Autor: Blanca Klahn Acuña Directora de Odontología Universidad Andrés Bello
Columnas de Opinión: Problemas de salud dental
Columnas de Opinión: Problemas de salud dental Blanca Klahn Acuña Directora de Odontología Universidad Andrés Bello Las migrañas, caracterizadas por intensos dolores de cabeza acompañados frecuentemente de náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido, afectan a millones de personas en el mundo.
En Chile, se estima que aproximadamente un 12% de la población -cerca de 2 millones de personas sufre de migrañas, siendo las mujeres las más afectadas, con una proporción de 3 a 4 veces más que los hombres. Un aspecto menos conocido, pero cada vez más investigado, es el vinculo entre las migrañas y la salud dental. Diversos estudios sugieren que los problemas odontológicos no solo pueden exacerbar los episodios de migraña, sino incluso ser una causa desencadenante en muchos pacientes. Uno de los factores más relevantes en esta asociación es el bruxismo, un trastorno que implica apretar o rechinar los dientes, generalmente durante el sueño. En Chile, durante los últimos 10 años se ha observado un aumento significativo en las consultas por bruxismo, con un incremento del 50%, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos. Este hábito se caracteriza por provocar una tensión continua en los músculos mandibulares, el cuello y la cabeza, lo que puede desencadenar dolores de cabeza persistentes y migrañas. Además, las alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM) representan otro nexo importante. La ATM conecta la mandibula con el cráneo, y su disfunción puede producir síntomas que incluyen dolor facial, limitación en el movimiento mandibular y dolores de cabeza, que muchas veces se confunden con migrañas.
La población chilena no se escapa de estas alteraciones, ya que, según un estudio realizado en la población adulta del Servicio de Salud de Valparaíso-San Antonio, la prevalencia de al menos un diagnóstico de trastorno temporomandibular (TTM) asciende al 49,6%, mientras que el 19,6% padece de un TTM severo. Otro aspecto para considerar es la mala oclusión dental. Cuando los dientes no encajan correctamente, se genera una distribución desigual de las fuerzas al masticar, lo que puede sobrecargar los músculos de la cabeza y el cuello. Esta sobrecarga puede convertirse en un factor perpetuador de tensiones musculares y, en consecuencia, de migrañas recurrentes. La corrección de la oclusión mediante tratamientos ortodónticos ha mostrado, en algunos casos, una disminución significativa en la frecuencia e intensidad de los episodios de migraña. Finalmente, infecciones odontológicas, como los abscesos dentales o las periodontitis no tratadas, pueden también provocar inflamaciones que impactan en el estado general de salud, incluyendo la aparición de cefaleas severas.
Si bien la conexión entre infecciones dentales y migrañas no es directa, se ha observado que el tratamiento oportuno de las infecciones bucales contribuye a la mejora del bienestar general y a la reducción de síntomas de dolor crónico..