CARTAS: No se oye, padre...
CARTAS: No se oye, padre... Señor Director Hemos conocido evidencias de un fraude monumental al Estado por parte de funcionarios públicos, a través del uso inmoral de licencias médicas para su beneficio personal.
Más allá del agradecimiento a la Contraloría por su valentía y acuciosidad, me parece increfole y reprobable el silencio cómplice y carente de propuestas de los dirigentes de la ANEF, la CUT, el Colegio de Profesores, Munici palidades, el Partido Comunista, el Frente Amplio y varios otros, que parecen amparar el escándalo y disculpar a sus asociados. ¿Acaso no sienten algo de pudor por lo acurrido, o no se atreven, o son de los mismos? Tal vez esperan que el tiempo borre las culpas.
Tampoco una mínima autocrítica del ministro de Hacienda y del director de Inv puestos Internos que, en conocimiento del problema, no han logrado nada por el mal uso de los recursos que le exigen sin piedad a la sociedad y al sector productivo y que se malgastan bajo sus narices. Lo anterior pone en duda que vaya a haber una rectificación en el manejo de esos recursos y en la recuperación moral dl paí, que es el problema de fondo. Enel sector privado también se cuecen habas. Ya los detectarán, pero ahora la evidendía da de sobra para una profunda corrección del Estado. Nose oye, padre. JOSÉ ANTONIO GUZMÁN M. Tenía todos.