COLUMNAS DE OPINIÓN: El rumbo propio de Chile en el siglo XXI
COLUMNAS DE OPINIÓN: El rumbo propio de Chile en el siglo XXI "... la presencia chilena en la cumbre BRICS no es una ruptura con el pasado, sino una evolución natural de una política exterior que desde el retorno a la democracia ha buscado insertar al país en los circuitos económicos y políticos más dinámicos del sistema internacional JUAN IGNACIO LATORRE ón de RR.EE. ón de RR.EE.
Senador integrante de la cot La participación de Chile como observador en la cumbre de BRICS que se desarrollará esta semana en Brasil representa un momento clave para comprender la madurez política que ha alcanzado la política exterior chilena bajoel gobierno del Presidente Gabriel Boric. La decisión del mandatario de aceptar esta invitación, a pesar de lascríticas opositoras, es la expresión concreta de una estrategia que ha venido perfilándose desde el inicio de su mandato: la autonomía estratégica. El concepto de autonomía estratégica, guía de la política exterior de la actual administración, rompe con la lógica binaria que durante décadas caracterizó las relaciones internacionales.
Como señaló el propio Presidente en la IV Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Foro China-Celac, "desde Chile defendemos la autonomía estratégica de nuestro país y decimos que la soberanía radica no solo en el respeto a las fronteras materiales, sino en la decisión libre y soberana de poder decidir con quién y cuándo comerciar". Esta concepción trasciende las presiones geopolíticas que buscan forzar a los países medianos como Chile a elegir bandos en un mundo cada vez más fragmentado y dinámico.
La autonomía estratégica se presenta como una respuesta inteligente a un sistema internacional multipolar, complejo y en constante transformación, donde las alianzas rígidas pueden convertirse en camisas de fuerza plomacia activa que busca maximizar las que reducen las oportunidades para el desarrollo productivo de las naciones. La participación en la cumbre BRICS abre para Chile oportunidades económicas concretas que justifican plenamente la decisión presidencial. Este bloque representa aproximadamente el 40% de la población mundial y cerca del 25% del PIB global, constituyendo un mercado de enormes dimensiones que los productos chilenos no deben pasar por alto. Para un país como Chile, cuya economía depende significativamente de las exportaciones de materias primas, la diversificación de socios comerciales no es solo conveniente, sino que imperativa.
Como destacó el canciller Alberto van Klaveren en la cuenta pública del Ministerio de Relaciones Exteriores, la estrategia de diversificación busca "ampliar nuestra oferta exportadora y facilitar el acceso de más empresas chilenas al comercio global". India, Brasil, Sudáfrica y China ofrecen mercados en expansión para productos chilenos de valor agregado, tecnología agroalimentaria y servicios. La reciente visita de Estado del Presidente Boric a India, donde se anunció el inicio de negociaciones para un Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA), ejemplifica el potencial de estos vínculos. El Gobierno ha llevado adelante una política de Estado coherente que permitirá a Chile navegar las complejidades del siglo XXI sin transar en sus principios fundamentales. Esta aproximación permite al país mantener relaciones constructivas tanto con socios tradicionales como EE.UU. y la UE, como con nuevas potencias como China, India y Brasil. No se trata de equidistancia, sino de una dioportunidades de desarrollo nacional. La autonomía estratégica no está exenta de desafíos. Requiere flexibilidad, resiliencia y confianza para ser efectiva. Chile debe mantener un equilibrio delicado entrela diversificación de sus vínculos internacionales y la preservación de sus valores democráticos y su compromiso con los Derechos Humanos. Aceptar la invitación hecha por el Presidente Lula da Silva para asistir como observador a la reunión BRICS que se desarrollará en Brasil no compromete la flexibilidad diplomática que caracteriza la política exterior chilena. Esta aproximación gradual permite al país maximizar los beneficios económicos de vincularse con este bloque mientras mantiene su capacidad de maniobra política. En este sentido, la decisión del Pres dente Boric de participar representa una apuesta inteligente por el futuro de Chile.
El centro de gravedad económico se está desplazando y la presencia chilena en la cumbre BRICS no es una ruptura con el pasado, sino una evolución natural de una política exterior que desde el retorno a la democracia ha buscado insertar al país en los circuitos económicos y políticos más dinámicos del sistema internacional. La autonomía estratégica emerge como. tuna política exterior madura, que reconoce las limitaciones estructurales de Chile como potencia de menor tamaño, pero también sus fortalezas y oportunidades en un mundo multipolar. Es una apuesta por un Chile que, sin renunciar a sus principios, busca aprovechar todas lasoportunidades que ofrece un mundo dinámico y lleno de posibilidades. lleno de posibilidades. lleno de posibilidades..