El legado del profesorado normalista
El legado del profesorado normalista ducar no es solo " Finstruir, sino forciudadanos con carácter, responsabilidad y sentido del deber". Esta frase, que podría haber sido dicha en cualquier Escuela Normal de Chile en el siglo pasado, cobra renovada vigencia en un tiempo que exige convicciones firmes sobre el valor de la educación como eje estructurante de una sociedad libre, cohesionada y justa. Cada 26 de agosto, Chile recuerda el Día del Profesor Normalista. Y lo hace no solo para recordar una época, sino para preguntarse qué tipo de docente y qué tipo de escuela necesita el pais en este siglo XXI. La figura del normalista represento una vocación profunda, una disciplina moral y una misión nacional. Era educador, guía, vecino ejemplar y agente de progreso. Las Escuelas Normales, nacen 1842, siendo creadas con una meta clara: formar a los profesores que llevarian el saber a cada rincón del pais. Lo hicieron con rigor, sentido de propósito y una visión formativa que iba más allá del aula. Formaban ciudadanos, no solo lectores. Y ese espíritu-lejos de ser anacrónicopuede y debe las futuras generaciones no solo para aprobar pruebas, sino para sostener una república. La pedagogia debe recuperar su carácter estratégico. Porque un pais que fortalece a sus docentes fortalece su democracia. Es alli, en la sala de clases, donde se juega el respeto a las normas, el desarrollo del pensamiento critico, el amor por el trabajo bien hechoy el compromiso con el bien común. Hoy más que nunca, necesitamos una formación docente exigente, conectada con la realidad y orientada al servicio. Que forme profesionales con identidad, sensibilidad social y convicción pedagógica. Y que sea capaz de reconocer que la educación es un acto de esperanza, pero también de responsabilidad. Volver a mirar al profesor normalista no es un gesto nostalgico. Es una decisión política.
Es recordar que hubo un tiempo en que el maestro era sinónimo de respeto y que ese tiempo puede y debevolver, si recuperamos el valor de la vocación, el esfuerzo y la misión educativa como un acto de amor por Chile. Porque sin buenos profesores, no hay buenos ciudadanos. Y sin ciudadanos formados, no hay futuro posible. MAÑANA inspirar nuestro presente.
No se trata de restaurar modelos cerrados ni de idealizar el pasado, sino de recuperar lo esencial: el sentido del deber, la valoración del mérito, el respeto por la autoridad pedagógica, la vocación como sustento de una carrera que moldea personas. Hoy enfrentamos desafios nuevos: sobreexigencias, baja vocación, desgaste emocional docente, y dificultades crecientes en la convivencia escolar. Pero hay fundamentos que no pasan de moda. Es momento de reivindicar el rol del profesor como líder. De formar personas que sean ejemplo, no solo transmisores de contenido. Que encamen responsabilidad, coherencia y autoridad ética.
Que comprendan que su tarea es preparar a C Columna Nora Rozas de la Barm, profesora normalista Mención Educación Musical Región de La Araucania.. C Columna Nora Rozas de la Barm, profesora normalista Mención Educación Musical Región de La Araucania.