Autor: POR ANTONIA DOMEYKO
La inteligencia natural de CRISTÓBAL VALENZUELA
La inteligencia natural de CRISTÓBAL VALENZUELA AIDEMXOVROFSEGAMI Y TTEG Cristóbal Valenzuela (36) abre su computador desde Londres para dar esta entrevista. Allá es verano, viste una polera manga corta y lleva una barba a medio crecer. Está una de las oficinas de Runway, la empresa de inteligencia artificial enfocada en la industria audiovisual que cofundó en 2018 y de la que es CEO.
Esa es solo una de sus oficinas; también tienen una en San Francisco, otra satélite en Seattle, y una en Nueva York, donde vive con su esposa y su hija de seis meses, y donde comenzó este proyecto hace siete años. Runway es una cotizada plataforma de la industria audiovisual, que permite editar y crear videos con inteligencia artificial. Tiene millones de usuarios, que van desde estudios de cine, agencias televisivas, productoras, marcas, hasta gente común y corriente, que puede acceder a esta tecnología desde sus teléfonos. Parte de la industria de Hollywood usa o ha usado Runway, como Netflix, Lionstage, y desde hace ya un par de años. En 2023, la película ganadora de siete premios Oscar, “Todo en todas partes al mismo tiempo”, utilizó la plataforma que creó Cristóbal. La verdad es que yo siento que no he trabajado ningún día en mi vida, porque no considero que lo que hago es trabajo. Empezamos la empresa porque era lo que nos gustaba hacer y he sido afortunado de poder seguir haciendo esto. Para mí no hay mucha barrera o distinción entre el trabajo y el no trabajo.
Es lo que me gusta hacer, es lo que hago todo el día, es lo que estoy pensando en seguir construyendo, es lo que a mi familia también le interesa, es lo que son mis intereses personales dice Cristóbal al otro lado de pantalla. Recientemente cerraron un levantamiento de capital y su empresa se valorizó en 3 mil millones de dólares y, además de tener varias oficinas, suma más de 120 personas en el equipo. Esta visión es una buena forma de distinguir a la gente que puede trabajar en Runway. Porque si te digo esto es una empresa bastante intensa de trabajar, mucha gente dice “no.
Prefiero, trabajar de 9 a 5”. Y está bien, no tiene nada de malo, pero en general nosotros trabajamos mucho más que eso, y es porque nos gusta, nos interesa, porque lo que hacemos nos apasiona demasiado.
Uno de los lemas de la cultura del equipo de Runway, explica Cristóbal, es “Figure it out”, que se podría traducir como “resuélvelo”. Es algo bien definitorio de lo que hacen, dice; de hecho, tienen poleras con este lema impreso. Es el pensar: ¿ cómo lo hacemos? Vamos a encontrar alguna solución, pero si no tratamos de hacerlo, probablemente nunca vamos a saber. Cuando empezamos, no había estado con un inversionista en mi vida, nunca había levantado plata, nunca había hecho una empresa, nunca había trabajado en tech, nunca había trabajado como ingeniero en software, nunca nada. Esa filosofía ha sido un mantra para ellos. Muchas de las cosas que estamos haciendo hoy en día nadie nunca las ha hecho y la verdad es que no hay una respuesta, porque nadie nunca lo había hecho. Cristóbal nació y creció en Santiago, es el tercero de cuatro hermanos y mirando para atrás dice que quizás esa frase del “figure it out” viene del ejemplo que vio en su mamá.
Ella fue una referente importante, sobre todo la capacidad de hacer cosas; criar cuatro hijos sola es harto y difícil, y definitivamente, hay algo en ese espíritu de que lo tienes que resolver dice Cristóbal y explica que su madre es kinesióloga de profesión. Tiene que ver con la actitud de ella, de los voy a sacar adelante y con trabajo duro, de ocho de la mañana a nueve de la noche, todos los días. Si viste eso desde chico, aprendes eso, y ves que el trabajo duro funciona. Aprendí que la vida es difícil, sobre todo si no te la entregan en bandeja. Su padre, cuenta, es ingeniero y tenía una empresa en la que vendía productos de plástico, pero se separó de su madre cuando él era niño y desde entonces no hubo mucha relación. Ni en su casa ni en el colegio, dice Cristóbal, tuvo mayor acercamiento al mundo tech.
Como niño, sus intereses estaban en lo audiovisual, le gustaba jugar videojuegos y también grabar cortos con una cámara antigua que había heredado de su abuelo, veía muchas películas y en algún momento le planteó a su mamá la idea de estudiar cine.
Me acuerdo que me dijo “haz lo que quieras, pero tienes que ser muy bueno en lo que hagas” (). Era bastante progresista y avanzada en su forma de pensar, en una sociedad donde se cultiva el exitismo y el ganar plata. Cristóbal lo dice considerando que la situación económica en su casa era ajustada. En ese entonces él estudiaba en el colegio Mayflower en Las Condes, donde había conseguido una beca para el último período de su enseñanza media. Finalmente, buscando algo lo más amplio posible, entró a estudiar Ingeniería Comercial en la Universidad Adolfo Ibáñez. Lo hizo con Crédito de Aval del Estado y por lo mismo, explica, paralelamente comenzó a trabajar. Hizo clases particulares de matemáticas, fue mesero y realizaba videos de marketing para empresas. También, por su cuenta, aprendió a programar y a hacer páginas web, y además se posicionó entre los mejores de su generación, lo que le permitió acceder a una beca. En eso estaba a sus 21 años, cuando su padre sufrió un ACV. Fue duro. Siempre estás esperando, como que ojalá que funcione, ojalá que tu viejo se haga cargo. Yo estudiaba y trabajaba, era bastante duro, y tenía que conseguirme la beca.
Pensaba que tal vez iba a cambiar él o las cosas en general, igual era harto trabajo, mi mamá estaba cansada, y por eso yo decía “ojalá esto vaya a cambiar”. Y cuando pasó eso (el ACV) fue como: ya, no va a cambiar cuenta Cristóbal y luego agrega fue sorpresivo pero la relación no era muy cercana con mi papá, creo que después del accidente incluso nos hicimos más cercanos. Cristóbal se graduó como primero en su generación, se interesó por la econometría y fue ayudante de José Miguel Benavente, hoy vicepresidente ejecutivo de Corfo. También se caracterizó por tomar caminos diferentes a los de sus compañeros.
Muchos hicieron prácticas en finanzas, en bancos y les pagaban muy bien (). Yo me moría de la lata trabajar en un banco, quería estar expuesto a cosas nuevas dice Cristóbal, quien hizo una práctica gratuita en la productora de cine Fábula. Quería aprender y observar.
Me acuerdo que uno de los proyectos que desarrollé fue luego de darme cuenta de que la forma como se enviaban los archivos entre las productoras y los editores era bastante ineficiente, entonces desarrollé una plataforma que permitiese hacer todo eso online. Al salir de la universidad entró a trabajar a una consultora, hizo clases en la UAI, y por las noches continuó haciendo trabajos free lance, programando páginas web y haciendo videos. A fines de 2015, cuando tenía 26 años, pensó que tal vez sería bueno especializarse y postuló al ITP en NYU, conocido como una escuela de arte para ingenieros, donde logró conseguir una beca también. En ese entonces vivía en un departamento con su polola y actual señora. Dejaron sus cosas en un par de cajas donde la mamá de Cristóbal y se fueron. No había un plan. Muchas veces los objetivos te limitan en descubrir cosas nuevas. Cuando partí a NYU, no tenía idea de qué iba a pasar, no sabía si iba a volver, no tenía idea de qué se trataba, nunca ni siquiera había vivido fuera de Chile. En las noches en Nueva York, cuenta Cristóbal, es cuando más le gustaba trabajar. Le acomodaba la sensación de que el mundo estuviera callado y él trabajando, programando principalmente, muchas veces hasta el amanecer. En promedio, durante esos años de estudio, dice que durmió cuatro horas al día. Empecé a programar mucho y a dedicarme a hacer software. Y el software tiene este feeling o sensación de como irte en flow. No sé cómo decirlo, pero como un flow state, como que pierdes la noción del tiempo alrededor tuyo y estás muy concentrado en lo que estás haciendo. Me ha pasado esta idea de flow state cuando escucho música. A veces escucho la misma canción en repeat, no sé, cien veces, y entras como en una especie de meditación, de concentración.
Y con la programación me empezó a pasar lo mismo: estás tratando de resolver un problema, y el problema es muy interesante y lo resuelves, y de repente miras la hora y han pasado siete horas y no te diste cuenta. En NYU tomó todos los ramos que se le permitían, también los cursos online que había disponibles, y en las noches se sumergía en la programación. Así llegó a la primera versión de lo que sería Runway, que fue su proyecto de tesis del magíster: una plataforma para editar y crear videos con inteligencia artificial. Esto fue en 2018, ¿cómo fue acceder en ese momento a la inteligencia artificial? El campo de la inteligencia artificial es de los años 40,30, se ha investigado por años. Pero el progreso del último tiempo, de todos los modelos que has visto últimamente, de ChatGPT, de Runway, empieza, más que nada, a partir del 2014. Ahí hay una serie de desarrollos bastante importantes en cómo se arman estos algoritmos, en cómo se entrenan y cómo se desarrollan. Y en mi tesis, la tesis que teníamos cuando partimos Runway, estuvimos muy cercanos a esa etapa temprana.
En 2018 la investigación más común era en autos que se manejan solos y nuestra idea fue: ¿ qué pasa si empezamos a aplicar esas mismas técnicas en el campo audiovisual? Cuando presentó su tesis sobre Runway, uno de los panelistas era director de Adobe, quien se interesó en el proyecto. Recuerda Cristóbal que poco después de su graduación a la que su mamá había viajado para verlo graduarse él tuvo una reunión con Adobe donde le hicieron una gran oferta laboral.
Fue como wow me pagaban una visa, pero sobre todo me pagaban un muy buen sueldo, que jamás pensé en ganar en 10 o 20 años explica y continúa cuando volví de la reunión, mi mamá me dijo ¿ cuándo vas a ir a firmar? Yo le respondí que no iba a firmar No sé, no lo puedo explicar, si lo piensas prácticamente, hacía sentido tomarlo, era una empresa increíble, haciendo el trabajo que quería, con buen sueldo en Estados Unidos, es como ¿ qué más querí? Mal agradecido. Pero en mi guata se sentía como la decisión incorrecta. En vez, hizo una pasantía en NYU que le permitió quedarse por más tiempo en Estados Unidos y consiguió junto a un profesor fondos de Google para hacer una investigación. En paralelo llamó a dos compañeros con los que había estudiado, el chileno Alejandro Matamala y el griego Anastasis Germandinis. Con ellos cofundó y desarrolló Runway.
Al poco andar se empezó a hablar de que Runway era un unicornio. ¿Cómo te sentías tú respecto a eso y las expectativas que hay detrás? La verdad, la verdad, es que nunca me ha interesado esa clasificación. Nunca hemos celebrado las rondas de financiamiento. El objetivo de la empresa no es ser un unicornio. Es un buen ejemplo de lo que te decía antes de no tener objetivos, el objetivo no es levantar plata, no es ser un unicornio. Esos son objetivos bastante vanidosos. Son cosas que te pueden hacer sentir bien, pero que no necesariamente significan que estás haciendo las cosas right, o que estás haciendo actual progress. Nuestro objetivo, nuestra obsesión ha sido crear un buen producto, tener un buen equipo. No partimos la empresa tratando de ser un unicornio. Partimos la empresa porque queríamos trabajar juntos. Cinco años después de empezar a desarrollar Runway, en 2023, Cristóbal fue elegido entre las 100 personas más importantes en AI por la revista Time.
La publicación comienza así: “Para los actores de Hollywood, que están en huelga en parte por la preocupación de que la AI se utilice cada vez más para generar escenas de películas, Cristóbal Valenzuela podría ser el enemigo público número uno”. ¿Cómo manejaste la situación de las huelgas en Hollywood que apuntaban justo a lo que tú estabas desarrollando? Nada, escuchando, trabajando con ellos. Es una reflexión y una consecuencia natural a un cambio radical. Creo que hoy en día no queda ninguna duda de que la AI tal vez es la tecnología más importante de nuestras vidas y que la humanidad ha visto en toda su existencia. Es muy dramático el cambio que estamos viviendo y el que vamos a seguir viviendo. Y, por supuesto, que hay dudas, ansiedades y preguntas. Y eso fue como el principio de la tecnología, cuando las cosas estaban masificándose. Hoy en día, la mayoría de los estudios trabajan con Runway. La mayoría de los directores saben de AI o la han incorporado.
Una de las preocupaciones de los actores era la posibilidad de una réplica digital de ellos y estaban preocupados de que hubiera un consentimiento o una compensación. ¿Tú te involucraste de alguna manera en eso? Somos muy cercanos a la industria de Hollywood y a la industria de medios. Hicimos mucho trabajo de educarlos, de mostrarles, de trabajar con ellos.
Para mí fue como la historia de cuando se mostró la primera película en París de los hermanos Lumière, donde se ve un tren llegando a una estación y la gente salió corriendo del teatro cuando llegó el tren, porque pensó que era real.
Creo que un poco ese tren arribando a la estación se sintió. ¿De qué manera crees que nos va a cambiar la vida la AI? Creo que es un cambio cultural y social bastante grande, creo que está modificando cómo los estudiantes aprenden, la forma en que la gente se comunica, y cambiando también la forma en que pensamos en el arte, el entretenimiento, en los medios. Va a ser una revolución similar a lo que ha pasado con Internet, pero que la gran diferencia es que esto va a pasar probablemente en cinco años, si es que no menos. Creo que va a ser un cambio dramático que va a requerir muchos ajustes. Una preocupación es que va a quitar muchos puestos de trabajo. Y va a crear muchos también. La historia demuestra que cada nueva tecnología generacional o transformacional hace cosas obsoletas, pero al mismo tiempo crea nuevos puestos de trabajo, nuevos rubros. El cine no existía hace 150 años, y la cámara permitió que esa industria existiese. Respecto a la situación de los actores, explica, más que acuerdos ha habido un mayor entendimiento de la tecnología. Puedes encontrar formas nefastas de ocupar la tecnología, pero también puedes encontrar formas muy positivas. Puedo agarrar un auto y hacer cosas muy malas o puedo regular cómo funcionan los autos y asegurarme que el incentivo esté en que la gente esté educada al manejar. Que es un poco lo que está pasando con esta tecnología, donde gran parte de la responsabilidad está siendo puesta en el usuario.
La AI está entrando en todos los campos, ¿se vio venir que en la política se le diera un uso tan tóxico? Esa idea de la AI usada como política para influir en campañas ha sido discutida en Estados Unidos desde el 2016, desde que salió elegido Trump la primera vez. Y, en general, lo que ha pasado es que han habido casos, pero también la capacidad de la gente de detectar esas instancias se ha vuelto bastante más rápida. Pero pareciera haber inquietud sobre qué es verdad y qué no Yo creo que esa capacidad de generar videos reales ha estado en las manos de la sociedad por mucho tiempo. El cambio más que nada tiene que ver en la velocidad con la cual se puede hacer y que ha estado en las manos de muy poca gente.
Hoy en día esa capacidad está en las manos de mucha gente y creo que el potencial positivo es muy grande. ¿Cómo ves que ha llegado la AI a Chile? En Chile lo he visto un poco más lento, no veo una industria muy bien desarrollada en términos de investigación, nunca he visto un modelo creado en Chile, todavía hay mucho por explorar, por invertir.
Hay muchos países que ya están invirtiendo en términos gubernamentales y creo que los países latinoamericanos, especialmente Chile, van a tener que ponerse un poco más ambiciosos y con un poco más de consideración en lo que se viene. “Muchas de las cosas que estamos haciendo hoy en día nadie nunca las ha hecho”, dice Valenzuela.. En 2023 fue elegido entre las 100 personas más importantes en AI por la revista Time.
Es uno de los cerebros detrás de la revolución de la inteligencia artificial en el cine con su plataforma Runway, que cofundó en 2018, y que recientemente fue valorizada en más 3 mil millones de dólares.
A los 36 años, instalado en Nueva York con su esposa y su hija, cuenta que de niño quiso estudiar cine, que cuando llegó a NYU se le abrió un mundo y que encontró en la programación un estado casi meditativo. Sobre la AI dice: “Es muy dramático el cambio que estamos viviendo”. “Muchas de las cosas que estamos haciendo hoy en día nadie nunca las ha hecho”, dice Valenzuela.