Autor: Por Ximena Pérez Villamil
Rosario Navarro, la mujer que viene a “chasconear” la Sofofa
| Rosario Navarro, la primera candidata mujer a encabezar la Sofofa Postula a la presidencia apoyada por grandes grupos económicos: A que lo hereda no lo hurta.
Cuando parecía que no había interesados por tomar la posta de Richard von Appen en la Sofofa, apareció Rosario Navarro Betteley (47) liderando una lista que, por primera vez, tiene a una mujer como candidata a la presidencia en los 140 años de vida del gremio industrial. Es la segunda vez que el apellido Navarro postula a encabezar la Sofofa: Andrés Navarro Heussler, su padre, fue candidato en el 2015. Allí compitió con Hermann von Múhlenbrock, quien iba a la reelección y le ganó por amplio margen. Rosario Navarro se presenta acompañada de Oscar Hasbún, gerente general de la Sudamericana de Vapores, del grupo Luksic, y Gonzalo Said, socio de Embotelladora Andina y del Scotiabank. Ambos habían declinado liderar la Sofofa y, en cambio, decidieron apoyar a Navarro en su candidatura. Dado el peso de los grupos económicos Luksic y Said, su aspiraNo es ingeniera ni abogada y apoya las cuotas en los directorios. Dice encarnar una mirada de innovación y transformación. Su padre, Andrés Navarro, postuló a encabezar la Sofofa en 2015 sin éxito. ción podría concluir en una elección de consenso, como sucedió con Von Appen y Bernardo Larraín Matte. Considerada una mujer liberal, que promueve los cambios al interior de las empresas, Navarro podría “chasconear” a la Sofofa. Fuera de la caja Navarro rompe los esquemas tradicionales: no es ingeniera comercial o civil, ni siquiera abogada, sino licenciada en estética de la UC.
Desde el 2013 es directora de Sonda, la empresa tecnológica fundada por su padre; consejera de Comunidad Mujer y asesora de Lipigas desde 2020 como integrante del Comité de Transformación, al que llegó a través de un proceso de head hunting, además de directora suplente. Reconoce que en los directorios de las empresas chilenas, el perfil que se repite es el de ingenieros comerciales o abogados, vinculados al grupo controlador. “Yo como directora independiente encarno una mirada de innovación, de transformación, la vinculación que tengo con el ecosistema de emprendimiento y con el mundo de las startups”, declaró en El Mercurio en julio pasado.
Su carrera -dijole permite tener una mirada “desde fuera de la caja; en el mundo se entiende que los gobiernos corporativos si tienen un mayor grado de diversidad, pueden generar mayor valor”. No se declara feminista, pero apoya el proyecto de ley que obliga a las sociedades anónimas abiertas a contar con un 40% de mujeres en sus directorios.
“Es valioso y necesario y va en la dirección correcta porque, aunque sabemos que hay mujeres calificadas para los puestos de mayor responsabilidad, en los directorios de empresas chilenas ellas solo representan un 12,7 %”, escribió en una carta al director de El Mercurio junto a otras 11 directoras de Comunidad Mujer en diciembre último.
También suscribió otra en septiembre en la que 12 directoras de la corporación hacían un llamado a que en el nuevo proceso constitucional, tras el plebiscito, “se escriba con las mujeres, que todos los procesos y Órganos que se definan cuenten con paridad de género”. “Viva México, cabrones” La mayor de los siete hijos de Andrés Navarro, casada con el escritor Sergio Coddou y madre de tres hijos, declara mirar al futuro. Como socia de la consultora Idemax, dedicada a la transformación de negocios, sostiene que muchos de los negocios tradicionales están siendo amenazados. “Nos hacemos preguntas más bien disruptivas de dónde queremos que estén los negocios del futuro, construyendo esa ruta para transformaciones profundas”, describió su trabajo en Idemax en una entrevista en julio en Economía y Negocios. Columnista de El Mercurio, no se complica en titular “Viva México, cabrones”, para resaltar por qué Idemax está abriendo una filial en México. “Chile todavía está en pañales la industria de capital de riesgo. México, por el contrario, tiene el mejor mercado de capital de riesgo entre los países hispanohablantes. Cuenta con 110 mil firmas de capital privado y 630 centros de desarrollo de software”. Lo que más le apasiona son los temas relacionados a la educación, nuevas tecnologías, transformación de negocios einnovación. Al terminar la universidad, trabajó por un tiempo en galerías de arte hasta que aterrizó en el mundo de la educación superior. Trabajó diez años en la UNAB, en la vicerrectoría académica, armando el área de desarrollo web, y después en marketing. Su siguiente paso fue la Fundación Chile, como directora del área de tecnología y educación,