Lula-Boric, una relación de sintonía política y con riesgos por el factor Trump
Lula-Boric, una relación de sintonía política y con riesgos por el factor Trump L a cumbre "Democracia Siempre", organizada por el gobierno chileno, reunirá mañana lunes en Santiago a líderes de la izquierda latinoamericana y global, entre ellos el Presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, cuya cercana relación con el mandatario chileno, Gabriel Boric, se ha consolidado como uno de los vínculos bilaterales más comentados de la región, y uno que se ha estrechado con la llegada al poder de Donald Trump en Estados Unidos. Precisamente, este último aspecto implica riesgos para ambos, estiman analistas expertos en América Latina que desmenuzan la relación entre Lula y Boric. Más allá de las formalidades diplomáticas y los acuerdos comerciales, entre el brasileño y el chileno existe una complicidad ideológica y política. Desde que Boric asumió la presidencia de Chile en marzo de 2022, ha compartido numerosos espacios con Lula.
Su presencia en el cambio de mando del brasileño en 2023 fue el primer gesto político importante, seguido por cumbres regionales, reuniones del G20, la visita de Estado a Brasilia en abril de este año y, más recientemente, la cumbre de los BRICS celebrada hace dos semanas.
El calendario contempla otra cita: Boric tiene planeado asistir a la COP25 en noviembre, en su última visita a Brasil como jefe de Estado. "En un momento en que hay tanta fragmentación política entre los presidentes en América Latina, no sorprende que líderes como Lula y Boric, de la izquierda democrática, tengan una cercanía y afinidad. Tienen una visión parecida sobre la importancia del Estado en fomentar el bienestar socioeconómico, no solo los mercados", dice Cynthia Arnson, profesora adjunta de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Johns Hopkins. La vieja y la nueva guardia de la izquierda La diferencia generacional --Lula tiene 79 años y Boric 39-y de trayectoria entre ambos presidentes ha alimentado la percepción de una relación asimétrica, pero colaborativa.
Con sus tres mandatos presidenciales y décadas como líder de la izquierda, el brasileño ha sido visto por algunos medios como una suerte de mentor del chileno, aunque con diferencias. "Lula y Boric son personas enormemente diferentes", dice Peter Hakim, presidente emérito de Diálogo Interamericano. "No hay casi nada en común en su trayectoria hacia la presidencia. Boric nunca tuvo que enfrentarse a nada parecido a la difícil infancia de Lula, su educación limitada y sus luchas para acabar con el régimen militar. Durante muchos años, Lula ni siquiera fue un político especialmente exitoso.
Perdió tres elecciones presidenciales en doce años antes de triunfar en su cuarto intento en 2002, pero entonces se convirtió en una estrella política", dice Hakim, y agrega que cuando Lula "terminó sus dos mandatos, su popularidad, de alrededor del 85%, era la más alta de cualquier presidente brasileño hasta la fecha.
Por el contrario, Boric fue elegido en su primer intento para la presidencia, con un índice de aprobación actual de alrededor del 30%". El experto también destaca la similitud de que ambos son "hombres de izquierda que han mostrado una capacidad de moderación en sus políticas". Aunque, plantea el experto, "Lula tiene un interés mucho mayor en asumir un rol internacional que Boric". Las relaciones no siempre han sido tan buenas; sin embargo, y los mandatarios han tenido momentos de tensión, como recordó la profesora de relaciones internacionales de la Universidad Federal de So Paulo, Regiane Bressan, quien destaca un episodio de mayo de 2023, cuando, durante una cumbre de presidentes en Brasilia, hubo "tensiones por la presencia de Nicolás Maduro" en la cita.
Meses después, en agosto, Lula criticó al chileno y le achacó que "la falta de costumbre de participar de estas reuniones haga que un joven sea más sediento, más apresurado". Boric dijo no sentirse ofendido por el comentario, pero las palabras de Lula fueron vistas como condescendientes por observadores y medios. Aunque esas diferencias parecen ser cosa del pasado. El omnipresente factor Trump Los líderes de la izquierda llegan a la cumbre con un rival en común: Donald Trump.
El Presidente de EE.UU. ha sido criticado, en mayor o menor medida, por todos los asistentes a la cita debido a su política migratoria, a sus acciones en Medio Oriente y, sobre todo, a los aranceles impuestos a varios de sus países.
En las últimas semanas, Trump cuestionó al sistema de justicia brasileño --por el proceso contra el expresidente Jair Bolsonaro--, amenazó con imponer aranceles del 50% a las importaciones que provengan de Brasil, y el viernes su gobierno revocó los visados de jueces involucrados en el proceso contra el exmandatario. Lula calificó estas medidas como "chantaje inaceptable", y ayer denunció la arbitrariedad de la suspensión de los visados a los magistrados.
La presión de Trump ha "impulsado una relación aún más cercana" entre Lula y Boric, según planteó Michael Shifter, expresidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, mientras que Hakim agrega que es probable que "las amenazas de Trump de imponer aranceles especialmente grandes a las exportaciones", que "podría dañar" tanto a Chile como a Brasil, sea uno de los "focos" de la cumbre del lunes. En ese escenario, la relación con Lula podría tener un costo para Boric.
Washington lo expresó cuando amenazó con imponer aranceles adicionales del 10% a los países que se "alineen" con los integrantes del BRICS, entre los cuales está Brasil. "Es difícil saber cuál será el costo y si los dos países podrán colaborar seriamente para proteger sus economías. La cooperación puede resultar difícil, dado que ambos países se encaminan hacia unas elecciones en breve", dice Hakim.
Para Britta Crandall, la amenaza no es tan directa, pues "la administración Trump no es consciente de la dinámica Lula-Boric". "El cobre es el principal componente de la relación económica entre Chile y Estados Unidos, por lo que eso es lo que determinará la relación con Trump", sostuvo la experta en las relaciones entre EE.UU. y América Latina de la Universidad Davidson, quien agrega que su país "necesita el cobre chileno mucho más de lo que Chile necesita de EE.UU. ". Una opinión similar tiene Bressan, quien plantea que "la cercanía o distancia entre Lula y Boric" no es "un problema para Estados Unidos". "Creo que, así como Lula intenta ser pragmático con Estados Unidos, Boric también va a mantenerse, de algún modo, sin entrar en conflicto con ese país, para intentar preservar la relación comercial existente", agregó la académica de la Universidad Federal de So Paulo. Mientras que Hakim dice que "sí, Brasil y Chile tienen una relación constructiva, pero no son tan cercanos como se sugiere.
Lula y Boric no son exactamente padre e hijo". Expertos en América Latina analizan el vínculo entre los presidentes de Chile y Brasil: Lula-Boric, una relación de sintonía política y con riesgos por el factor Trump NICOLÁS GARCÍA y GASPAR RAMÍREZ El mandatario de 79 años viajará mañana a Santiago para participar en una cumbre con líderes de izquierda donde se espera toquen temas como los aranceles de Estados Unidos. LULA Y BORIC mantienen una relación marcada por su sintonía política e ideológica, aunque también han tenido diferencias. MARCELO SEGURA Además de Lula, a la cumbre "Democracia Siempre" asistirán el Presidente uruguayo, Yamandú Orsi; el colombiano Gustavo Petro y el Presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Los dos últimos llegan en un momento complejo, con múltiples escándalos que afectan a sus respectivos gobiernos y su popularidad.
Durante el encuentro del lunes, los líderes intentarán dejar atrás las controversias internas y abordarán "el fortalecimiento de la democracia y el multilateralismo, la reducción de las desigualdades y la lucha contra la desinformación, así como la regulación de tecnologías emergentes", según informó el gobierno chileno.
Las propuestas que resulten de la cumbre se presentarán en otra reunión que se dará en el marco del 80º período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, prevista para septiembre en Nueva York. n Los otros asistentes Michael Shifter recuerda otra relación estrecha entre mandatarios de Chile y Brasil: Ricardo Lagos y Fernando Henrique Cardoso. "También tenían relaciones cercanas en los años que coincidieron sus mandatos. En esa época, sin embargo, los valores de democracia y multilateralismo tenían mucha más fuerza y apoyo en las Américas y el mundo que hoy", dice Shifter. n Lagos-Cardoso.