Las nuevas segundas vidas del plástico que evitan su nociva acumulación
Boyas y tubos que vuelven al proceso productivo o impresoras que se convierten en prótesis 3D son parte de los emprendimientos que buscan reducir la contaminación por plásticos. Pero si no se disminuye el uso de este material, nada será suficiente. LORENA GUZMÁN , eténgase un momento y | 5 piense: ¿ Podría pasar una semana sin plásticos? Para ' lograrlo, todo lo que compre y consuma durante ese período no puede tener este material. Difícil, pero no imposible. Así piensan los que están detrás de Zero Waste España y por eso lanzaron la campaña *boicotalplástico, que comenzó el lunes pasado y que termina este domingo.
El objetivo es evitar toda compra de alimentos que vengan envueltos en plástico (ese de un solo uso), tal como frutas, pan, pasteles y casi todo lo que se puede encontrar en el supermercado. ¿Se atreve a intentarlo? EN UN PUNTO DE QUIEBRE Según datos de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), actualmente, solo se recicla al año el 8% del plástico que se utiliza en Chile, es decir, 83.679 toneladas de las 990 mil que se generan como desperdicio. Pero esto podría cambiar rápidamente. Hoy solo se estaría ocupando el 48% de la capacidad instalada de molienda y el 57% de la fabricación de pellets. La tarea es difícil, pero hay mucho de voluntad de por medio. Reciclar es el gran desafío, pero no el único, dice María José Galotto, directora de Ecolaben, de la Universidad de Santiago, un laboratorio concentrado en la compostabilidad, biodegradabilidad y ecotoxicidad de los plásticos. “Debemos disminuir la materia prima plástica que estamos utilizando, principalmente el sobreenvasado de los productos”, asegura.
Reutilizar, reciclar y compostar son acciones necesarias, pero también hay que considerar que si se sigue usando la misma cantidad de plástico o más, igualmente habrá que terminar acopiando lo que no se use, Por eso, el cómo es crucial. “No podemos empezar a reciclar sin ver el negocio que hay en ello, porque sino vamos a terminar con una materia prima reciclada que no tiene uso alguno”, explica la investigadora. Por ello, una de las tareas en la que se concentra Ecolaben es en buscar alternativas para el plástico reciclado. Pensando en ello, y también en la concentración de las plantas de reciclaje en la capital, es que Benjamín González fundó Greenspot bajo el concepto de economía circular.
Con base en Puerto Montt, la empresa se dedica a reciclar principalmente residuos plásticos de industrias alojadas en la zona, como son las salmoneras, las productoras de choritos y de leche, En poco más de dos años, Greenspot ha reciclado un millón de kilos de boyas, tubos, flotadores, plumavit, cajas y bidones, ente otros.
El 30% de los pellets de plástico que genera se van a Santiago, otro 30% se queda en la zona, y el mismo porcentaje se va a otras regiones, mientras que el 10% restante viaja a Francia. Este último corresponde al residuo que queda de la plumavit y que hoy no tiene uso en Chile. En el caso de GREENSPOT INICIATIVAS DE RECICLAJE: lo que se queda en territorio nacional, la mayoría vuelve a convertirse en suministros para las mismas empresas que partieron reciclándolo. “Desde el principio, las empresas se mostraron abiertas al reciclaje, pero en los últimos seis meses el interés ha explotado”, dice Benjamín González. “Ellas quieren demostrar que están haciendo bien las cosas y que eso es comprobable. Además de evidenciar un grado de involucramiento comunitario y con el territorio”, agrega. Greenspot tiene un sistema de trazabilidad de sus pellets, lo que permite determinar de dónde viene el plástico y así permitir una economía circular.
CÁSCARA DE LA TECNOLOGÍA Desde un principio, Héctor Loyola, cofundador y director de comunicaciones y ventas de Qactus, y sus socios Felipe Herbage y Julien Hanna, pensaron en cómo agregarle valor al reciclaje de plástico más allá de lo que se estaba haciendo. Así nació su emprendimiento, dedicado a crear materia prima para la impresión en 3D. Ellos recolectan en puntos limpios y centros de impresión dos tipos de plásticos, los que están en los aparatos electrónicos y los que se usan para imprimir en 3D. Hasta el momento han producido 200 kilos de material a partir de 700 kilos de plástico. Si bien Qactus vende el filamento para hacer impresiones en 3D, también produce productos finales que van desde lentes de sol hasta chapitas. “Ahora estamos en un proyecto de hacer turbinas eólicas de tamaño domiciliario con plástico reciclado”, dice Héctor Loyola. Si bien han tenido muy buena recepción, esto aún no es para todos. “Estamos en un período bastante positivo y podemos producir plástico reciclado de la misma calidad que el nuevo, la decisión pasa por algo ético más que otra cosa. O lo haces con plástico chino virgen o con reciclado chileno”, dice. Y aquí, a su juicio, hay una marcada diferencia generacional: mientras a los mayores les da lo mismo, a los millenials no. Y es justamente ese interés al que apela la aplicación Reciclapp. Dedicada a diversos tipos de reciclaje, en cuanto al plástico se concentra en el PET, el más consumido a nivel domiciliario, dice Cristian Lara, su director. Si bien no transforman el material, se han concentrado en hacer campañas pro reciclaje con diversos socios. Una de ellas es la que desarrollaron con HP. Las tres principales multitiendas del país se convirtieron en lugares de acopio de impresoras en desuso. En una primera etapa sumaro TON tres toneladas de plástico, que term naron convertidas en cinco prótesis 3D. La segunda campaña terminó el 30 de abril pasado y sumó a la recolección otras 5,5 toneladas. Esperan imprimir siete prótesis más. Mientras, planean llegar con la iniciativa a Puerto Rico y Colombia. “Para nosotros, el aspecto social de reciclaje es casi tan potente como el ambiental”, asegura Cristian Lara. Reciclapp no solo trabaja con recolectores, sino que también tiene miniproyectos, como el desarrollado con Unilever y 12 colegios de Independencia. Envases de yogur reciclados terminaron convertidos en pintura, la que sirvió para arreglar uno de los establecimientos.
“Hacer uso racional de los plásticos es una necesidad urgente, así como también valorizar el reciclaje” MARÍA JOSÉ GALOTTO Directora de Ecolaben de la Universidad de Santiago En el patio de acopio de residuos de Greenspot, en Puerto Montt, se ven boyas de fondeo, en naranja y azul, y flotadores negros de plástico. ES CO Anualmente, ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos.
Esto equivale a vaciar un camión de basura por minuto. $ OBJETIVOS Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (0DS) son un llamado de Naciones Unidas a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos al año 2030.