Jóvenes de Atacama buscan darle una nueva vida a los cerros de ropa del desierto
Jóvenes de Atacama buscan darle una nueva vida a los cerros de ropa del desierto Asimple vista podría ser una especie de instalación artística a gran escala: un cerro de jeans desteñidos, camisas polvorientas, zapatos sin par. Un porcentaje de estas prendas aún se puede utilizar. ¿El resto? Permanece apilado en montículos que pueden superar los dos metros de altura. Pero no es arte. Son parte de las más de 40 mil toneladas de desechos textiles que contaminan el desierto de Atacama, el más árido del planeta.
Ante este paisaje devastado por el vertedero clandestino en el norte de Chile, tres jóvenes de la región de Tarapacá decidieron no resignarse y, en cambio, crear “Desierto Vestido”. Se trata de una organización sin fines de lucro que busca alertar sobre este problema global y visibilizar las consecuencias de la contaminación provocada por la moda rápida (fast fashion) en los ecosistemas.
“Nos conocimos hace cinco años mientras éramos alumnos en la Escuela de Formación de Líderes Jóvenes: Territorio y Economía Circular de la Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile. Éramos simplemente vecinos, profesionales de diversas áreas, unidos por el amor a nuestro entorno y la convicción de que debíamos hacer algo al respecto. La idea de crear este proyecto viene de una profunda conexión con nuestro territorio.
Al presenciar de primera mano cómo nuestro entorno se veía afectado por la creciente acumulación de desechos textiles se avivó una inquietud compartida que nos impulsó a la acción”, cuenta Jean Karla Zambrana (31), activista ambiental y una de las líderes de la ONG.
Ella, junto a Ángela Astudillo (28) y Bastián Barría (30) forman un trío que, entre otras acciones en la región, realiza charlas y talleres en colegios, juntas de vecinos y organizaciones comunitarias, con el objetivo de educar y entregar herramientas prácticas para mitigar el impacto de la ropa descartada. “En los talleres entregamos habilidades técnicas para que las personas aprendan a transformar prendas, ya sea para hacer productos para sus casas o comenzar su propia pyme. Queremos que las personas puedan transformar con sus propias manos los textiles, o ropa que que quizás está estancada en sus clósets, erróneamente considerados basura, y darles una nueva vida”, dice Zambrana. “Nosotros vemos estos residuos como materia prima para generar otros productos. Creemos que es importante incentivar a la comunidad a ser parte de la solución. Por eso, además de entregarles el conocimiento, generamos conciencia a través de conversatorios donde se habla de la problemática, las soluciones existentes y se motiva a buscar nuevas formas de accionar”, explica Astudillo. Y añade: “Organizamos periódicamente trabajo en terreno, recorriendo grandes partes del desierto. Las prendas que recuperamos en Tarapacá pasan por un minucioso proceso de clasificación.
Aquellas que aún tienen vida útil se destinan a talleres de reutilización y upcycling (revalorización), donde artesanos y emprendedores locales las transforman en nuevos productos únicos, generando así una economía circular a pequeña escala”. A CERO PESO “Desierto Vestido” también lidera Atacama Recommerce, una plataforma (www.recommerceatacama.com) que permite a personas de cualquier parte del mundo “rescatar” una prenda encontrada en el desierto, comprándola a cero pesos (solo pagando el envío) para así incorporarla a su armario.
En marzo pasado, 300 de esas prendas algunas de marcas como Nike, Banana Republic y Zara se vendieron en un lapso de cinco horas a clientes de Estados Unidos, China, Francia, el Reino Unido, entre otros países.
“Pensamos que íbamos a demorarnos como uno o dos meses en venderlas, pero apenas se soltó el drop en la página se vendieron en un plazo récord que ni siquiera nos dio tiempo para planificar la segunda colección. Ahora el sitio está en pausa. No pensamos que iba a tener el éxito que tuvo y ahora estamos avanzando para lanzar la siguiente”, comenta Zambrana.
Y agrega que, “próximamente abriremos esta web a diseñadores, textileras y upcyclers de la región que quieran comercializar sus productos hechos a base de textiles descartados”. La activista dice que visibilizar este tema es crucial “por varias razones intrínsicamente ligadas a nuestra identidad y futuro.
Primero, la acumulación de textiles altera la composición de nuestro ecosistema único, porque libera microfibras que afectan la flora y fauna y contaminan los suelos, ya sea mediante su degradación o por la quema de estas prendas, que poseen cada vez más fibras sintéticas”. En segundo lugar, continúa, “la descomposición de los textiles puede generar focos de insalubridad y la dispersión de microplástico puede tener consecuencias que aún desconocemos en la salud de los tarapaqueños”. Por útimo, puntualiza la activista, “buscamos inspirar a los habitantes de Tarapacá a tomar decisiones de consumo más responsables y a apoyar iniciativas locales de reutilización y reciclaje.
Queremos que la región sea un ejemplo de cómo una comunidad puede enfrentar un problema global con soluciones locales, impulsando políticas y prácticas más sostenibles a nivel regional”. Una de sus metas es mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un llamado de Naciones Unidas a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos al año 2030.
CREARON LA ONG “DESIERTO VESTIDO”: Ángela Astudillo, Bastián Barría y Jean Karla Zambrana: “Organizamos periódicamente trabajo en terreno, recorriendo grandes partes del desierto”, asegura Astudillo.. A través de charlas, donde concientizan sobre los impactos de esta problemática, además de talleres prácticos, donde enseñan a confeccionar prendas con los descartes, entre otras iniciativas, este trío de activistas espera que la región de Tarapacá se convierta en ejemplo de cómo es posible enfrentar problemas globales con soluciones locales. CONSTANZA MENARES CREARON LA ONG “DESIERTO VESTIDO”: