JOSEFINA GUILISASTI
JOSEFINA GUILISASTI LA CREADORA CHIL QUEBIÉN PERTENECE A UNA DE LAS FAMILIAS HISTÓRICASEizL MUÑL) DEL VINO, REVELA CÓMO UN PROFUNDO DUELO LA OBLIGÓ A DAR UN GIRO EN SU VIDA. FUE CUANDO DECIDIÓ ESCAPAR DE LA SOLEDAD DE SU TALLER COMO PINTORA PARA COMPARTIR REFUGIO JUNTO A LAS MUJERES ALFARERAS DE QUINCHAMALÍ. “DE LO CONTRARIO, EL ARTE NO TENÍA SENTIDO PARA MÍ”. Por Alfredo López J. Fotos Bárbara San Martín S. “Necesitaba arttsta, pero GUII_ISAS seguir sien do de otro 1110(10” 1 / o 1.!. ______J. JOSEFINA GUILISASTI 1. , -41.. ç 1.. F 7 1.. w. e 1 ;, 1 ji.
EN MEDIO DSÜ TALLER, EN UN ANTIGUO BARRIO OBRERO Y DE FACHADA CONTINUA EN LA COMUNA DE INDEPENDENCIA, LA ARTISTA CHILENA JOSEFINA GUILISASTI GANA (61)maneja con pu! critud esos espacios inmensos donde clasific los moldes para sus objetos escultóricos que, permanentemente, permanentemente, desafían cotdianidad y nostalgia a través. de nuevas materialidades. El guatero. es debronce y los huevos construidos enfibra de Rari descansan sobre cajas de porcelana.
Ese lugar ha sido su laboratcrio por casi cinco años, un espacio que encontLó por recomendación de una amiga, la escultora Marcela Correa, en uno de los momentos más difíciles y de mayor intensidad en su vida.
Uno que sencillamente se obligó a poner freno y detener una trayectoria que ía comenzado de la de maestros como Rod Opazo y Eugenio Dittborn y que la había consolidado en exhibiciones nacionales e internacionales como Bodegones”, en el ¡ 2007, cuando obtuvo el Premio Altazor o en la muestra muestra “Ejercicio de colección, alimentos en reposo”, en el Museo Nacional de Bellas Artes. “Necesitaba detenerme detenerme por completo, repensar”, sotiene. ,Y también cerrar etapas? Cerrar etapas, porque mi trabajo ha tenido ui ambio ambio muy importante en últimos años. Eso me exigió reflexionar y ver cómo seguir adelante. Desde mis inicios, por ejemplo, me4a. jnteresado el tema de la naturaleza muerta y el tratamiento del tema objetual. Desde ese plano he ido dejando la pintura y, finalmente, finalmente, me he encontrado con materialidades que han sido muy importantes en esta etapa. Comenzar a investigar en porcelana ó el bronce ha implicado abrirme Iriás... , a trabajar con más personas. Ló mismo sucede con la artesanía, que para mí ha sido un aprendizaje para avanzar en forma colaborativa. -. e a. JOSEFINA GUILISASTI UN MONÓLOGO QUE QUEDÓ ATRÁS En 2020, cuando presentó “Quinchamalium Chilensis” en el Centro Cultural La Moneda, articuló su mirada junto a ocho artesanas de Quinchamalí.
Su foco, en torno a un oficio que corre riesgo a desaparecer porque el barro ha ido cambiando su composición composición debido a la explotación de la tierra, la hizo reencontrarse con historias de mujeres que, como ella, compartían esperanzas y derrotas. Dos años después, en la Galería Patricia Ready presentó Phyton Morphe”, donde unió cerámica y crin, esta vez con exponentes exponentes de la localidad de Rari, en la Región del Maule.
Esa secuencia de trabajos, como si fueren ecos emocionales después de la pérdida de su hija Matilde Mingo Guilisasti (21), en el verano de 2018, debido al naufragio de una lancha turística en Hornopirén (Región de Los Lagos) por condiciones climáticas, la acercó a nuevos planos creativos. “Sencillamente, ya no tenía mucho sentido el monólogo, lo había hecho de manera constante por muchos años, con mi obra pictórica. Pero sentía la necesidad de interactuar con otros, saber qué pasaba con esos diálogos. Cuando estás es un monólogo, la posibilidad de salirse es muy interesante, porque aparecen otras conversaciones, ves gente y aparece otra dimensión creativa. creativa. Recuerdo que fue una invitación de Beatriz Bustos, la curadora del Centro Cultural La Moneda, para trabajar con las alfareras de Quinchamalí. Quinchamalí.
Después, con Patricia Ready, quien no es sólo una galerista, galerista, también es una institución del arte en Chile, vino el trabajo con las artesanas de Rari”. En esos proyectos le fascinaron fascinaron las técnicas ancestrales de los barros, la simbología de sus formas y relieves. Además, logró conectarse de manera más emocional con otras mujeres desde su oficio. “También me acompañó una antropóloga que me dio las herramientas para hacer un levantamiento de campo y eso me permitió llegar a un grupo humano desde otro lugar y con mucho respeto. En la artesanía es muy complicado llegar a transformaciones, porque hay una tradición tradición tle generaciones que viene detrás. Esa vez trabajamos en torno a una flor que se llama Quinchamalium chilensis, que le da el nombre al pueblo de Quinchamalí. Ellas no lo sabían, entonces, las invité a introducir la gráfica de esa flor en los objetos que elaboraban. elaboraban.
Fue un diálogo enriquecedor para ellas y para mí”. 6Por qué necesitaba romper ese “monólogo”? De pronto el trabajo de un artista es muy ensimismado, fundado fundado en el yo siento”. Algo similar a enfrentarse permanentemente a un espejo. Si sólo hablas contigo mismo es evidente que es menos enriquecedor que abrirse al diálogo con otras personas. Algo que permite que, desde lo objetual, aparezca algo superior a nivel conceptual e intelectual. Eso fue lo que me cautivó. 4Era el único camino? Claro, episodios personales, cosas puntuales, hicieron que decidiera este cambio. De lo contrario, el arte ya no tenía sentido para mí. Lo externo logró condicionar su mirada. Absolutamente. Fue un cambio radical en el sentido que ya no podía seguir dialogando conmigo misma, tenía que abrirme a otras cosas. Cuando empecé a hablar con otras mujeres, una también entra en sus vidas; hay una relación más bien personal con ellas, cotidiana. Era lo que necesitaba! Encontrar un nuevo sentido, algo que fue muy sanador. 4í__ q,. :___ -I5 E : /, :. JOSEFINA GUILISASTI “Cuando empecé a hablar con otras mujeres, TAMBIEN ENTRE EN SUS VIDAS.
Hubo una relación más bien personal con ellas, cotidiana, ERA LO QUE NECESITABA! ENCONTRAR UN NUEVO SENTIDO, ALGO QUE FUE MUY SANADOR”. 6Hubo algún momento especial donde sintió que se abría este nuevo camino? Yo agradezco mucho a Beatriz Bustos, ella me dio el primer gran empujón y me brindó la posibilidad de hacer esta exposición en el Centro Cultural La Moneda. Me abrió una puerta y eso me ayudó mucho a entrar en esta forma interdisciplinaria de trabajar. Confirmó que el arte puede ser una experiencia sanadora. Creo que cada situación es distinta y una se abre a ellas. En mi caso me ayudó a abrirme a otras situaciones, a otro tipo de miradas. Sé que hay múltiples formas de sobrellevar el duelo, distintas situaciones también, pero en mi caso fue la única forma. Muchos artistas trabajan con colaboraciones o mandan a hacer cosas, pero yo quise involucrarme más. En el fondo, que todas las artesanas y yo expusiéramos de la misma manera, sin jerarquías. Como un equipo. Tal cual, como un equipo que tuvo que trabajar y dialogar por más de un año, donde nos fuimos enriqueciendo unas con otras. “NO PODÍA ESTAR SOLA” La pintura, aquel oficio que la convirtió en una de las artistas : ç ¿ 1. -,. -,. 7r -i 1] ir. JOSEFINA GUILISASTI nacionales mas Importantes de la escena de principios de este siglo, quedó como un capítulo suspendido en el pasado. “Es estar siempre con la pintura y con uno mismo. Y yo no podía más. Fue un momento en que necesitaba seguir siendo artista, pero de otro modo. Necesitaba seguir abrirme a otras realidades, a compartir con otra gente. Necesitaba esa interacción porque no podía estar sola”. Desde el punto de vista de la figuración, las obras de Josefina Guilisasti Gana comenzaron a aparecer como objetos íntimos y cotidianos. “Tiene que ver con esas cosas que han permanecido en el tiempo y que cualquier persona las puede identificar. Por ejemplo, la caja de huevo es impresionante, no se ha modificado en el tiempo, sigue siendo la misma. Al igual que el guatero, que lo seguimos ocupando. Me interesó también trabajar con la porcelana, porcelana, que es un oficio súper delicado y con su historia gigante como oro blanco”. Cuando la definen, ¿qué prefiere, artista, escultora? Prefiero artista visual. Una que sigue navegando por distintos rumbos, porque no quiero quedarme quieta en un lugar. Eso es lo que me ha pasado, he aprendido a deambular. ,Desde muy niña supo que quería ser artista? No, no tenía mucho tema con el arte. Para nada. Vino después, cuando grande. Tal vez quise seguir el camino de mi hermana hermana Isabel, que había estudiado Historia del Arte, y me metí en ese mundo, me gustó y así empezó todo. La Universidad de Chile fue clave.
No sólo porque tiene su peso, sino también porque es un mundo muy distinto. ,Y por qué no la Universidad Católica, por eemplo? Sentí que la Universidad de Chile era es una buena escuela para empezar, sentía que llegaba a un mundo real. Usted proviene de una familia más conservadora, ¿qué dijeron? Es cierto, pero no dijeron nada. Sobre todas las cosas, son librepensadores. Por el lado de su familia Gana, ¿hay artistas también? Había arquitectos y mucho interés por la pintura. Pero de profesión profesión 100% artista, nada. Salvo Pikina Errázuriz, que es mi prima hermana, gran artista y casada con Francisco Brugnoli. EL APOYO DE MARTÍN Los hermanos Guilisasti, detrás de Concha y Toro y Emiliana, son uno de los clanes más importantes del vino en Chile. “Es verdad, mi familia está mucho más identificada con ese rubro”, sostiene. Ella, sin embargo, nunca experimentó una cercanía especial con el mundo de las barricas, “Para nada. Las botellas pasaban frente a mí, pero sólo fue eso. Nunca me interesó, por cierto. Mis hermanos sí y tomaron ese camino. Yo tengo una muy buena relación con ellos; somos siete”. Aparte del apoyo fraterno se suma su pareja de hace más de 12 años, el antropólogo Martín Rodríguez, quien ha sido irreemplazable. irreemplazable. “Me ha ayudado mucho en todo este proceso y se ha convertido convertido en una figura esencial.
Nos presentaron unos amigos en común y, desde un principio, ha sido un gran compañero”, relata. 6Cuáles son los atributos que más destaca de él? Martín es un gran contenedor, una persona que se conecta mucho con el sufrimiento. No huye de las dificultades, todo lo contrario, se queda, se detiene. Yo siento que eso es muy importante importante porque la mayoría sale arrancando frente a la adversidad, con zapatillas de clavo, como se dice. Y la clave es esa, quedarse cuando la vida se detiene. Su otra hija, Elisa (30), ¿qué hace? Ella es socióloga y está viviendo en el sur, cerca de las comunidades comunidades mapuche. Se dedica a la investigación y conservación de semillas. 4Siente que hay una parte suya que sigue curándose? Es un proceso muy largo que nunca se detiene y también se aprende mucho. Como dicen todas las mujeres que han perdido un hijo, una aprende a vivir con ese dolor. En mi caso también se transformó en algo profundo: compartir mi experiencia artística me liberó del encierro y me llevó a salir al mundo.. Josefina con las alfareras de Quinchamalí, en 2020..