Museo Marítimo Nacional celebra 110 años con nuevos proyectos
Museo Marítimo Nacional celebra 110 años con nuevos proyectos La Blanca Casona fue construida entre 1884 y 1887, por el arquitecto Carlos von Moltke. Es Monumento Histórico desde 2012. P aseo 21 de Mayo, en el cerro Artillería, dominando la bahía de Valparaíso.
Ahí se encuentra la llamada Blanca Casona, el edificio de 1887 con su señorial estilo neoclásico, que albergó originalmente a la Escuela Naval de la Armada de Chile y que desde 1988 ocupa el Museo Marítimo Nacional, MMN.
Ayer, en una ceremonia de gran formalidad, este espacio museal celebró 110 años desde su fundación, ocurrida en 1915 en el monitor Huáscar, como Museo Naval Arturo Prat. "Ha sido una navegación de más de un siglo que por cierto no ha estado exenta de calmas y bravezas", dijo en su discurso el director del MMN, el contraalmirante (r) Andrés Rodrigo, destacando su actual ubicación como "un eslabón fundamental no solo para acercar a la comunidad hacia la historia naval, sino también para generar ese necesario conocimiento y valoración de lo marítimo". Con unos 70 mil visitantes anuales --que antes de que el ascensor del cerro Artillería dejara de funcionar, en 2018, llegaron a ser cien mil--, el MMN ocupa desde el año pasado toda la Blanca Casona --11.100 m 2 --, lo que permitirá desarrollar el proyecto museal y arquitectónico que esta dependencia tiene aprobado desde 2018. Actualmente, el museo tiene más de 5 mil 550 objetos patrimoniales y unos cinco kilómetros de archivo histórico de la Armada, además de fotografías y películas antiguas vinculadas al trabajo de la institución. El traslado del Comando de Operaciones Navales desde el ala sur del edificio permitió al MMN crecer hacia ese sector, y desde ayer la entrada es por el acceso principal del edificio. Como bienvenida, en el hall principal está montada una muestra temporal sobre la historia de un poco más de un siglo del MMN.
Desde ahí, el visitante se puede dirigir hacia el ala norte, para recorrer las salas permanentes, con temáticas como la guerra en el mar, otras dedicadas a personalidades importantes, como Arturo Prat o Lord Cochrane, o la que exhibe la maqueta del acorazado Latorre, de unos 8 metros de largo. "El edificio, como es grande, tiene dos patios. El norte, que es el patio ancla, está habilitado por completo, y el patio sur, o el de embarcaciones, es justamente para recibir embarcaciones menores", explica el director sobre los usos de los nuevos espacios.
Agrega que las salas alrededor de este patio sur van a ser ocupadas por la biblioteca --"que se va a ampliar para que sea visitada por todas las personas"-y una futura sala multisensorial, con videos y sonidos, dedicada a tópicos relativos al mar y su conservación. "Estamos postulando a los recursos ministeriales para ir habilitando ya alguno de estos espacios", afirma Andrés Rodrigo.
También se han ocupado salas para los proyectos de restauración de las embarcaciones bote salvavidas "Capitán Christiansen" y el "Sea Tomato", bote a remos que cruzó el mar de Drake hacia la Antártica hace 35 años.
El primero de estos barcos, de 24 toneladas, fue trasladado el año pasado desde el Muelle Vergara, donde estuvo durante muchos años, para quedar en el patio del frontis del MMN, en una operación de calculada ingeniería que se hizo en la madrugada.
El "Sea Tomato" estaba desde el 2011 en las bodegas del museo. "La gran mayoría va a estar en este patio de embarcaciones", comenta Andrés Rodrigo sobre el destino de las más pequeñas, que incluye la "Sea Tomato", la "Elsa Sofía" y un bongo pesquero, entre otras, y a las que sumarán yates, láseres y otras más de tipo náutico. "Todavía hay mucho que desarrollar aquí en el museo", comenta el director y menciona más proyectos, como el de una sala en el fondo de la Blanca Casona que uniría las dos alas, norte y sur, y estaría dedicada al mar chileno; o hacer una réplica del submarino "Flach", el primero en Sudamérica y quinto del mundo, hundido en la bahía porteña en 1866. Museo Marítimo Nacional celebra 110 años con nuevos proyectos Con la utilización de todo el edificio en el cerro Artillería, este espacio proyecta ampliar sus salas de exposición y restaurar más embarcaciones. MARÍA SOLEDAD RAMÍREZ R. El patio ancla, en el ala norte del edificio, que está completamente habilitado. MMN La sala "Antártica" ofrece detalles del continente helado, como la historia de sus exploradores. MMN La sala "La guerra en el mar", sobre la importancia del poderío naval durante la independencia de Chile. MMN MMN.