COLUMNAS DE OPINIÓN: ¿Qué edad tienes?
COLUMNAS DE OPINIÓN: ¿ Qué edad tienes? P a r e c e u n a pregunta fácil de responder, aunque la verdad es que tenemos varias edades y no solo la que p u e d e s a b e r s e merced a nuestra memoria, y si esta última anduviere muy mal, consultando la cédula de identidad. A esa llamamos "edad cronológica", pero hay también una "edad biológica", que es la que tiene nuestro cuerpo y que puede calcularse consultando a un gerontólogo. Tenemos igualmente una "edad psicológica", que es la que sentimos tener y que siempre es menor que las dos anteriores. Hay también una "edad burocrática", aquella en que nos jubilan, y que, a contrapelo del actual y retardado proceso de envejecimiento, suele adelantarse a aquella en que se podría y querría seguir trabajando.
En cuanto a la "edad social", es la que nos echan los demás cada vez que después de largo tiempo nos encontramos con otros y nos engañamos con frases como "Pero si estás igual que antes" o "¿ Cómo lo haces para verte tan joven?", o que nos mentimos a nosotros mismos declarando estar siempre "como tunas". Creo que hay también lo que podríamos llamar "edad existencial", que vendría siendo una combinación de todas las anteriores y que, al ser enteramente subjetiva, es muy difícil de estimar de manera compartida. Se trata de una especie de balance o promedio de todas las edades mencionadas antes y que va decantándose muy lentamente y de manera difusa.
Me refiero ahora a lo que se llama "edad cultural" o, mejor, "vejez cultural", que nos sobreviene cuando dejamos de interesarnos en cosas y acontecimientos nuevos, un tipo de vejez que se delata poniendo distancia, y a veces hasta rechazo, con los jóvenes que piensan, sienten y viven como tales, y de los que se afirma por los mayores que son hoy mucho peores de lo que fuimos a esa edad.
Que beben más, que no van a clases, que son desordenados e irresponsables, que no leen, que no se enteran de nada o tienen ideas políticas descaminadas, todo lo cual puede ser resumido en la afirmación, muy habitual entre los mayores, de que en nuestro tiempo fuimos mucho mejores que los jóvenes de la actualidad.
Arremetemos también contra los modales y vestimentas juveniles del presente, cuando no contra el lenguaje, el largo del cabello o la falta de estética en los peinados, que era más o menos lo mismo que criticaban nuestros progenitores a los jóvenes que fuimos alguna vez. En cierta ocasión, mi padre desconectó bruscamente el tocadiscos en que con algunos amigos escuchábamos las primeras canciones de Elvis Presley. A causa de nuestra vejez cultural ponemos distancia e incluso desarrollamos encono con el país en que vivimos, diciendo que es el peor de la tierra.
El mismo mundo, que nunca ha sido una taza de leche ni lugar para la solidaridad o fraternidad entre los pueblos, es presentado hoy como el peor de todos, como si antes no se hubiera incurrido en actos de feroz y prolongada crueldad o de dominación y abuso de unos sobre otros. "Todo pasado fue mejor", repetimos de pura mala memoria, y pasamos la cuenta a las nuevas generaciones.
Postulamos también que, al revés de la juventud, nuestra vejez es sinónimo de ponderación y hasta de sabiduría, rechazando, o cuando menos ignorando, avances científicos y tecnológicos con auspiciosos y tangibles resultados, pero que descolocan a los mayores, optando por no pensar ni creer en tales avances y anunciar incluso la inminencia del Apocalipsis. A eso llamo "vejez cultural". Nos salimos casi de este mundo, mas no para tratar de mejorarlo, sino para abdicar de él y refocilarnos en el pasado.
C O L U M N A D E O P I N I Ó N ¿ Qué edad tienes? A causa de nuestra vejez cultural, ponemos distancia e incluso desarrollamos encono con el país en que vivimos, diciendo que es el peor de la tierra. Si desea comentar esta columna, hágalo en el blog. Por Agustín Squella.