Un año de la Ley Karin
Un año de la Ley Karin H a pasado un año desde la entrada en vigencia de la Ley 21.643 -más conocida como Ley Karinque busca prevenir, sancionar y reparar situaciones de acoso laboral y violencia en los espacios de trabajo. Su promulgación fue celebrada como un avance relevante en dignidad y salud mental para miles de trabajadores en Chile.
Un reciente estudio desarrollado por el Grupo de Investigación en Gestión del Comportamiento Organizacional de la Universidad del Bio-Bio, aplicado en Chillán y replicado con los mismos criterios metodologicos que en 2024, permite observar como evoluciona la percepción ciudadana frente a esta normativa. Se encuesto a 328 personas de distintos sectores y edades, y los resultados reflejan avances, pero también retrocesos y alertas que no se pueden ignorar. La caida de la percepción de utilidad de la Ley Karin -del 89,2% en 2024 al 72,3% en 2025es una. En su primer año, el entusiasmo era comprensible. La norma fue recibida con altas expectativas, sobre todo por su carácter pionero y por la urgencia de abordar el acoso como un problema estructural. Pero un año después, la realidad de su implementación comienza a desvelar falencias. Como señala el académico de la UBB Sebastian Maureira, hoy las personas ya no opinan desde la promesa, sino desde la experiencia concreta. Y lo que ven, en muchos casos, es un desfase entre lo que se dice y lo que se hace. Otro dato significativo del estudio es que el 54.9% de los encuestados teme un mal uso de la Ley, aunque solo el 13,4% declara conocer casos concretos. Este desfase muestra que existe una percepción -mas emocional que empiricade que la normativa podría ser tergiversada. Y aunque estos temores en ningún caso ponen en duda su vigencia, si revelan una necesidad urgente de mejorar la comprensión publica y asegurar procedimientos claros, imparciales y transparentes.
Porque cuando se legisla sobre relaciones humanas, se entra a un terreno delicado donde pesan tanto las normas como las confianzas, Si una persona denuncia, debe saber que sera escuchada, protegida y que el proceso no se convertirá en una segunda victimización. Y si una organización recibe una denuncia, debe contar con protocolos robustos, personal capacitado y una cultura interna que no bloquee el cambio. Nada de eso ocurre por decreto. Aun asi, hay luces. Casi la mitad de los encuestados ha recibido información o capacitación sobre la Ley Karin, un avance en comparación con el año pasado. Pero el conocimiento sigue siendo bajo: solo un 5,2% se declara con conocimiento alto, mientras que un 32,6% lo califica como deficiente. Capacitar no puede ser una formalidad ni una charla una vez al año. Debe ser un proceso sostenido, contextualizado y promovido por los liderazgos de cada espacio de trabajo. La Ley Karin es un hito importante. Ha instalado una nueva conversación en el pais. Ha dado herramientas y marcos. Ha permitido visibilizar lo que antes se callaba.
Pero no puede ser una excusa para dar por resuelto un problema que, en esencia, es cultural.. Casi la mitad de los encuestados para el estudio de la UBB en Chillán ha recibido información o capacitación sobre la Ley Karin, un avance en comparación con el año pasado. Pero el conocimiento sigue siendo bajo: solo un 5,2% se declara con conocimiento alto, mientras que un 32,6% lo califica como deficiente. Capacitar no puede ser una formalidad ni una charla una vez al año. Debe ser un proceso sostenido, contextualizado y promovido por los liderazgos de cada espacio de trabajo EDITORIAL