Licencias médicas: ¿reforma o parche fiscalizador?
Licencias médicas: ¿ reforma o parche fiscalizador? al Licencias médicas: ¿ reforma o parche fiscalizador? SEÑOR DIRECTOR: Se ha debido llegar a niveles preocupantes de abuso, sobreutilización y fraude en licencias médicas (LM) paraquefinalmente seimpulse unaley defiscalización. El problema no es menor: ha provocado ausentismo laboral, menor productividad y ha debilitado financieramente alossistemas desalud, restandorecursos a prestaciones y tratamientos necesarios. Solo en 2024 se emitieron casi ocho millones de LM por enfermedad común y accidentes, un 2,1% más que en 2023. Cada trabajador recibió enpromedio3,1licencias alaño, con una duración media de 42 días, loque implica más de 100 mil días laborales ausentes. Frente a esto, el Ejecutivo y Congreso apuntaron de lleno alfraude y endurecieronlas sanciones. Peroese enfoque, aunquenecesario, solo atacael síntoma y no la causa. El sistema está mal diseñado: paga el 100 % delarenta imponible, penaliza las ausencias breves y, porende, incentivalicencias más largas. En este contexto, pareciera que castigar resulta más rentable políticamente que reformar. Elfraude existe, peronoexplicaporsí solo elproblema. Segúnla Superintendencia de Seguridad Social, apenas el 0,6 % de los médicos emite más de 1.600 LM al año, y once de ellos superan las 6.400. Sin embargo, representan solo el 9,1% del gasto. Los otros50.900 médicos emiten en promedio 158 licencias al año con una gran varianza que hay que investigar. Estoscasos deben serinvestigados, y la nueva ley es un avanceenese sentido. Pero sinose abordan las causas estructurales delabuso, suimpacto serálimitado. Más que sanciones, se requierenprotocolos clínicos robustos, avalados por sociedades científicas, y una institucionalidad querespete alos profesionales. El verdadero cambio vendrá al reformar los incentivos que hoy empujanalasobreutilización. De lo contrario, elnuevo marco legal corre elriesgo degenerarefectosindeseados: que Fonasa, sinexperiencia, e lsapres, presionadas por sus costos, apliquen controles de forma indiscriminada. Esto podría derivaren más burocracia, desincentivar la entregadelicencias necesarias y deteriorar la relación médico-paciente. Unapolítica pública efectiva debería haber abordadotanto el control del fraude comolaraízdelproblema: un sistema delicenciasquenecesitarediseño urgente para cumplir su función sanitaria sin ser vulnerable al abuso. Héctor Sánchez Rodríguez Director ejecutivo Instituto de Salud Pública UNAB Director ejecutivo Instituto de Salud Pública UNAB.