Historia del Liceo de Linares
Historia del Liceo de Linares En el día de hoy, 31 de julio, nuestro Alcalde Mario Meza Vásquez recibirá de manos de su autor, Profesor Jaime González Colville, el manuscrito de una nueva obra histórica esencial para el patrimonio cultural de Linares : LA HISTORIA DEL LICEO DE LINARES.
En todo el curso del desarrollo social de Linares, considerada ésta como la Capital de la Provincia que, conjuntamente con la de Cauquenes, denominamos actualmente como Región del Maule-Sur, no existe una cumbre más alta, ni más significativa, ni de mayor trascendencia que la historia de nuestra Educación; debiendo apreciarse que, desde diversos puntos de vista, la historia de nuestro principal Liceo de Linares conforma una parte esencial de la historia de la educación linarense en su conjunto. Debiendo añadirse, en este caso, que en cuanto a sus frutos, hace también parte notable de la historia de la educación a nivel nacional.
Por un antiguo error prácticamente universal, los trabajos históricos se realizaron durante largos años constriñéndose injustificadamente a solo dos aspectos o temas que, teniendo su importancia, de modo alguno han sido ni son los únicos de mayor significación en el desarrollo de las sociedades : la historia política y la historia militar.
Limitar los márgenes de la historia de los pueblos a las actividades olíticas y sus actores principales, o a las acciones de carácter militar en guerras o Batallas, constituye una suerte de reduccionismo que impide a las sociedades conocer en su integridad la multiplicidad y complejidad con que las distintas relaciones o actividades humanas conforman y dan curso al desarrollo social.
Una nueva visión de los historiadores modernos, más integra y horizontal, ha ido permitiendo el rescate del conocimiento de muchas otras áreas del desenvolvimiento social la educación, la cultura y las artes, los aportes de las creencias religiosas o filosóficas y sus instituciones, h medicina, la actividad municipal, los avances en seguridad social y la historia de nuestras policías, los emprendimientos productivos, industriales, mineros o comerciales, la agricultura, el deporte y tantas otras manifestaciones del quehacer que apreciados cada cual de ellos conforme a sus propias aportaciones, permiten obtener un grado de mayor de comprensión acerca de la naturaleza del río social, de su cauce y afluentes, de sus corrientes, de sus cursos de aguas tranquilas y aquellas tumultuosas, del aprovechamiento de sus aguas, en fin, del todo que constituye una sociedad.
El Profesor González Colville inscribe su admirable trabajo histórico, expresado en sus más de cuarenta libros sobre los más variados temas de interés, en esta nueva escuela historiográfica: es decir, todo tema le interesa, todo lo investiga, nada lo pasa por alto ni le deja sin considerar. La le interesa el cuadro social completo y no solo uno o dos de sus aspectos o actividades.
El objeto de su incansable atención Y de sus o pu es la totalidad de los pálpitos de nuestra sociedad; porque a observación del cuadro íntegro es lo que hace posible extraer las lecciones que emanan del conocimiento histórico, sin conformarse con parcialidades específicas. Dentro del cuadro social íntegro, ningún intelectual dejaría de considerar la historia de la educación y de sus instituciones como la cumbre más alta del desarrollo de toda sociedad. Y este es el sentido de la nueva aportación al patrimonio cultural linarense, que constituirá su HISTORIA DEL LICEO DE LINARES, que ahora iniciará su impresión. En 1975 cumplió un siglo de existencia el Liceo de Linares. El joven Profesor González Colville fue, entonces, uno de los artífices de las ceremonias celebradas con dicho motivo.
El legendario historiador linarense Julio Chacón del Campo -lo reconoció en una visionaria correspondencia que se conserva como testimonio rovidencial del temprano interés demostrado por el novel maestro al abordar la historia de su tierra como un cuadro dentro del cual la educación de la juventud debe considerarse, entre las demás, como la de mayor influencia para el porvenir de las sucesivas generaciones.
La Historia del Liceo de Linares que esperamos ver publicada dentro de breve tiempo supera las trescientas páginas, en textos e imágenes que iluminan su comprensión, destaca por varios motivos : el autor no se limita a transcribir decretos o artículos de la prensa sino que, en sus primeras partes realiza un análisis de lo que fue la educación en Linares durante sus primeros años posteriores a la Independencia, cuando "se instruía" a los alumnos en letras y sumas. Primeros esfuerzos educacionales pagados primeramente por el Cabildo Linarense a vecinos de mayor ilustración que lo hacían de buena voluntad.
Luego se recuerda el establecimiento de la Escuela No 1, fundada en 1845, para formar jóvenes que, tras cursar "preparatorias", alcanzaban solo en un 1% a continuar estudios superiores humanísticos en Talca o Santiago, según una Memoria de don Andrés Bello de 1844. Memoria de don Andrés Bello de 1844. Memoria de don Andrés Bello de 1844.
ANP En 1871 el periódico "La Idea", recién fundado por Nicomedes Pincheira, declaró tener dos grandes objeYamil Najle b p07 rd. uv AA AlES tivos: la creación de la Provincia de Linares y que se Empresa Periodística fundare un Liceo en la ciudad. En 1873 (con férrea opoEl Heraldo ELR.L. sición de Talca) Linares se constituyó como Provincia. De inmediato, "La Idea" inició su campaña para el logro DIRECTOR de su segunda finalidad: obtener la fundación del Liceo.
MIGUEL ANGEL VENEGAS SALGADO Tarea larga y ardua fue ésta, con fracasos y rechazos, REPRESENTANTE LEGAL hasta que, en diciembre de 1874, el Presidente Errázuriz YAMIL NAJLE ALEE Zañartu quien había sido compañero de curso del agricultor linarense Francisco Ferrada, en el Colegio Romo, de Santiago) decreta la creación del primer Liceo para Linares, aunque lo fue de "segunda categoría" y con apenas dos cursos, pero sirviendo como la simiente permitió vislumbrar altos horizontes para nuestra educación provincial.
OFICINAS: LINARES: CURAPALIHUE 462 SEGUNDO PISO, OFICINA 203 FONO: 732 215656 732 210069 CORREO ELECTRONICO DiarioHeraldo. linares(Wgmail. com: www.diarioelheraldo.cl www.diarioelheraldo.cl www.diarioelheraldo.cl Rescata Profesor González Colville la figura y obra Rescata Profesor González Colville la figura y obra del primer Rector, Baldomero Frías Urrutia, de raíces maulinas en Cauquenes, quien llega a Linares en enero de 1875.
Las cartas intercambiadas por el nuevo Rector con el Intendente Rafael García Huidobro Luco, las guarda el autor en documentos originales (como también el decreto de fundación del Liceo), donadas que le fueron por don Julio Chacón en 1976, cuando ya veía este último cerca el fin de su vida y pensó, sin equivocarse, que esos preciosos documentos quedarían en buenas manos, como felizmente los han sido. Don Baldomero Frías tuvo una intensa correspondencia con los Ministros y el Consejo de Instrucción pública de la época, integrado por el Rector de la U de Chile y otros personeros. otros personeros. Luis Valentín Ferrada V. Sostenía el señor Frías que mientras la Ley de Instrucción Primaria no fuese "obligatoria", el alumno egresado de preparatorias no se encontraba impulsado por norma alguna para continuar los cursos superiores de humanidades. Este propósito vino a materializarse solo en 1920, en las postrimerías del gobierno de Juan Luis Sanfuentes, y desarrollada durante la gestión del Presidente Alessandri Palma, su sucesor.
La obra del rector Frías bien merece el busto ubicado al frente del actual edificio del Liceo, con tan justo reconocimiento como la estatua de don Valentin Letelier, ubicada a su lado junto a la cripta donde descansan sus restos.
Estos últimos fueron traídos desde Santiago en 1994, tras una laboriosa búsqueda de varios días realizada por el infatigable Profesor González Colville, puesto que el ilustre Sabio de América descansaba en un nicho del Cementerio General sin lápida que lo identificara, cumpliéndose de este modo la inexorable ley que nuestra mezquina sociedad cumple con rigurosa perseverancia y acatamiento: la ley del "Pago de Chile". Ley más fuerte y poderosa que todas las Constituciones hasta ahora conocidas, aplicada con el extremoso rigor del olvido respecto de todos sus grandes servidores públiCOS.
Otro aporte opcional de esta nueva obra es la notable recuperación de las fotografías de todos los Rectores del Liceo, de su primera insignia, de sus ex alumnos y maestros, olvidados y recordados, más una robusta bibliografía que refuerza cada capítulo de la obra que posee el carácter de definitiva en esta materia.
Nunca estará de más repetirlo: en el Liceo de Linares se han formado a través de sus generaciones de alumnos una pléyade de ciudadanos cuyas vidas fueron notables para la provincia de Linares y para el país, en los más vastos ambientes del desenvolvimiento nacional.
Entre ellos figuran quienes dirigido los destinos del país, Carlos Ibáñez del Campo y Pedro Pablo Dartnell Encina; o, en nuestra literatura, a quien se considera como el "príncipe del cuento chileno", Federico Gana; o el destacado oficial de la Armada Nacional, Contralmirante Hipólito Marchant Morales, quien en 1920 levantó las cartas geográficas del canal Beagle, documentos fundamentales para dirimir las disputas territoriales entre Chile y Argentina; e ilustres médicos, beuno, maestros, ingenieros, hombres públicos, empresarios y tantos de gran valer personal. Desde hace algunos años el Liceo ocupa el solar donde nació don Valentin Letelier, seguramente uno de los más importante educadores chilenos de los dos siglos pasado.
La Historia del Liceo de Linares o, más bien, la Historia de la Educación linarense no podrá examinarse como una obra más dentro de las cuarenta ya publicadas por Jaime González Colville; porque todas las que ya conocemos poseen una importancia muy grande, pero nada es comparable a la tarea de reivindicar y poner en valor el tema primordial de la Educación de nuestra juventud. Es en la gran tarea de la Educación de las pasadas Fa nuevas generaciones donde reposa esencialmente el verdadero concepto del Desarrollo y del Crecimiento de las Naciones.
Sin ella, todo lo demás que políticos y economistas suelen llamar como "crecimiento" es como un cuerpo sin vida. ¿Cuándo volverá la sociedad chilena a comprender, como en sus mejores días del pasado, que la educación es el sol que ilumina y entibia los andares de las generaciones que se suceden?... ¿Cuándo será el día feliz en que nuestros dirigentes nacionales de todos los colores más allá de las palabras vacías y los discursos vacuos, hagan verdaderamente suya la sentencia ética y política de que "Gobernar es Educar" ?... ¿Cuándo se logrará colocar la educación a la cabeza de nuestra nacionalidad concediéndole de este modo dignidad y nobleza verdadera ?... La obra del Profesor González Colville que hoy se entrega para su publicación, servirá sin duda para reconstruir las respuestas de esperanza a esas tres preguntas lacerantes con que cierro estas líneas de sincera admiración por nuestros Maestros de ayer, de hoy y de mañana. Propósito superior de los desvelos de nuestro admirable historiador Jaime González Colville. González Colville..