Autor: Sara Parada Ibáñez Directora de Obstetricia, Universidad Andres Bello
Promoción y respeto a todas las decisiones
Promoción y respeto a todas las decisiones En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, es necesario reforzar el mensaje sobre los múltiples beneficios que esta práctica conlleva para la salud del lactante, de quien amamanta y de la sociedad en su conjunto. La lactancia materna es una herramienta poderosa de salud pública, fortalece el vínculo afectivo, reduce la morbilidad infantil y contribuye a una mejor salud materna. Además, no podemos dejar de destacar su impacto positivo en el medioambiente.
La lactancia es una forma de alimentación natural, sostenible y respetuosa con el entorno, que no genera residuos, envases ni procesos industriales, lo que la convierte también en una estrategia clave frente a la crisis climática y el cuidado del planeta. No obstante, esta conmemoración también debe ser una oportunidad para avanzar hacia una mirada más inclusiva, empatica y libre de juicios. No todas las personas que deciden ser madres pueden o desean amamantar. Las razones son diversas y profundamente personales: condiciones médicas, salud mental, experiencias previas o simplemente decisiones informadas que merecen igual respeto. Promover la lactancia no puede transformarse en una herramienta de presión o estigmatización. La verdadera promoción debe centrarse en el acompañamiento respetuoso, el acceso equitativo a apoyo profesional y la garantía del derecho a decidir informadamente, sin culpas ni imposiciones. Cuidar la salud de la infancia también implica cuidar a quienes maternan. Y eso comienza por validar todas las formas posibles de criar desde el amor, el respeto y la dignidad. COLUMNA.