Clave: lo que el recepcionista vio la noche del 22 de septiembre
En el Panamericana Dos testimonio dentro de la carpeta de investigación, el del taxista y el funcionario del hotel, le entregan contexto a lo que ocurrió la noche del 22 de septiembre. Pablo Basadre G.
On dos declaraciones importantes a juicio del Ministerio Público las que darían contexto a lo que ocurrió antes de que el exsubsecretario Manuel Monsalve y la joven denunciante ingresaran al Hotel Panamericano la noche del 22 de septiembre. Una de ellas es el testimonio del taxista que los trasladó desde el restaurante Ají Seco Místico, ubicado en el centro de Santiago, al Panamericano, en la calle Teatinos, a metros de Huérfanos. Tal como pudo reconstruir La Segunda esta semana, el taxi se desplazó en dirección al domicilio de la mujer, donde habría intentado bajarse y no pudo. Para luego seguir rumbo al lugar, donde la abogada querellante afirma que se consumaron los delitos de violación y abuso sexual entre el 22 y 23 de septiembre.
El segundo testimonio es el del recepcionista del Panamericano, quien le habría dicho al Ministerio Público que cuando llegaron ambos a la recepción, pasadas las 23 horas, la joven se veía evidentemente ebria, que Monsalve la sostenía de la cintura y la tenía tomada de la mano. El trabajador declaró que le comentó a su compañero de trabajo que la joven no estaba en buenas condiciones. No así el exsubsecretario, de acuerdo a lo que ellos pudieron percibir. Una vez adentro, subieron a la habitación que Monsalve tenía reservada y, minutos después, él mismo bajó al lobby porque su tarjeta magnética para abrir la puerta no le habría funcionado. Tras eso, el recepcionista y su compañero no supieron más delos dos. Hasta que las cámaras muestran a la joven saliendo del hotel cerca del mediodía del 23 de septiembre y a Monsalve una hora después, cuando enfiló rumbo a La Moneda a trabajar.
Ese día lunes 23 de septiembre, como ya se sabe, Monsalve no llegó a la conferencia de prensa para explicar los 37 muertos que hubo durante la celebración de las Fiestas Patrias y fue reemplazado por el exsubsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara. El vacío mental de 10 horas, aproximadamente, es lo que complica hoy al médico socialista, pues le ha dicho a sus cercanos que no recuerda lo que realmente ocurrió esa noche del 22 de septiembre. Por su parte, la víctima ha dicho que tampoco tiene recuerdos y que por lo mismo, para ella, no hubo consentimiento para un acto de connotación sexual. Así se lo dijo días después al propio exsubsecretario, quien a su vez era su superior jerárquico en Interior.
Otro delos aspectos complicados del caso son los peritajes del Servicio Médico Legal, pues según pudo constatar este medio, no son concluyentes respecto a las lesiones que habría sufrido la denunciante por los días transcurridos hasta que prestó su testimonio el 14 de octubre en la Fiscalía Centro Norte. Monsalve, pese a que no tiene claridad delo que ocurrió, ha insistido que no actuó de manera incorrecta y que está seguro de no haber cometido un delito.