Autor: MARÍA SOLEDAD RAMÍREZ R.
Archivo que busca conservar las películas de un Chile de antaño
Archivo que busca conservar las películas de un Chile de antaño en 8mm solo se sabe que es de los años 70. Sería una película huérfana. Se puede revisar material en Instagram @filmoteca. cl. ORFUACETOMLIF ORFUACETOMLIF Son imágenes de familias en viaje, de alguna fiesta en casa, del paisaje. Las películas caseras suelen mostrar el lado bueno de las cosas, pero cuando se trata de registros fílmicos de hace casi 100 años, su valor patrimonial vuelve irrelevante ese sesgo de bondad. Son documentos de cómo éramos y cómo lucían nuestras ciudades y paisajes.
Ese es uno de los valores de la filmoteca de la U. de la Frontera, UFRO, que gracias a un fondo de $60 millones del Programa de Apoyo a la Preservación del Patrimonio Audiovisual, recibido a fines de 2024, ha iniciado un proyecto de catalogación y digitalización del archivo que pacientemente construyó en las últimas décadas el docente Diego Olivares, periodista con un magíster en cine documental y doctor en comunicación.
Olivares es el encargado de la filmoteca y está trabajando sobre unos tres mil rollos de películas, de la década de 1920 a la de 1980, que fue adquiriendo en ferias, plataformas digitales, mercados e, incluso, las encontró en la basura.
“Para mí era muy importante que estas películas que yo tenía como colección particular fueran traspasadas a una institución que le diera más soporte, porque no son materiales sencillos, son materiales que requieren un trabajo profesional para que se conserven, para que puedan difundirse, para que puedan digitalizarse”, explica Olivares sobre su decisión de entregarlas. El proyecto de la filmoteca de la UFRO contempla la compra de un escáner profesional para digitalizar el material y la contratación de un equipo para catalogarlas.
También fueron visitados por una restauradora que inspeccionó las películas y evaluó en qué condiciones están, algunas con daños por hongos o con el “síndrome del vinagre”, que se produce porque el material orgánico con que están hechas empieza a transformarse en ácido acético y produce olor a vinagre. La catalogación no ha sido fácil. Casi el 100% de las películas no tiene un registro claro de qué muestran o a quién pertenecieron. En el equipo las llaman “huérfanas, porque son películas que en algún minuto perdieron el vínculo con sus familias”, explica Olivares. “Nos gusta mucho que estas películas se reencuentren con sus familias. Y eso nos ha pasado varias veces cuando publicamos imágenes en redes sociales, a veces aparece la familia y se reconoce, cuestión que siempre es muy impresionante”, agrega. Como documento, estas películas muestran lo que fuimos.
“Hacemos una distinción entre ellas, las del adentro y las del afuera”, señala a grosso modo Olivares, sobre los filmes que muestran la intimidad de la familia y aquellas que salen al exterior y registran la ciudad y el paisaje. “También estamos investigando sobre cómo se construye el paisaje chileno por medio de diarios de viajes fílmicos.
Hay muchos de estos, de familias viajando en tren, en auto, en barco o a pie, transitando por el país y registrando las cuestiones que le son llamativas y registrando a las otras personas”. El material de la filmoteca es de todo el país, pero el investigador comenta que la mayoría son películas filmadas en Santiago y hacia el sur. Hay hartos registros de la cordillera y el mar; también de cumpleaños, bautizos, primeras comuniones y las fiestas patrias. “Hay mucha fiesta, mucha comida”, describe Olivares, pero también “hay cosas bien dramáticas.
Se ve mucho niño a pie pelado, por ejemplo, trabajo infantil y pobreza”. Además, el archivo tiene filmaciones donde aparecen el sacerdote Alberto Hurtado saliendo de misa, el presidente Pedro Aguirre Cerda fumando y otros mandatarios como Jorge Alessandri y Juan Antonio Ríos. A fines de este año tendría que estar la página web que permita acceder al catálogo de rollos, lo que incluirá un mapa interactivo. Y luego, la construcción de una bóveda profesional, con la temperatura y la humedad que permita conservar las películas. La elefanta Fresia en el Zoológico. Diego Olivares llegó a las películas caseras al investigar a Hernán Castellano (19372016), escritor, pintor y cineasta chileno. La filmación la tomó él. ORFUACETOMLIF sería en la estación de Loncoche en los años 60.
El archivo contiene películas de todo Chile, pero hay más del sur del país y de Santiago.. La U. de la Frontera está iniciando un proyecto de catalogación y digitalización de unos tres mil rollos de filmaciones caseras que van desde la década de 1920 a 1980. Imágenes que muestran un paisaje y una sociedad en transformación De esta filmación