La Sala Juan Radrigán se une al circuito céntrico de escenarios
La Sala Juan Radrigán se une al circuito céntrico de escenarios P rofesor de dramaturgia en la U. Academia de Humanismo Cristiano, Juan Radrigán no alcanzó a ver el homenaje de esa sala de cámara, pues solo tomaría su nombre tras su muerte en 2016.
Ubicada en una casa del barrio Brasil de la universidad, fue trasladada íntegramente, con sus graderías y sus elementos escenotécnicos, a Serrano 150, donde se reinstaló en escala 1:1 en la nueva sede de la Facultad de Artes de la universidad. "Es una caja negra sin tarima, con escenario al nivel del piso, y capacidad para 70 personas.
Permite que las nueve carreras (Teatro, Danza, Música, Cine, Artes y Oficios, entre otras) tengan espacio para actividades, pero al mismo tiempo se quiere proyectar a la comunidad del centro cívico, donde estamos emplazados", señala la decana de la Facultad de Artes, Andrea Gutiérrez.
Ya está en marcha el diseño de un programa para el año, que tomará un foco curatorial vinculado a las expresiones latinoamericanas, además de participación de sus elencos, la Wak Big Band, dirigida por el ex-Fulano Jaime Vásquez, o la compañía escénica Wak. Ese calendario también considera obras, conciertos y otros espectáculos con artistas de fuera de la comunidad universitaria y acceso público. Con su instalación, el centro cívico capitalino suma un espacio más al ramificado plano de salas, teatros e incluso la casa de ópera del Municipal, el mayor de todos los escenarios. La Sala Juan Radrigán se une a otras de esta misma naturaleza, como las pequeñas cajas negras universitarias de la U. Mayor, o la Agustín Siré y la Sergio Aguirre, de la U. de Chile, recientemente remodeladas, además de la emblemática Sala Isidora Zegers, destinada a la música clásica. Emplazada frente al Palacio de la Moneda desde 1954, la Sala Antonio Varas, principal en el circuito teatral, también presenta una remodelación.
Y a pasos de allí, en la Casa Central de la U. de Chile, se sitúa la Sala Sazié, que está próxima a cumplir diez años con sus proyecciones de películas y foros de su cine club.
Los escenarios de mayor capacidad y diversidad son el Ceina, con distintos espacios y actividades de lunes a domingo, desde congresos y stand up comedy, a obras de teatro y conciertos inmersivos, como el de Quilapayún, el próximo 18 de mayo.
El Teatro Cariola suma sus dos salas en un fuerte vínculo con la música, al igual que el Teatro Coliseo, en Nataniel Cox, un dinámico escenario que el 11 de mayo tendrá un concierto memorable con la banda posrock de Chicago Tortoise. Y en el límite sur del circuito, el Espacio Diana, junto a los famosos juegos mecánicos, con una activa cartelera de 50 conciertos al año. La Sala Juan Radrigán se une al circuito céntrico de escenarios En la nueva sede de calle Serrano de la Facultad de Artes de la U. Academia de Humanismo Cristiano, aparece esta caja negra para teatro, danza, música y cine, que tiene actividad universitaria y vinculación con un entorno de muchos y diversos espacios. IÑIGO DÍAZ Conversatorio con Alicia Vega, el año pasado en la antigua Sala Juan Radrigán, que fue replicada a escala 1:1 en la nueva sede universitaria. FABIÁN VARGAS.