Senadores presionan para que el Gobierno impulse la reforma que destrabará obras paralizadas
Cirugía al Consejo de Monumentos Nacionales Senadores presionan para que el Gobierno impulse la reforma que destrabará obras paralizadas De Urresti, Cruz-Coke y Lagos Weber encabezan el llamado para acelerar un proyecto que lleva tres años estancado en el Senado, paralizando hospitales y centrales hidroeléctricas. Sergio Sáez Fuentes na central hidroeléctrica paralizada desde hace cuatro años. Un hospital público detenido desde 2022. Más de 3.700 solicitudes pendientes de evaluación. Esos son algunos de los efectos más visibles de la actual legislación que regula al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), un organismo creado en 1925 cuya ley orgánica data de 1970. Hoy, tres senadores —Alfonso De Urresti (PS), Luciano Cruz-Coke (Evópoli) y Ricardo Lagos Weber (PPD)— han decidido reactivar la reforma que moderniza esta institucionalidad y que lleva tres años estancada en el Senado. “Es evidente que algo no está funcionando bien en el actual diseño institucional del Consejo”, afirma el senador De Urresti, quien ha sido uno de los impulsores de esta reforma desde sus inicios. “En un caso reciente, se confirmaron costos superiores a los US$70 millones asociados a exigencias del Consejo en el marco de una obra pública, la Línea 7 de metro. Es una cifra completamente desproporcionada”, añade. La propuesta busca modernizar el CMN, dotarlo de mayor eficiencia, transparencia y criterios técnicos claros.
La urgencia de esta reforma quedó reflejada en una reciente auditoría de la Contraloría General, que entre enero de 2022 y mayo de 2024 detectó más de 3.700 casos sin resolver y una serie de irregularidades en la tramitación de solicitudes. Entre los casos emblemáticos de retraso, se encuentra el nuevo Hospital de La Unión, detenido desde fines de 2022 por hallazgos arqueológicos no resueltos. “Lo ocurrido en La Unión, donde vecinos han salido a protestar para exigir la reanudación de las obras, es una señal de alarma”, dijo Alfredo Echavarría, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción.
“La falta de eficiencia del Estado en estas materias no puede seguir ocurriendo si queremos impulsar el crecimiento del país”. La tramitación del proyecto actual, comenzó durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, cuando Cruz-Coke presidía la Comisión de Cultura de la Cámara. El texto fue aprobado en Diputados, pero quedó congelado en el Senado. Para el senador, el principal obstáculo no ha sido político, sino administrativo.
“A pesar de que la ministra de Cultura (Carolina Arredondo) tiene disposición a que avance, la subsecretaria de Patrimonio se ha opuesto sistemáticamente (Carolina Pérez)". El parlamentario de Evópoli asegura que este punto fue abordado directamente con el presidente Gabriel Boric. “Esto se lo he planteado en persona al Presidente durante su gira a India. Él mostró interés en que el proyecto avance. Sería un logro enorme para su administración aprobar una reforma que lleva más de 50 años pendiente”, señaló.
Para Cruz-Coke, la actual normativa se ha transformado en una verdadera “aduana patrimonial” y considera que su aprobación puede ser más significativa que la reforma al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental: “Hoy cualquier hallazgo menor, aunque sea de dudoso valor, puede detener por tiempo indefinido obras de inversión públicas o privadas. Carreteras, hospitales, viviendas", “No estamos hablando de ciudades con mil años de historia" De Urresti, por su parte, subraya que “no estamos hablando de ciudades con mil años de historia. Hay lugares donde la aplicación actual de la norma resulta innecesaria y arbitraria”. El senador socialista insiste en que el problema no es proteger el patrimonio, sino hacerlo con sentido común. “Cuando realmente se encuentran elementos de valor patrimonial, por supuesto que hay que resguardarlos.
Pero eso no puede convertirse en una excusa para paralizar proyectos clave para el desarrollo del país”. Ricardo Lagos Weber (PPD), también se ha sumado ala ofensiva legislativa como presidente de la Comisión Cultura: “Debemos trabajar en una ley que permita destrabar los proyectos de inversión respetando el patrimonio cultural. Pero la legislación actual traba la inversión pública o privada y eso genera que obras de impacto regional retrasen el desarrollo local”, advierte. Como ejemplo, menciona el caso del edificio de Neurociencias de Valparaíso, hoy paralizado, convertido en un “espacio baldío” por falta de una norma adecuada.
El proyecto de ley en discusión no sólo propone modernizar la orgánica del Consejo, sino que incorpora reglas de transparencia como la transmisión pública de sus sesiones —una moción que ya se aprobó— y la obligación de declarar intereses y conflictos de interés de sus miembros. “La institucionalidad actual está completamente agotada”, resume De Urresti. “Requiere una actualización urgente, algo que ha sido respaldado por senadores de todos los sectores políticos.
Lo que necesitamos ahora es voluntad política del Ejecutivo”. Los parlamentarios coinciden en que el CMN ha sido capturado por intereses corporativos y visiones extremas del patrimonio, que no se condicen con los desafíos contemporáneos del desarrollo. “Algunos grupos han encontrado una herramienta legal para frenar proyectos de inversión estratégica. Hay hallazgos que terminan arrumbados en bodegas sin espacios adecuados de conservación. El sistema está completamente sobrepasado”, denuncia Cruz-Coke.
La preocupación por el tema incluso ha sido recogida por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien incluyó la reforma del CMN en la “agenda de permisos” anunciada recientemente para agilizar la inversión pública y privada.
Desde la Cámara Chilena de la Construcción, el llamado es claro: “El país necesita volver a crecer con urgencia, y uno de los temas que está frenando la inversión es claramente el de los hallazgos arqueológicos”, advierte Echavarría. “Urge avanzar en esta discusión legislativa”. Por ahora, los senadores trabajan para que el proyecto sea reactivado en la Comisión de Cultura y logre pasar al debate en sala. “No se trata de un proyecto ideológico, es una necesidad país”, afirma Cruz Coke.