Autor: FELIPE AHUMADA JEGÓ FOTOS: MAURICIO ULLOA
Gendarmes califican de "increíbles" cambios de actitud en internos que llegan a un CET
Gendarmes califican de "increíbles" cambios de actitud en internos que llegan a un CET En ÑublE ExistEn cEntros dE Estudio y trabajo En san carlos y yungay "A los malvados delincuentes, como nos llama la gente, también se les puede sacar cariño y bondad", asegura Aarón, uno de los 17 reclusos del plantel sancarlino. Trabajan y estudian en el campo, sin barrotes ni muros. Pero aseguran que "para otros en la cárcel, esto es casi una traición". felipe ahumada jegó fahumada@ladiscusion.cl fotos: Mauricio ulloa A arón Jara se ofrece de voluntario y nos da la entrevista. Delgado, más bien bajo, moreno y abrigado con una parka negra que presenta la suciedad de quien ha estado removiendo escombros y suciedad todo el día. Tiene 27 años y comenzó a delinquir desde los 14. Ha caído por hurto, quebrantamiento de condena y robo en lugar habitado. Dice que se dedicó al robo porque "no todos tenemos la misma crianza. No todos crecimos en los mismos ambientes, en algunas partes no es tan fácil". En medio de esa niebla social creyó ver claros de sol.
Intentó el trabajo normal, buscó por la vía del estudio, e incluso "conocí los caminos del Señor". Pero la densa neblina lo tenía atrapado, aunque no lo suficiente como para hacerlo perder toda esperanza, porque "siempre había algo en mí que me pedía salirme". En la cárcel tenía su "piño", porque el piño es lo más parecido a ese que lo acoge en el medio libre. En su barrio, la gente se mueve en piños, nadie quiere ser distinto al piño protector, el que a su vez, demanda el celoso cumpliento de sus códigos. El que se pone a estudiar, el piño lo aparta.
El que trabaja o busca "hacer conducta" deja de contar con la protección del piño y queda a merced de su suerte. "Pero uno empieza a crecer, a madurar... y la mentalidad no es la misma. Es doloroso que tu mamá esté de cumpleaños y no estar con ella, ni hablar las navidades. Es doloroso perderse los mejores momentos de la familia", explica. El martes pasado, mientras dormía en su dormitorio lo despertaron unos gritos lanzados con urgencia. No era primera vez que despertaba así. Cuando alguien del dormitorio en la cárcel se trenza en combate con otros internos, sí o sí debe acudir al llamado.
Esta vez, el enemigo no era otro reo, sino un implacable fuego que destruía el máximo orgullo de la primera ventana de salida de esa vida delictual que añora dejar: la fábrica de longanizas San Miguel, del Centro de Estudio y Trabajo de Gendarmería. Ardió por completo. Los 17 internos (absolutamente baneados por sus excompañeros de cárcel) improvisaron como bomberos junto al personal de Gendarmería y evitaron que el daño fuera mayor. Hasta hoy siguen limpiando y ordenando, porque se juramentaron reconstruirla. Caminan libres por las 17 hectáreas del CET, nadie los vigila con tanto celo. Incluso algunos se van en micro a trabajar como personal de aseo en Gendarmería y vuelven antes de las 17 horas. Otros ocupan el taller y realizan trabajos en madera para poder ganar algo extra. Nada de insultos, ni amenazas, ni ataques, ni espantosas peleas con estoque.
Aarón dice que tiene miedo de salir y reincidir, pero a la vez asegura que cree en la reinserción. "Si le pudiera dar un consejo a esos adolescentes, les diría que no hay nada más valioso que la familia, la libertad o la posibilidad de ser alguien en la vida.
Les diría que no se dejen llevar por el entorno, porque cuando caes a ellos no les importa y sólo es tu familia la que sufre". Finalmente, nos confiesa que le gustaría que su nombre y el de todos los internos del CET quedaran estamNadie se droga, tampoco hay riñas, ni amenazas, ni hacinamiento. Son 17 internos en San Carlos estudiando y trabajando en 17 hectáreas.
Mientras en la cárcel de Chillán, el hacinamiento es del 400%.. Gendarmes califican de "increíbles" cambios de actitud en internos que llegan a un CET pados en la historia, como quienes reconstruyeron -con sus manosla afamada fábrica de longanizas, "porque a los homicidas, los ladrones, a esos delincuentes como nos llama la gente, también se les puede sacar cariño y bondad", asegura mientras el brillo del sol rebota con fuerza en sus negras pestañas.
Como si ese sol, el cielo con sus aves, y el verde del entorno estuvieran conscientes que los ojos de Aarón los miraba con más atención y añoranza que ningún otro ser vivo del planeta. "El cambio es increíble" Los CET constituyen establecimientos penitenciarios destinados a contribuir al proceso de reinserción social de las personas condenadas, proporcionando trabajo regular y remunerado, capacitación o formación laboral, psicosocial y educacional. "Sin perjuicio que en cumplimiento de este objetivo puedan constituir unidades económicas productivas y comerciales de bienes o servicios", tal como se define en el decreto supremo N 943, en su artículo 64.
Algunos de estos centros son de regimen cerrado, semiabiertos (independientes y autónomos, donde se cumple condena en un régimen basado en la autodisciplina y relaciones de confianza); y otros son abiertos, y dependen de un Centro de Reinserción Social (C.R.S. ), cuyo objetivo principal es la reinserción social.
En Ñuble, existen los CET de San Carlos y de Yungay (12 internos), que son semiabiertos Así como la estrella sancarlina es la longaniza, "en Yungay poseemos un plantel ovino, con fines de venta para consumo. Los usuarios participan en el cuidado, esquila y mantención de las ovejas", explica el capitán Nicolás Zúñiga, jefe del CET yungayino.
Para su selección se evalúa su disposición al trabajo, necesidades de reinserción social, motivación al cambio y antecedentes psicológicos, sociales y de conducta, características que deberán ser medidas y apreciadas por el Consejo Técnico en su informe. "Quienes muestran interés constante en adquirir conocimientos para fortalecer su proceso de intervención pueden postular. Una vez dentro, los objetivos se cumplen mostrando en el régimen diario autodisciplina, autocontrol y compañerismo al momento de colaborar con sus pares en las distintas tareas diarias", añade el capitán.
El programa cuenta con un modelo de intervención especializada y focalizada que aborda no solo los ámbitos laborales y educacionales, sino que también intervienen los factores de riesgo criminógenos, por tanto, debe considerarse en el proceso de evaluación y selección de los postulantes con base en las necesidades que presenten quienes quieran acceder al programa. El Centro de Educación y Trabajo San Carlos está ubicado a 5 kilómetros al surponiente de San Carlos, en el Sector San Miguel de Ablemo.
Su terreno de 16,7 hectáreas fue entregado en 1995 a Gendarmería de Chile por el Coprocede (Comité Pro Centro de Detención de San Carlos). Cuenta con una dotación de 27 funcionarios a cargo de un jefe de unidad, el capitán Manuel Osorio y actualmente tiene una nómina de 15 internos hombres y dos mujeres. El capitán, viene de la región de Valparaíso, unidad que ofrece una realidad delictual sideralmente más compleja que la de Ñuble. Y éste es su primera vez a cargo de un CET. "Trabajar al aire libre, sin barrotes, sin rejas hace que el trabajo se sienta muy diferente. El trato con los internos es mucho mejor, y se nota que entre ellos hay respeto y compañerismo. Sus familias los pueden venir a ver, a celebrar sus cumpleaños y todo eso hace que los internos cambien su personalidad de manera increíble", explica. Asegura que incluso los mismos gendarmes "nos volvemos más proactivos, con mentalidad emprendedora porque estamos pensando en cómo hacer nuevos proyectos, conseguir convenios y más trabajo para ellos.
Al final, esto en vez de cárcel, es como una empresa y tú vienes feliz a trabajar". El capitán ha visto a madres llorando de alegría al ver esta faceta desconocida y esperanzadora de sus hijos. "¿Por qué no te metiste en esto antes?, le preguntaban. Pero no es fácil salirse porque el mismo entorno no te deja. Sin embargo, cuando toman la decisión, se les abre un mundo y era el promedio de internos que formaban parte del plantel del CET de San Carlos, que comenzó a funcionar en 1995.
Sin embargo, el desinterés de los reos por salirse del mundo delictual ha hecho que esta nómina no supere los 17 en promedio. 40 cuando dejan atrás a ese entorno, se terminan por dar cuenta, que en el fondo perdieron nada". Cada vez menos internos Pese a todo, no deja de ser curioso -y preocupanteque el promedio de internos que llegan a este medio sea cada vez más bajo.
Para Pablo Gaete, subdirector nacional de Reinserción Social, "hay una alta tasa de postulantes, sin embargo, los procesos de revisión para probar estos ingresos han sido más rigurosos, entendiendo que los perfiles de los usuarios no son los de hace 10 o 15 años.
Estamos trabajando en fortalecer las herramientas de intervención con un trabajo especializado que permita potenciar y minimizar los riesgos de reincidencia de aquellos usuarios que postulan al programa". Respecto de la oferta del programa, y las posibilidades de ampliarlas, añade que "se está trabajando en destinar mayores recursos presupuestarios para poder otorgar especialización en un oficio determinado que les permita desarrollarse en el medio libre y lograr puestos de trabajo lo que sin duda se ha visto mitigado, ya que el presupuesto del programa es limitado, debiendo en algunos casos, priorizar la actividad productiva y asegurar un incentivo a los usuarios, incentivo que va en directo beneficio del interno, trabajador y su familia". MANUEL OSORIO jEfE CET San CarloS El trato con los internos es mucho mejor, y se nota que entre ellos hay respeto y compañerismo" ÓScAR cRISÓStOMO gobErnador rEgional dE ñublE Comprometimos todo nuestro apoyo para reconstruir lo antes posible nuestra icónica fábrica de longanizas" El Centro de Educación y Trabajo San Carlos cuenta con un terreno de 16,7 hectáreas. "nos gustaría que la gente sepa que nosotros somos los que reconstruiremos la fábrica de longaniza con nuestras manos".. - - - - -