Autor: FRANCISCO GUZMÁN, VICEPRESIDENTE DE CLARO EMPRESAS
COLUMNAS DE OPINIÓN: Smart Cities: seguridad, el nuevo estándar de convivencia
COLUMNAS DE OPINIÓN: Smart Cities: seguridad, el nuevo estándar de convivencia FRANCISCO GUZMÁN, VICEPRESIDENTE DE CLARO EMPRESAS Smart Cities: seguridad, el nuevo estándar de convivencia Hace años, pensar en una smart city era sinónimo sinónimo de un lugar que solo automatizaban servicios o conectaban dispositivos. Hoy, afortunadamente, afortunadamente, ese concepto ha mutado hacia uno donde las ciudades inteligentes son, en esencia, ciudades resilientes, que responden y se anticipan anticipan a las necesidades de las personas; una ciudad que protege.
Si algo quedó claro en la reciente Smart City Expo Santiago, evento que convocó a actores del mundo público, privado, la academia y la ciudadanía, ciudadanía, es que, en un entorno urbano hiperconectado, la seguridad física y digital ya no es una promesa, promesa, sino una condición estructural para la vida en comunidad. La creciente digitalización de los espacios públicos trae consigo oportunidades. Cámaras inteligentes, sistemas de control de accesos, plataformas plataformas de gestión de emergencias, sensores de movilidad o iluminación adaptativa permiten prevenir delitos, gestionar catástrofes naturales y optimizar recursos municipales. Pero también exigen una infraestructura robusta, interoperable y segura que resguarde tanto los sistemas como los datos de los ciudadanos. Aquí, el rol de las telcos trasciende la conectividad. conectividad. Hoy, estas compañías somos también integradoras tecnológicas, que articulan ecosistemas complejos: desde data centers con certificaciones internacionales de seguridad hasta hasta plataformas de ciberinteligencia que permiten anticipar vulnerabilidades y responder en tiempo real a amenazas. Y es que la convergencia entre seguridad física y ciberseguridad es clave: proteger proteger una comunidad es tan urgente como proteger su infraestructura digital.
Las nuevas normativas, como la Ley Marco de Ciberseguridad en Chile, también marcan un antes yun después: la obligación de reportar incidentes, junto con la creciente sofisticación de los ataques, exige que la seguridad sea abordada con la misma misma prioridad que el desarrollo urbano. Y eso solo es posible si la tecnología está al servicio de una gestión preventiva, resiliente y ética.
En este contexto, hablar de “smart communities” communities” ya no es una abstracción; es la materialización de un ideal: ciudades donde la tecnología permite permite habitar de forma más segura, donde los datos se traducen en decisiones oportunas, y donde la protección se entiende como un derecho habilitado habilitado por la innovación. El desafío está sobre la mesa y debemos abordarlo abordarlo con urgencia.
Proteger nuestras comunidades ya no es solo una cuestión técnica: es una prioridad prioridad estratégica, porque las ciudades del futuro se construyen hoy y porque no solo serán más inteligentes: serán más seguras, más humanas y conscientes de que el progreso solo es tal si cuida cuida a quienes lo habitan..