Autor: Dr. Luis Foncea Calderón Médico Internista - Cardiólogo Presidente del Colegio Médico Aconcagua
COLUMNAS DE OPINIÓN: Estadísticas que evalúan a los Servicios de Salud: la letra chica
COLUMNAS DE OPINIÓN: Estadísticas que evalúan a los Servicios de Salud: la letra chica De la misma manera que los índices macroeconómicos macroeconómicos no siempre reflejan la calidad de vida de la gente común y corriente, las estadísticas estadísticas que miden y evalúan a los distintos distintos Servicios de Salud del país no siempre se condicen con la verdadera Salud que recibe nuestra población. Existen varias evaluaciones hacia los Servicios Servicios de Salud que en la práctica son mediciones de la gestión de sus Directores y Directoras.
El Ministerio de Salud mide la gestión de Directore(as) mediante compromisos de gestión, tiempos de espera, equilibrio financiero y las evaluaciones de desempeño, metodología que no hace justicia a lo que ocurre con los usuarios en su lucha diaria por conseguir una atención oportuna y de calidad. Hace un corto tiempo, la escuela de Salud Pública de la Universidad San Sebastián publicó un ranking de los mejores y peores Servicios de Salud del país, algo que viene realizando desde el año 2022. El ranking considera de manera importante importante los tiempos de espera de los servicios y el equilibrio financiero o deuda. Cuando se hace un análisis de los servicios mejor posicionados, nos encontramos con la sorpresa de que los servicios más pequeños del país están en las mejores ubicaciones. Anca, por ejemplo, tiene la primera posición posición en todos los años evaluados.
Aconcagua por otra parte queda en la posición número 12 en el promedio de los años medidos, pero en la posición número 3 en el año 2024. ¿Cuál es el motivo de esto? El poco desarrollo de especialidades complejas complejas como Oncología, Cirugía Cardiovascular y Toráxica entre otras, hacen que los pacientes residentes de estos Servicios de Salud no se encuentren encuentren incorporados en sus propias listas de espera sino de los sitios de derivación que en el caso de Aconcagua son el Hospital Carlos Van Buren, el “Gustavo Fricke” e Instituto Nacional Nacional del Tórax, centros que por su sobredemanda mantienen largos tiempos de espera en algunas especialidades.
Nos encontramos entonces con la paradoja de que mientras menos desarrollo tiene un Servicio Servicio de Salud, tiene menos tiempos de espera y menos complejidad de atención, por lo que genera menos gasto y por ende ostenta un mejor equilibrio financiero. ¿Es entonces prudente medir a todos los Servicios de Salud de la misma manera? A la luz de lo que opinan los pacientes que esperan eternamente en listas de hospitales que ni siquiera son los de su residencia, claramente claramente no.
En servicios como Aconcagua y A rica, entre otros, debiera medirse además de la eficiencia eficiencia que muestran en hacer lo que está dentro de sus posibilidades, el grado de desarrollo que han alcanzado, los proyectos realizados para lograr aumentar la autosuficiencia y la proactividad en realizar un seguimiento de los pacientes propios que se encuentran en listas de otros Servicios de Salud.
Por estos motivos, es que me parece insuficiente insuficiente lo realizado por la Directora de Servicio de Salud Aconcagua en los últimos años en la política de atracción y retención de especialistas, especialistas, proyectos de desarrollo de autosuficiencia y gestión clínica, sobre todo en atenciones de urgencia hospitalaria.
Salir en medios de comunicación para vanagloriarse vanagloriarse de posiciones en rankings, que no reflejan la realidad, me parece no considerar con el debido respeto a la gente que espera por una atención digna de salud. OPINIÓN Dr. Luis Foncea Calderón Médico Internista Cardiólogo Presidente del Colegio Médico Aconcagua.