderazgo y habilidades para la vida en comunidad. Se enfrentan a realidades que los interpelan, comprendiendo que el conocimiento cobra verdadero valor cuando se pone al servicio de los demás. Asimismo, el impacto de estas acciones se amplifica cuando existe una articulación sólida con el entorno. Las alianzas con municipios y organizaciones de la sociedad civil no solo abren espacios concretos de participación, sino que fortalecen el vinculo entre la academia y la comunidad. Asi, los estudiantes no solo colaboran: se integran y se reconocen como parte activa del desarrollo local. Es indudable, que cada proyecto de voluntariado es, en esencia, una experiencia de aprendizaje reciproco. Mientras los alumnos ponen en práctica sus saberes y valores, las comunidades se enriquecen con su energia, compromiso y mirada fresca. El gesto generoso de vecinos y organizaciones que abren sus puertas a los voluntarios merece especial reconocimiento, pues permite construir vinculos de confianza y esperanza. De esta forma, el voluntariado como ejercicio constante de colaboracióin promueve territorios más resilientes, donde la solidaridad y la corresponsabilidad se convierten en pilares del bienestar común. Reconocer a quienes hacen posible estas iniciativas desde quienes las coordinan hasta quienes simplemente acogenes también una forma de fortalecer el tejido social. En definitiva, el voluntariado estudiantil representa una poderosa herramienta para formar no solo mejores profesionales, sino también mejores ciudadanos. Es una expresión concreta del sentido profundo de la educación superior: contribuir al desarroIlo sostenible, social y cultural del pais. C Columna.