Autor: Raúl Fernández Vásquez, cronista rural
Columnas de Opinión: Las caletas y su memoria
Columnas de Opinión: Las caletas y su memoria Columna notrotiempo-comosabemos-elterritorio que comprende elSeno del Reloncavífuerecorrido por grupos canoerosnó'mades conocidos comochonos.
Ubicados entreelarchipiélago de Chiloé y la península de Taitao, y dedicados la caza y ala recolección (lobos marinos, aves, peces, recolección de mariscos), viajaban Testimonios de la presencia de grupos aborígenes por el territorio de tablas cosidas llamadas “dalcas”. en grupos, en canoas sonllos conchales esparcidos a lo largo de la costa, más de alguna toponimia y los saberes vinculados al mar.
Lallegada delos españoles alazona de Chiloé iría configurando una cultura del bordemar, con la integración de prácticas comola pesca, la horticultura, el marisqueo a pie y la cría de animales, dando inicio a la movilidad marítima. Fue así como en las costasse fueron instalando astilleros, poblados y caletas que perduran hasta hoy.
De acuerdo alaley, éstas se definen como “la unidad productiva, económica, social y cultural ubicada en un área geográfica delimitada, en la que se desarrollan labores propias dela actividad pesqueraartesanal y otras tareasrelacionadas directao indirectamenteconla pesca artesanal”. En Chile, deacuerdo alaSubcaletasse encuentran en secretaría de Pesca, “más del 90% delas las categorías menos desarrolladas”. Como fuese, en el tramoinicial de la Carretera Austral, nuestras llamadas caletas se van presentando una a una mientras se viaja hacia el sureste: península de Coihuín, Piedra Azul, Quillaipe, Metri, Lenca, Chaicas, Caleta Gutiérrez y Caleta La Arena. En ellas encontramos asentamientos de pescadores, recolectores de orilla, cultivadores de algas o choritos, quienes junto a sus labores productivas, han dado vida a comunidades con las particularidades propias de cada sector.
La presencia de la madera en antiguas casas de campo y viejos galpones, en escuelas y capillas, en la práctica de la carpintería de ribera, así como también la utilización de diversos artilugios de pesca y de “marisquería”, evocan un pasado que ha ido dando paso acambiossignificativos en la vida comunitaria del territorio, entre otros, el mayor poblamiento en todasuextensión, las parcelaciones, la presencia deactividades turísticas y la instalación de locales comerciales y gastronómicos.
Apesar de y/o los cambios (“según nuestro parecer /cualquieratiempo pasado / fue mejor”, escribió el poetaJorge Manrique), las caletas son lugares que reciben la permanente visita de turistas, de quienes deben transitarlas por trabajo, de nuestros artistas, quienes recorren y aprecian su singular paisaje: el espaciomarino, su fauna y vegetación, los senderos costeros y botes varados, toda la memoria que se conserva y se recrea en las prácticas culturales de sus habitantes..