Emprender desde la ciencia: el motor que necesitamos para innovar
Emprender desde la ciencia: el motor que necesitamos para innovar La La respuesta está en los subsidios subsidios públicos, un mecanismo mecanismo que funciona como apoyo económico directo del Estado. A diferencia de un crédito, un subsidio no se devuelve: es una inversión país para que un equipo pueda avanzar en investigación, validación y desarrollo de su innovación. innovación. Uno de los más relevantes es Startup Ciencia, programa convocado convocado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que apoya a startups de base científico-tecnológica científico-tecnológica con hasta $134 millones por proyecto. En su última versión, que está disponible para postular, este instrumento dispuso $11.000 millones para impulsar iniciativas que, sin este tipo de apoyo, difícilmente podrían salir del laboratorio. Según cifras de ANID, más de 200 emprendimientos han recibido recibido apoyo desde la creación de este fondo, lo que ha generado patentes, patentes, empleos altamente calificados y alianzas con empresas privadas. LA BARRERA CULTURAL Para Alvaro Ossa, director de Innovación de la Pontificia Universidad Universidad Católica y autor del libro Del laboratorio al mercado, uno Católica de Chile. de los principales desafíos sigue siendo cultural. “Los científicos en Chile han tenido una larga trayectoria de hacer ciencia a primer nivel, pero muy poca experiencia en emprender. emprender. Hoy todavía se piensa que son caminos no complementarios, cuando cuando en realidad lo son. Si queremos que científicos chilenos emprendan, necesitamos armar equipos y, sobre todo, creernos el cuento”, aseguró. Respecto del programa Startup Ciencia, Ossa es cauto pero optimista. optimista. Aunque advierte que “todavía “todavía es temprano para evaluarlo en profundidad”, destaca su importancia importancia al enfocarse específicamente en emprendimientos de base científica y tecnológica, con características muy distintas a los negocios tradicionales. tradicionales. Además, subraya un aspecto clave: el presupuesto del fondo ha crecido en cada convocatoria, convocatoria, lo que refleja un compromiso sostenido del Estado con este tipo de innovación. Por eso, su invitación a los investigadores investigadores es clara: si la ciencia que desarrollan resuelve un problema real, también existe la responsabilidad responsabilidad de llevarla más allá de los papers.
“Los invito a atreverse plantea porque la ciencia no es solo conocimiento acumulado: tiene el poder de cambiar el mundo cuando cuando llega a las personas”. DE LA INVESTIGACIÓN AL MERCADO Ese cambio de mentalidad de pensar en un paper a pensar en un producto es el que vivió Camila Beltrán Stuardo, CEO y cofundadora cofundadora de Permacultura Tech. Su startup combina biotecnología y agricultura regenerativa, pero el tránsito desde investigadora a emprendedora no fue fácil. “Lo más difícil fue dejar de Tech. mirar solo el valor científico y aprender aprender a transformarlo en una solución real, viable y que respondiera a una necesidad del mercado”, explica. El punto de inflexión lo marcó Startup Ciencia. Gracias al programa, programa, pudieron escalar sus pruebas en terreno, incorporar más tecnología y profesionalizar al equipo. “Pasamos de una validación en pequeña escala a tener un producto listo para su lanzamiento comercial”, comenta, a la vez que destaca que este financiamiento financiamiento aceleró notablemente el crecimiento de su proyecto. Hoy, con un pie en la ciencia y otro en el mercado, Beltrán tiene claro que el emprendimiento científico implica riesgos, pero también una oportunidad única: “El mayor riesgo está en no intentarlo. Emprender es desafiante, pero permite que la ciencia salga del papel y genere impacto real en las personas”. UN MOTOR PARA EL DESARROLLO La pregunta de fondo es por qué Chile necesita estos subsidios. La respuesta es clara: porque aún tenemos una brecha estructural. Menos del 10% de las investigaciones investigaciones con potencial comercial en Chile logran transformarse en empresas reales. Y mientras tanto, la productividad productividad del país está estancada. No basta con más papers ni más congresos: necesitamos más ciencia convertida en empresa. Startup Ciencia es, en ese sentido, sentido, un recordatorio poderoso: el conocimiento vale más cuando se pone al servicio de la sociedad y del mercado. No es un lujo académico, es un motor de desarrollo.
ALVARO OSSA, director de Innovación de la Pontificia Universidad CAMILA BELTRÁN STUARDO, CEO y cofundadora de Permacultura STARTUP CIENCIA 2025 Convoca: Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). Qué es: subsidio que apoya a startups basadas en ciencia y tecnología para llevar investigaciones al mercado. Monto por proyecto: hasta $134,5 millones. Quiénes pueden postular: startups chilenas ya constituidas con base científica-tecnológica, con menos de 10 años de antigüedad y ventas inferiores a 25.000 UF anuales. Qué financia: validación de prototipos, estudios de mercado, mercado, estrategia de propiedad intelectual, desarrollo de modelo de negocio y escalamiento. Impactos hasta ahora: más de 200 startups apoyadas, generación de empleos altamente calificados, patentes y licenciamientos, mayor vinculación entre startups y empresas empresas consolidadas. PREGUNTA AL ESPECIALISTA Felipe Díaz es consultor en innovación y financiamiento, exejecutivo de Corfo y asesor de startups y empresas. Escanea Escanea este código QR, donde puedes preguntarle directamente tus dudas sobre innovación, emprendimiento y fondos públicos para emprender..