Paulina Urrutia " El Cáncer me enseñó a confiar”
Paulina Urrutia " El Cáncer me enseñó a confiar” r. Paulina Urrutia " El Cáncer me enseñó a confiar” : EN MEDIO DE UN TRATAMIENTO MÉDICO QUE COMENZÓ EN 2023, ESTA ACTRIZ SUFRIÓ UNA MASTECTOMÍA TOTALYVA EN SU SEGUNDA QUIMIOTRAPIA. AQUÍ CUENTA CÓMO SU CÁNCER MAMARIO TRIPLE NEGATIVb LE ENSEÑÓ A DESTERRAR EL MIEDO YA ENTREGR SU VIDA A MANOS AJENAS. “CONFIAR NO ES SOLO PARA SANAR; ES DEPOSITARTE EN EL OTRO PARA PARTIR EN PAZ”. POR María Cristina Jurado. FOTOGRAFÍAS: Sergio Alfon. so López. AGRADECIENtOS: Café Rita Roux Los Los ojos le brillan, un velo de incertidumbre le baña el rostro. Su pelo corto deja entrever algunas canas, viste sencillamente. sencillamente. Serena, recuerda los primeros días de su enfermedad, enfermedad, que pronto cumplirá dos afios. Paulina Urrutia Fernández Fernández (56), una de las actrices más prestigiadas de Chile, viuda del periodista Augusto Góngora, siente que la vida no le da tregua. Yo diría que fue a mediados de 2023. Justamente cuando se estrella “La Memoria Infinita” y yo comienzo a ayudar a la Maite (Alberdi) a salir con esa película. Augusto recién había fallecido y empecé con dolores intermitentes en las pechugas. Yo lo asocié a que ya estaba totalmente menopáusica, me había hecho exámenes. A mí los bochornos nunca me afectaron porque toda mi vida fui friolenta y de baja presión, para mí eran como una estufita, nunca tomé hormonas. hormonas. Pero, hacia enero de 2024, el dolor se me hizo permanente en la pechuga izquierda. Urrutia dice que siempre fue ordenada con sus controles médicos, porque, desde hacía años, sus mamografías habían mostrado, en el tejido de sus mamas fibrosas, dos puntos blancos que estaban en observación. Puntos que los médicos le habían explicado podían crecer y, eventualmente, malignizarse. Al cumplir seis meses con dolores fuertes en su mama izquierda, Paulina le contó a una amiga quien, en menos de 24 horas, le consiguió hora con una ginecóloga. Esta doctora la revisó y consideró que esos dos puntos blancos en su mamografía eran altamente peligrosos. No me gustan para nada, ni su forma ni dónde están. Tienes que pedir hora con un oncólogo, me dijo. Ese verano, la actriz, por más que buscó, no encontró hora con un oncólogo en el sistema público se atiende por Fonasa, hasta que llegó mayo de 2024. Un oncólogo me ve y me dice altiro: estos son tumores. Por donde vives, yo tengo las mejores referencias de la Unidad de Patología Patología Mamaria del Hospital Luis Tisné. Andate ahora mismo para allá. Y partí. Sintió miedo confusión? Lo primero que pensé y eso que no tengo ningún talento para el stand up comedy fue “me están echando de menos” y me acordé de Augusto.
Es que estás hablando con una mujer que ha vivido a concho, con capacidad de disfrutar, de agradecer ¡ y todo con intensidad intensidad máxima! Un amigo me dijo que, si yo tenía que pasar por una enfermedad, no podía estar enfermita de una depresión. 9Tenías que tener una gran enfermedad, muy intensa, muy profunda! Porque tú te vives la vida así”. Después de una batería de exámenes que incluyó biopsias, el 20 de mayo de 2024 Urrutia escuchó de sus médicos en el Hospital Luis Tisné de Peñalolén que sufría de cáncer mamario. Eran dos tumores, pero juntos se veían como una masa tumoral importante en la ecotomografía. Y, por lo tanto, chuta, ¡quimioterapia! ¡quimioterapia! La vida, de un año para otro, me cambió.
El suyo pertenecía a una de las peores categorías de la enfermedad: enfermedad: cáncer mamario triple negativo, uno de los más agresivos e invasivos, que representa 10 a 15 por ciento del total, y cuyas células no expresan los receptores de estrógeno, progesterona y HER2. Por coincidencia, es el mismo que afectó a la animadora Claudia Conserva Conserva durante la pandemia. En julio, la actriz comenzó su quimioterapia, sin saber bien hacia dónde iría su pronóstico. Su tratamiento duró seis meses y lo pasó muy mal: se hinchó por efecto de las drogas, perdió todo su pelo, tenía náuseas, dolores. La energía se le fue. Solo la sostenían sus ganas de vivir, de ganarle a la muerte. Y este enero, recién terminada mi quimioterapia, me avisan que tengo que ir a recibir mi título profesional de actriz en la Universidad Católica.
La ceremonia fue muy bonita, pero tú has visto cómo me 1 II -1 1 7-. ma, flrr?(tia cancer me enseñó a confiar”. Paulina Urrutia " El Cáncer me enseñó a confiar” veía, ¡todos me vieron! Con muy poquito pelo, muy hinchada, me estaba saliendo recién el pelo. Esta expresidenta del Consejo Nacional de la Cultura de las Artes durante el primer gobierno de Michelle Bachelet pensó que, con el fin de su quimioterapia, su pesadilla concluía. Pero, a mediados de febrero, llegaron los resultados: en lugar de retroceder, el cáncer había avanzado. Ahora tenía dos tumores nuevos en su mama izquierda, que habían ya comprometido los ganglios de su brazo izquierdo. --¿ Qué explicación médica hubo? -Ellos habían cumplido con el protocolo, que tiene base científica. Primero era la quimioterapia para ver cómo yo reaccionaba y con esos resultados se decidía la operación.
En la mayoría de los casos, hay buenas respuestas. (... ) Solo que en mi caso no resultó. ¿Eso quiere decir que yo fui la peor de todas? ¡ No! Hay más personas, pero no somos mayoría, por eso el protocolo funciona. --¿ Tuvo la sensación de tanto esfuerzo sin resultados positivos? --Pero claro, pasé toda esa tortura y no solamente cero resultados, sino que el cáncer avanzó. Cuando me dan ese diagnóstico, también viene la urgencia por operarme y sacarme la mama. Sacarme la mama y los ganglios, porque los tumores en ese momento ya eran cuatro.
Con la evaluación de su primera quimioterapia, comenzó a vislumbrarse una realidad: por el violento avance de su cáncer, Paulina Urrutia tendría que perder sus dos mamas, no solo la izquierda y los tests médicos se profundizaron. La actriz dice que Chile debería incorporar "un examen genético que es clave y que deberíamos pelear para que sea parte del GES.
Es el examen de la Angelina Jolie, que es carísimo". Esta evaluación científica, explica Paulina Urrutia, cuesta entre 400 y 500 mil pesos, pero ella pudo someterse a él gracias a la ayuda de su hermana arquitecta. Así supo que su cáncer mamario triple negativo no tenía raíces genéticas. Era, simplemente, el destino. *** El día en que tuvo el resultado de su quimioterapia, Paulina Urrutia se encerró en su auto, estacionado frente al hospital Luis Tisné. No podía manejar. --Lloré como una niña, encerrada y muerta de calor. Imagínate, estaba pelada, hinchada, sin poder trabajar.
Y mi caso es más terrible porque ¡ tú eres actriz, trabajas con tu cuerpo! A no ser que sea una película de zombies, ¿en qué iba a trabajar? Uno se siente absolutamente liquidado, ¡cómo no iba a llorar! La actriz recuerda sus emociones entremezcladas. --¡ Frustración... ¡rabia, pena! Y me pasa algo increíble, porque,. Paulina Urrutia " El Cáncer me enseñó a confiar” Es que así soy yo. Frente al diagnóstico médico quise conversar, comer rico, sacarlo y no irme a llorar. Y eso es lo que te dicen: compartir la pena, el susto. Yqué le pasó cuando lleg4 sola, a su casa? Estaba bien. Viviendo lo que tenía que vivir. Había llorado, había sido contenida, me lo había bancado solita.
Me había reído y había estado con mis amigos que ya sabían mi condición condición y no estaban como ¡ ay, se va a morir! “La enfermedad de Augusto Augusto fue una muerte en cámara cámara lenta, dice Paulina Urrutia sobre Góngora, quien murió en 2023. mientras lloraba, mi miedo no era, ¡ay, me voy a morir1 Dije: Esto se va a saber y voy a aparecer en la portada de un diario y será la peor foto de mi vida, me voy a ver horrible, y abajo, un titular: “Paulina cada vez más cerca de la muerte”. Sonríe. Ni en sus momentos límites ha perdido el humor: Con todo esto, me han surgido varios chistes, por ejemplo, digo no tendré tetas, pero tengo cejas. Ese mismo día, decidió escribirles a sus amigos. Fue tal el impacto, tal el pavor de ese momento, que, encerrada, lloro y puteo, todo. Pero, cuando les escribo, es la primera vez que tengo conciencia de cómo yo elaboro mis duelos, que no han sido pocos en mi vida. Y les digo quiero que se enteren por si esto aparece en un programa de farándula y alguien dice: hoy hemos sabido los resultados de la Paulina, esto se viene heavy y se puede morir. Usted tiene plena conciencia de que es un personaje páblico. La exposición es mi mayor miedo y esta entrevista me da terror, es un terror que tengo desde los 20 años. A mis amigos les digo, miren, los resultados de la quimioterapia no son buenos, pero esto no se acaba aquí. Me van a operar, me van a hacer una mastectomía total e inmediatamente la reconstrucción mamaria, que es muy importante, psicológicamente. Yo creo que ya lloré lo suficiente y estoy escribiendo mi proceso. A pesar de su angustia, decidió seguir con su agenda de ese día: almorzó con una amiga y se juntó con gente de teatro en la noche. Paulina Urrutia fue operada el 5 de marzo: sufrió mastectomía total. Pero no salió bien. La biopsia arrojó que era necesario raspar más porque habían quedado quedado agentes cancerígenos en mi cuerpo. Fue necesaria una segunda operación. La volvieron a intervenir a fines de abril y hoy está con expansores en su pecho para proceder, proceder, en un futuro próximo, al implante definitivo. definitivo. En paralelo, inició una quimioterapia oral proyectada a doce meses, y a su término, será nuevamente evaluada. Ella se siente en la mitad de su proceso. Pero también dice que ha tenido ganancias y aprendizajes clave durante su enfermedad. Nunca he tenido miedo, nunca tuve, te lo juro. Pero aprendí algo muy valioso y si hay una palabra que creo que por primera vez he aprendido, aprendido, es confiar. (... ) El cáncer me enseñó a confiar. Lo digo bien sinceramente, porque yo soy muy capricorniana: muy ordenada, muy rigurosa, muy exigente. Siento una gran responsabilidad hacia el deber ser.
A mí, cuando me decían, Paulina, confía en la vida, yo decía, ¿what? ¡ No! Y haber aprendido a confiar me emociona (se le llenan los ojos de lágrimas), porque es lo que más me ha costado. (... ) Estoy entregada a lo que pase, y a que las cosas pueden flmcionar y, si funcionan, será maravilloso y tendré otra vida, una segunda. Pero si no resultan.. , he tenido una existencia plena y ¡ a concho! Habla de la ausencia del amor de su vida. Dos años han pasado desde que murió Augusto Góngora, su pareja durante 26 años. Y tengo clara conciencia de su muerte.
Y eso me ha ayudado, porque el tiempo es un proceso en donde uno va madurando, va aceptando, va además recordando con mayor intensidad porque yo, cuando entro a mi casa, casi vuelvo a vivir lo que tenía con él. Entonces Entonces ese recuerdo me llena: en vez de sentir la pérdida, siento completitud. completitud. Paulina Urrutia aclara la voz. Hay procesos de vida como el nuestro con Augusto, en que yo tuve la maravillosa fortuna de encontrarnos y amarnos. En que nos aceptamos, compartimos, nos perdonamos. Y yo sentía que su enfermedad enfermedad y todo su proceso me enseñó a enfrentar la muerte.
Me enseñó, enseñó, porque es tan increíble que su enfermedad sea una muerte en cámara lenta Y para nosotros eso fue, una muerte en cámara lenta He pensado en que es muy impresionante cómo llega esta enfermedad enfermedad en esta época. Una época donde nadie quiere ver la vejez, nadie quiere ver la enfermedad, nadie quiere ver la muerte. Por eso, todos los esfuerzos porque los viejos sean jóvenes, sean activos y no estén enfermos. Todo para evitar lo más terrible, que es que nosotros nos deterioramos, nos envejecemos, nos enfermamos y morimos..