Autor: Por Viviana Candia
"Mis apoyos se deben principalmente a mi trayectoria profesional"
Candidato a fiscal nacional, Ángel Valencia “En los primeros 60 días — porque no podemos esperar más-—, hay que desarrollar un trabajo que nos permita desbaratar las principales organizaciones que están amenazando a autoridades y algunas situaciones particulares de crimen organizado” dice el abogado. Legó esta mañana desde Uruguay donde estuvo haciendo clases a los fiscales de ese país toda la semana.
Ángel Valencia confiesa que no suspendió esa actividad, principalmente “porque quería estar alejado de lo que ocurría aquí en Santiago”. A él le han cuestionado las defensas que ha tomado durante los 25 años de trabajo profesional (que también incluye la academia y su paso como fiscal) y las transversales amistades políticas que tiene. “Ha sido un proceso amargo”, reconoce el abogado, uno de los dos candidatos con más alta votación de la quina que elaboró la Suprema para que el Presidente elija al próximo fiscal nacional.
Por lo mismo, asegura, “he tenido especial cuidado de no tener ningún tipo de reunión privada en el contexto de este proceso”. Si bien sabe que los 17 votos que logró en la Suprema no son vinculantes con lo que decida el Presidente Boric, dice sentir “un especial orgullo”, porque corresponde a un reconocimiento a su trayectoria que también incluye la academia. Énfasis: equipo especial contra crimen organizado Ante la Suprema esbozó su plan en tres líneas de acción con medidas urgentes y otras de más largo plazo. La primera apunta a crear una fuerza de trabajo especial, abocada al crimen organizado y narcotráfico, que sea carácter suprarregional, encabezada por el fiscal nacional y un grupo de fiscales especializados. Su foco: las amenazas y los atentados en contra de fiscales, jueces, autoridades públicas y funcionarios del sistema de justicia y del gobierno en general.
“En los primeros 60 días —porque no podemos esperar más tiempo que ese—, esperamos desarrollar un trabajo que, con el apoyo de inteligencia artificial, nos permita desbaratar las principales organizaciones que están amenazando a autoridades y algunas situaciones particulares de crimen organizado”, asegura.
Lo segundo es colaborar con el plan nacional de seguridad que impulsa el Gobierno y, en tercer término, desarrollar un trabajo para que prospere ese plan nacional: “Hoy necesitamos un acuerdo de coordinación, mucho mayor con el SIl, con la Unidad de Análisis Financiero, con Carabineros, con la PDI, con la Aduana, para combatir el crimen organizado.
Lamentablemente, lo que hemos visto en el último tiempo es que frente al narcotráfico y el crimen organizado se opone una persecución penal desorganizada”. Su apuesta es que dichas coordinaciones —a nivel nacional, regional y local— “deriven en iniciativas concretas y no simples reuniones para la foto”. También espera —si es nombrado en el cargo— ira las fiscalías del norte del país y a las de la Macrozona Sur “donde los fiscales están siendo amenazados y viven en permanente riesgo.
Quiero ir a acompañarlos, decirles que estaremos con ellos y no con simples declaraciones, sino con planes de protección concretos”. Preocupa la imagen del Ministerio Público? En la encuesta Paz Ciudadana los fiscales reciben nota 2,8. —Más que preocuparme de la imagen, me preocupa la confianza de la ciudadanía en la fiscalía. Mis iniciativas apuntan a recuperar esa confianza. El MP es quien debiera tener las mejores cifras y las más confiables del sistema, porque es el que tiene la mejor información.
Yo aspiraría a que después de ocho años de gestión, tuviéramos una división de estudios que proporcionase información a la comunidad sobre la situación de la criminalidad, que fuese tan confiable como las cifras del Banco Central en materia económica y que es igualmente autónoma que el MP.
“La política no es perversa ni satánica” — El senador Juan Luis Castro (PS) dijo que este proceso ha sido un poco tormentoso, por el nivel de descalificaciones ¿ lo siente así? —Ha sido un proceso amargo.
Si bien se ha ceñido estrictamente a la ley, con mecanismo de publicidad que van más allá de la ley —nuestras presentaciones se hicieron ante la Corte Suprema, pero además el Poder Judicial tomó medidas para que fueran transmitidas en directo— el voto de los ministros se hizo público. Lamentablemente, han ocurrido sucesos que lo hacen incómodo o amargo. Tengo la confianza, de que esto no afectará la decisión de quienes están llamados por ley a resolver quién debe encabezar el MP.
Espero que esta experiencia sirva para introducir mecanismos que mejoren la forma sobre cómo la comunidad conozca las propuestas de los postulantes. —¿ Las negociaciones políticas podrían afectar la legitimidad del próximo fiscal nacional? —La política no es perversa ni satánica, la política es sana en una sociedad democrática. Y es razonable que los políticos discutan respecto de qué es lo que creen que es necesario para los próximos años y quién consideran que reúne las condiciones para enfrentar ese desafío.
No creo que uno pueda esperar de parte del Senado y del Presidente de la República que hagan una evaluación que se aparte de la discusión política, más bien me parece sano. —En los mentideros de la política dicen que usted es el candidato del Socialismo Democrático, quizás por su amistad con el senador Elizalde. —Entre las personas que me impulsaron a participar no se encuentra el senador Elizalde y, usted entenderá, que desde el momento que decidí postular implicó separar aguas. Mis apoyos se deben principalmente a mi trayectoria profesional. En estos 25 años he estado en la fiscalía, en la academia, representando a personas. No estoy encondiciones de afirmar que vengan de sectores políticos determinados.
Más bien el reproche que se me ha hecho es que tengo apoyo desde distintos sectores políticos. —Usted como litigante le ha tocado representar a muchas personas. ¿Cómo hará —si es que es Fiscal Nacional— para no sentirse presionado por amistades o conocidos? —Los abogados estamos familiarizados con buscar soluciones ética y legalmente correctas a los conflictos de interés. Ocurre todo el tiempo. Y los conflictos de interés se resuelven con la aplicación de la ley y de la ética. Lo más importante es que se transparenten tal como las circunstancias de hechos que podrían dar origen a un conflicto de interés. —¿ Habrá casos en que usted mismo decida inhibirse? —NOo cabe duda. Tal como anteriores fiscales nacionales lo hicieron en casos de parientes.