Madres que decidieron tener un solo hijo
Madres que decidieron tener un solo hijo un solo hijo SEGÚN ESTADÍSTICAS E INVESTIGACIONES INTERNACIONALES, LA ESTRUCTURA FAMILIAR ESTÁ CAMBIANDO. UNO DE LOS GRANDES FENÓMENOS ES EL AUMENTO DE LOS HIJOS ÚNICOS. LA FUERTE INSERCIÓN EN EL CAMPO LABORAL, PROYECTOS PERSONALES Y UN MAYOR COMPROMISO EN LA CRIANZA SON ALGUNAS DE LAS RAZONES DE QUIENES TOMAN LA DECISIÓN DE TENERLOS: LAS MADRES. POR Valentina Cuello Trigo. FOTOGRAFÍAS: Sergio Alfonso López. A lejandra Carrasco (47) siempre se dedicó a su trabajo como matrona, una labor que implica que puedan llamarla en cualquier momento del día. Ella nunca sintió la necesidad de ser madre, ni cuando era niña ni cuando sus amigas hablaban del tema. Tampoco lo rechazaba. Recuerda que entre sus veinte y treinta años tenía muchas ganas de trabajar. Para ella la maternidad no era una prioridad. --Entonces pensaba, ¿por qué un hijo me va a hacer más feliz de lo que estoy siendo ahora con mi trabajo? --recuerda Alejandra Carrasco. En 2013, Carrasco conoció a su pareja y ese mismo año se fueron a vivir juntos a su departamento en Vitacura; tres años más tarde, en 2016, ellos tomaron la decisión de casarse. Otra vez Carrasco se planteó ser mamá, pero su negativa ya no era tan tajante. --No era un `no' rotundo. Tenía 40 años y pensé que a lo mejor iba a querer tener un hijo en unos años más, pero no iba a poder. Quizás ese era el momento y tenía que lanzarme. Tener a Lucas (4) fue una decisión consciente, pero no fácil. Dice que a su edad temía que algo pudiera salir mal. En octubre de 2019, finalmente Alejandra Carrasco, entonces de 42 años, tuvo a su primer hijo. --Me tomé mi tiempo y no me arrepiento. Me encanta mi trabajo y me desarrollé en él, viajé un montón e hice todo lo que quise. Al final, esta es una decisión que puede ir cambiando. Tras el nacimiento de Lucas, Carrasco tomó una nueva decisión: no tendrá más hijos.
Para ella el trabajo aún forma parte de sus prioridades y sabe que un segundo hijo implicaría bajar su carga laboral. --Alguna vez se lo he dicho a Lucas: "Hijo, nosotros somos una familia de tres y no va a haber hermanos". De acuerdo al estudio "Qué hay detrás de la baja natalidad en Chile", publicado por la agencia de investigación de mercado y opinión Questio y Cualitativa, en septiembre de 2023, los principales motivos para tener pocos o no tener hijos se relacionan con una mayor preocupación por el desarrollo profesional y/o laboral, además del alto costo de vida. La matrona Alejandra Carrasco también ha observado este fenómeno: --Mi hijo va en prekínder y yo esperaba ver a hijos con varios hermanos en el colegio, pero me he encontrado con un escenario distinto. Hay muchos papás con solo un hijo y que dicen que no van a tener más.
Según una investigación publicada en febrero de 2024 en la revista británica BMC Women's Health, en Europa la tasa media de hijos únicos es del 47,5% ; en Canadá las cifras demográficas indican que las familias con solo un hijo representan el 52% de los hogares con un promedio al año 2022 de un 1,3 hijos por mujer.
En América Latina, según el Perfil Regional de Género, publicado en 2024 por Naciones Unidas, se espera que la Tasa General de Fecundidad (TGF) que representa el promedio del número de hijos por mujer continúe disminuyendo y alcance 1,68 hijos por mujer para el año 2100. En Chile, esta cifra ya es baja.
De acuerdo a los datos consignados en el Anuario de Estadísticas Vitales, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en marzo de 2024, la tasa global de fecundidad ha disminuido a 1,17 hijos por mujer en comparación con la tasa de 1,3 hijos en 2023.
LAS CIFRAS La académica de la Escuela de Sociología de la Universidad Diego Portales, Martina Yopo, explica que hoy existe un cambio en la estructura familiar que responde a una reconfiguración de la sociedad chilena. --Hay una transformación estructural de la reproducción y de los patrones de fertilidad, dentro de los cuales una de las principales tendencias es que las personas están teniendo un solo hijo.
Estos cambios comenzaron entre fines de la década de los 90 y principio de la década del 2000, donde no solo intervienen los factores culturales, económicos y/o profesionales, sino también una mayor autonomía por parte de las mujeres con un mayor acceso a métodos anticonceptivos, de acuerdo a lo consignado en el Perfil Regional de Género realizado por Naciones Unidas. Para Yopo, esto se encuentra ligado a que la idea de la familia como "el centro de la identidad, de la vida, de la realización perso. Madres que decidieron tener un solo hijo S5.
Madres que decidieron tener un solo hijo nal, es algo que va quedando rezagado", y añade que en el caso de las mujeres esto se da en un contexto donde hay una mayor participación en el sistema de educación superior y en el mercado laboral, además de otras necesidades asociadas al ocio, al consumo y al tiempo propio. --Una de las razones por las que hoy las personas están teniendo solo un hijo es precisamente porque están postergando la maternidad y la paternidad --asegura Martina Yopo. Cuando Margarita Ortega (48), periodista y jefa de gabinete del Colegio Médico de Santiago, pensaba en la familia que podía formar: imaginaba una que podría ser como la que tuvo. Ella es la mayor de cuatro hermanas con una relación muy estrecha entre sí. Su madre se encargó de las cuatro niñas mientras se hacía cargo de la casa y su padre trabajaba. Ahora, cuando piensa en ello, Margarita Ortega dice que para ella habría sido imposible. La maternidad fue una sorpresa para Ortega. Aunque llevaba 12 años de relación con el padre de su hija, no era algo que había estado en los planes de la pareja en ese entonces, cuando tenía 32 años.
A pesar de ello, Ortega comparte que su embarazo y el parto posterior fueron positivos, dice que el golpe de realidad vino más tarde. --Llegar a la casa con una guagua recién nacida fue todo lo lindo que es tener un hijo en tus brazos, pero fue muy rudo, porque no habíamos caído en cuenta sobre lo que significaba un hijo --dice ella y recuerda que su hija, que hoy tiene 16 años, era una niña muy demandante.
Ortega apenas dormía un par de horas antes de levantarse a las seis de la mañana para compatibilizar su maternidad con el trabajo. --Con mi pareja debimos hacer un cambio para adecuar nuestra nueva vida que significaba ser papás, y no lo hicimos. Creo que mi error fue creer que podía hacer las mismas cosas que antes, pero ya con una hija y tratar de hacerlo todo bien. Margarita Ortega recuerda que cuando su hija tenía tres semanas, una amiga la visitó. Su casa estaba impecable, cuenta ella. Todo limpio y la niña dormía después de que la bañara. Había comida y Ortega seguía en su computador trabajando. Su amiga le dijo que aquello no era normal. --Me dijo: `La casa está limpia, la guagua está limpia, pero tú estás destruida. Lo mismo que hacías antes, lo sigues haciendo hoy, y eso no es normal' --relata y agrega: --Yo no paré, seguí creyendo que podía sostener la vida como antes, y eso me pasó la cuenta. Para Ortega esa fue una de las principales dificultades de su maternidad, compatibilizar su vida laboral con el cuidado de su hija.
Al final del día, ella terminaba agotada y exhausta por todas las tareas que realizaba en la jornada, un ritmo que se mantuvo hasta alrededor de los tres años, cuando su hija ya estaba plenamente integrada en su rutina.
Ese costo emocional y la idea de no poder con más niños llevó a Ortega a tomar una decisión sobre la maternidad: no querría más hijos. --Creo que si no hubiese quedado embarazada entonces, quizás nunca habría tenido hijos.
El caso de Margarita Ortega no sorprende a la psicóloga perinatal de Clínica Las Condes, Noelia Bravo, ya que en sus palabras responde a la idea de que tener un hijo implica una atención focalizada y de calidad dentro del poco tiempo que hay entre el ajetreo laboral, la ansiedad cotidiana, entre otros elementos.
La profesional reconoce que existe una mayor conciencia sobre lo que significa tener un hijo desde lo emocional, lo social y lo económico, pero aún así hay una distinción a la hora de observar los roles. --Pese a que los padres hoy están más involucrados, la carga mental de la crianza siempre la lleva la madre. LA FAMILIA Mabel Mosquera (42) tuvo a su hija Diana en diciembre de 2014.
Mosquera, quien es escritora y profesora de filosofía, afirma que tener solo una hija le permite mantener un equilibrio en su vida. --Puedo ser madre y dar lo mejor a mi hija, pero también puedo continuar con mi vida y mis proyectos --dice Mosquera y agrega que es fundamental entender lo que significa tener un hijo. Para Mabel Mosquera, siempre fue una posibilidad quedar embarazada, era algo que ya había hablado con quien entonces era su pareja. Por eso cuando se enteró de que estaba esperando a Gabriela Aguilera junto a Trinidad, su hija de 4 años.
Margarita Ortega tuvo a su única hija a los 32 años.. Madres que decidieron tener un solo hijo 0 t / Mabel Mosquera decidió tener solo una hija para balancear la crianza crianza y sus proyectos personales. Diana, se sentía nerviosa. Un hijo es un desafio y una responsabilidad, sobre todo si te propones dar lo mejor de ti. Eso implica tiempo, dinero y mucha inteligencia emocional, para las mujeres no es fácil, y por lo mismo he preferido enfocarme en mi hija y mantener un espacio para mi vida profesional y personal. Mosquera es firme en su decisión sobre tener solo una hija, pero ha sentido la presión de que Diana no tenga hermanos, especialmente especialmente por los comentarios de otras personas. Para ella, tanto el no tener hijos como tener uno provoca críticas, porque encasillan en un rol que muchas veces va ligado a un castigo social. Desde mi perspectiva, es mejor tener un hijo y criarlo bien, con tiempo y afecto, que tener muchos de forma inconsciente. Al final, son decisiones personales de cada mujer. La socióloga de la Universidad Diego Portales, Martina Yopo, señala: En la sociedad chilena todavía sigue siendo una norma tener dos hijos. Aunque ahora estamos en una etapa de transición, donde donde estas normas están empezando a cambiar explica la profesional profesional y agrega que esto responde a un cambio generacional. En las generaciones más jóvenes, esto está empezando a ser debatido y considerado como problemático el naturalizar esta idea de tener dos hijos como la norma del ser familia. Mabel Mosquera lo reafirma: No tener más hijos es mi decisión. La maternidad es una hermosa parte de mi vida, pero no es la única.
SER HIJO ÚNICO Aunque existen mitos en torno a los hijos únicos y su forma de relacionarse, de acuerdo a la información recopilada por la agencia de investigación Gitnux sobre las dinámicas familiares y el desarrollo desarrollo de los niños, el 67% de los hijos únicos muestra una mejor adaptación emocional que los niños con hermanos. Además, la psicóloga de Clínica Las Condes, Noelia Bravo, agrega que generan lazos distintos donde se puede dar una relación más estrecha y sólida entre los hijos y sus padres. A los 38 años, Gabriela Aguilar (42) supo que estaba embarazada. embarazada. Era algo que ya había planificado con su marido y que se dio en un momento en que ambos estaban preparados para la responsabilidad responsabilidad de ser padres.
Aguilar sostiene que fue un embarazo complejo complejo y que se dio en una situación de pérdida tras el fallecimiento de su madre, algo que para ella ha sido dificil al no contar con ese consejo para su propia maternidad, pero que ha ido aprendiendo con Trinidad (4), una niña que nació el 27 de noviembre de 2019. Creo que nací para ser mamá... pero mamá de Trini cuenta Aguilar desde su casa en Coyhaique. Hoy compatibiliza su día encargándose del cuidado de su hija y sus clases como estudiante de segundo año de Psicología en la Universidad Gabriela Mistral de forma telemática.
Después del nacimiento de Trinidad, y tras lo que pasó en los meses siguientes con la pandemia, para Gabriela Aguilar y su marido, con quien lleva más de cinco años casada, tener un segundo segundo hijo no fue un tema Trinidad era su complemento, algo que para ella es fundamental, pues, a su modo de ver, los hijos no deben ser un impedimento. No fue una decisión difícil dice Aguilar y agrega: Trinidad se adecua muy bien a nuestro estilo de vida, es un complemento perfecto y, sin duda, lo disfrutamos mucho más junto a ella. Gabriela Aguilar nunca ha tenido dudas sobre su maternidad. Hasta hace un año, cuando su hija entró al jardín por primera vez y compartió con otros niños, se dio cuenta de que no todas las familias eran como la suya.
Trini tenía una amiguita que tiene dos hermanas y me hizo la pregunta que pensé que escucharía en la adolescencia, pero no, la escuché a sus tres años y medio decir: Mamá, ¿por qué mi amiga tiene dos hermanas y yo soy solita? recuerda Aguilar.
Esa pregunta pregunta la llevó a otra: ¿ Había tomado una buena decisión? Aunque Aguilar no esperaba abordar tan pronto el tema de los hermanos, cuenta que se repuso a la sorpresa y abrazó a su hija antes de explicarle que todas las familias son diferentes, algunas tienen dos o tres hijos, en otras no hay niños, incluso puede haber padres o madres ausentes, y otras son familias como la de ellos: con hijo único. 1*L. 2\ e.