Columnas de Opinión: El eco centralista que silencia a las regiones
Columnas de Opinión: El eco centralista que silencia a las regiones es un claro ejemplo. Mientras Santiago ve cómo sus proyectos de transporte y construcción avanzan a ritmo constante, en regiones como Ñuble, las comunidades continúan esperando por mejoras asignación de recursos que no reflejan su potencial ni sus carencias. La promesa de la descentralización, un anhelo largamente postergado, se ha convertido en una especie de espejismo, un horizonte que se aleja Santiago concentra los focos, mientras el resto de Chile espera su voz. Esa parece ser la máxima que rige los noticieros y los debates públicos en Chile. Una vez más, la centralización se erige como un muro invisible que relega a las regiones a un segundo plano, dejando a sus habitantes con la a medida que el tiempo pasa. “En los canales de televisión chilenos, es como si el país terminara en General Velásquez”, comenta con frustración un habitante de Chillán.
“Lo que ocurre en Santiago es noticia de alcance nacional, pero si un proyecto clave se estanca en Ñuble, es un problema local, que a duras penas merece un par de segundos en los noticieros nacionales.
Es una deuda pendiente con nuestra región”. Esta falta de equilibrio informativo no es solo una cuestión de representación mediática; tiene consecuencias directas en la percepción de las prioridades nacionales y en la asignación de presupuestos. Si las realidades regionales no son visibilizadas, es más fácil que sus demandas sean ignoradas en la formulación de políticas públicas y en la distribución de fondos. La inversión en infraestructura viales, puentes, sistemas de agua potable y un sinfín de iniciativas que son cruciales para el desarrollo y la calidad de vida de sus habitantes. El “famoso proceso de descentralización” se siente, desde las regiones, más como una frase de buena voluntad que como una estrategia concreta y efectiva. Es imperativo que los medios de comunicación y las autoridades reconozcan la riqueza y la diversidad que existe más allá del eje central. Dar voz a las regiones no es solo un acto de justicia, sino una necesidad para construir un país más equitativo, informado y consciente de la totalidad de sus realidades.
Ñuble, y tantas otras regiones, continúan esperando que esa deuda histórica con la descentralización y la visibilidad mediática, finalmente, sea saldada. sensación de que sus realidades no importan, o al menos, no lo suficiente como para ocupar los grandes titulares. La tónica es clara: las inversiones en transporte, construcción, cultura y, en general, las noticias de relevancia, parecen orbitar casi exclusivamente en torno a la capital. Proyectos de gran envergadura son anunciados y analizados con detalle en Santiago, mientras que las necesidades urgentes y los avances significativos que se gestan en otras latitudes del país apenas reciben un fugaz reconocimiento. Este fenómeno es particularmente palpable en regiones como Ñuble, que, a pesar de su autonomía administrativa desde 2018, sigue lidiando con una visibilidad mediática y una Cristián Flores Escalona Profesor de Castellano y Psicólogo Clínico. Opinión