Autor: FRANCISCO CASTAÑEDA. DIRECTOR DE LA ESCUELA DE NEGOCIOS U. MAYOR

Ante el escenario económico, realismo ponderado
Señora Directora: El nuevo Gobierno se enfrentará a una cruda realidad: la crisis pandémica ha traído aumentos importantes de la deuda pública, un drenaje significativo de los fondos soberanos y un aumento no menor dela inflación. Así, a su anunciado plan de reformas en pensiones, laborales y tributarias, se adicionará la incapacidad de una economía para crecer aceleradamente este 2022.
El fin masivo de las transferencias fiscales y de retiros de las AFP empinaron las tasas de interés de largo plazo, restringiendo créditos hipotecarios y la inversión doméstica, y aceleraron la inflación más allá de la disrupción de las cadenas de suministro y la volatilidad del dólar.
Por ello, para realizar las transformaciones estructurales deberán “ponderarse” los ajustes tributarios, repensar la banca de desarrollo, redefinir los gobiernos corporativos de las empresas para premiar la inversión y continuar impulsando la productividad en los rubros considerados extractivistas para potenciar el capital humano de esas industrias. Estas transformaciones son de largo plazo y el país lleva décadas avanzando en esta senda, por lo que desviar significativamente este camino puede tener costos sociales altos. Y la experiencia en países vecinos, con políticas industriales fallidas, abundan porque no conectaron adecuadamente al Estado con el capital privado. Pero ya está claro que el presente año será el del “realismo con ponderación”.