Urge incluir factor envejecimiento en diseño de ciudades, sobre todo en Región de Valparaíso
Urge incluir factor envejecimiento en diseño de ciudades, sobre todo en Región de Valparaíso PRIORIDADES. La zona con mayor proporción de adultos mayores del país requiere urbes amigables con ellos, pensadas no sólo para vehículos, sino también con el equipamiento necesario para peatones de movilidad lenta, plantean expertos.
Rosa Zamora Cabrera rosa. zamoraomerauriovalpo. d el factor vejezen la planificación urbana, especialmente enla Región de Valparaíso, que registra el mayor índice de envejecimiento del país, plantean dos expertos en la materia, recordando que por 'cada100 personas menores de 14 años, en Chile hay79 mayores de 65, mientras que en esta zonalos habitantes de tercera edad llegan a98,6.
Estasituación "plantea desafosinéditos paranuestrasciudades, que siguen diseñadas bajo lógicas productivas del siglo pasado: individuos activos, en edadlaboral, con desplazamientos diarios entre la vivienda y el trabajooelestudio", señala Carlos Aguirre, académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastián (USS) e integrante del Consejo de Políticas de Infraestructura (CP. "La Región de Valparaíso es hoy la más envejecida del país.
Cuando esa realidad demográficasecruza conla geografía del ¡ Gran Valparaíso con cerros, calles angostas y pronunciadas pendientes, la movilidad pasaa serun aspecto fundamental a abordar", refiere Ignacio Aravena, experto en economía urbana de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (LSE), einvestigador de la Fundación Piensa. "La falta deaccesibilidad se traduce en menor autonomía, mayor riesgo de accidentes y aislamiento social para las personas mayores", agrega Aravena, para quien también esarealidad "plantea desafíos regulatorios, de diseño y de ejecuci de proyectos urbanos". L aurgencia de incorporar L aurgencia de incorporar MOVILIDAD LENTA Carlos Aguirre dice queelescenario descrito "obliga a repensartodo" y que "la ciudad futura será, inevitablemente, una ciudad mayor", porque lamencionada realidad demográfica "exige respuestas desde la arquitectura, el urbanismo y la política pública". El diseño urbano debe abordarse "pensandoen la movilidad lenta, enlacercanía, en laaccesibilidad universal, en la laaccesibilidad universal, en la seguridad comunitaria, en los espacios de pausa y en los servicios integrados", sostiene. ¿Quién no ha visto, por ejemplo, cómo los tiempos de lossemáforos son insuficientes para que las personas con movilidad reducidaalcancenacruzarlascalles? Es uno delosproblemas más visibles, comenta Ignacio Aravena, porlo que "resulta prioritario recalibrar las fases peatonales o instalar sensores adaptativos, sobre todo ensectores cercanos a centros desalud y ejes de transporte". Al mismotiempo, observa, "una proporción significativa de estegrupo presenta limitacionesdemovilidad que exigen veredas más anchas, pavimentos antideslizantes, áreas de descansos y rebajes de solera continuos que faciliten elcruce de calles, aspectos particularmente críticos en los cerros de Viña del Mar, Valparaíso y parte del sector oriente de la Ciudad Jardín, donde el mantenimiento es deficiente". Para el experto dela LSE, otro déficit generalizado es la escasezdebancas, baños públicos y lugares de descanso. "La ausencia de estos elementos no solo desalienta el uso del espacio público, sino que también afecta de manera desproporcionada a las personas mayoTes", remarca. DATOS INEXISTENTES ¿ Qué significa en concreto incorporar la variable envejecimientoenla planificación urbana? Para Carlos Aguirre "implica pensar y repensar el diseño de nuestras calles, áreas verdes, zonas comerciales y espacios residenciales.
Se trata de reimaginar la ciudad desde la perspectiva de personas con determinadas condiciones etarias, cuyas dinámicas urbanas no se centran exclusivamente enlos tradicionales trayectos entre hogar y trabajo". Para el consejero del CPI, una cuestión fundamental para poder actuar en planificación urbana es contar con datos con«retos, reconocidos y validados sobre la movilidad de las personas mayores en las áreas urbanas, información quenoexiste. "Necesitamos con urgencia información más precisa sobre información más precisa sobre sus percepciones de seguridad: ¿ Qué elementos del entorno urbanoles brindan mayor o menor sensación de resguardo? ¿ Cómoinfluye la topografía en su experiencia cotidiana de desplazamiento?". Plantea que ciudades como. Valparaíso, Viña del Mar o Talcahuano "presentan desafios específicos debido a sus pendientes pronunciadas, lo cual hace aún más necesario considerar estos factores al momentodediseñar una ciudad verdaderamente inclusiva.
Comprender cómo se mueven las personas mayores en estos entornosesclave paraavanzar hacia una planificación urbana más equitativa y sensible asus necesidades". MEDIOS DE TRANSPORTE ¿ Qué hacen ciudades como esas, donde un importante número de adultos mayores viven en los cerros? Esa clase de geografía, dice Ignacio Aravena, "impone la necesidad de contar con diversos medios en nuestro sistema de transporte". Remarca que la instalación deescaleras mecánicas se aplicacon éxito en urbes con altos índices de envejecimiento y una demanda turísticasignificativa. Ejemplificacon Toledo, España, dondelargos tramos mecánicos conectan el casco histórico con losbarrios elevados.
POR CADA 100 PERSONAS MENORES DE 14 AÑOS, EN LA REGIÓN DE VALPARAÍSO HAY 98,6 MAYORES DE 65. "Cuando la realidad demográfica se cruza con la geografía del Gran Valparaíso, es crucial abordar la movilidad". Ignacio Aravena Experto LSE/Fundación Piensa "En la Comuna 13 de Medellín, un proyecto consensuado conlacomunidad salvó más de 380 escalones de desnivel, un desafío comparable a dos tramos de la Escalera Cienfuegos en Valparaíso. Por su parte, Lisboa integra ascensores urbanos y tranvías". Pero hace ver que ninguna deesas soluciones basta porsí sola, "puesel éxito depende de un enfoque intermodal.
Lonres, porejemplo, complementa su red principal con microbuses locales equipados con plataformas deacceso quetrasladan a las personas mayores desdesus hogares hasta consultorios, bancos y estaciones de transporte". El investigador de Piensa opinaqueen Valparaíso "larestauración de los ascensores patrimonialesesmás que unamedida turística; representa una necesidad funcional que permitiríaalas personas mayores -y a otras con movilidad reducida"La ciudad, como está concebida, excluye a quienes más apoyo y cuidado requieren en su vida cotidiana". CarlosAguirre Docente USS y consejero CPI desplazarse autónomamente entre cerro y plan". SILENCIOSA EXCLUSIÓN Elacadémico de la USS recalca que persiste una importante deuda respecto a cómo los adultos mayores viven y usanel espacio urbano, que se manifiesta en carencias como falta deasoleamiento, deficienteiludeasoleamiento, deficienteilules porsobre los peatones. "Siya estos espacios resultan poco acogedores para quienes se desplazan a pie, lo son aún menos para los peatones de edad avanzada.
La ciudad, tal comoestá concebida, excluye silenciosamente a quienes más apoyo y cuidado requieren ensu vida cotidiana". En ese contexto propone nuevas formas de peatonalización vinculadas con las distancias que deben recorrer los transeúntes y con la calidad del trayecto, lo que incluye aspectos como elestado delas aceras y veredas, la presencia -o ausencia-derefigios que protejan delsololalluvia, asícomo condiciones específicas de iluminación y visibilidad., factores que influyen directamente en que la experiencia urbana sea percibida como segura y accesible. Hoy endía, critica, "la planificación urbana sigue centrada mayoritariamente en los elementos que "ruedan: automóviles, bicicletas, scooters, entre tros. Pero el espacio público no está compuesto únicamente por vehículos.
También es habitado por personas que caminan, y paraellas debemos diseñar con igual prioridad". CIUDADES HOSTILES Sino se hace nada ¿ vamos a vi vir enciudades hostilese incluso peligrosas para la tercera edad? Carlos Aguirre se pregunta si son nuestras ciudades actualmente hostiles para las personas mayores. "La respuesta, lamentablemente, es s?", sostiene categórico. "Sianalizamos el porcentajedeaceras querealmente per'miten una caminata segura que están en buen estado, no presentan desniveles peligrosos ysonaccesibles para personas ensilla de ruedas=, nos damoscuenta de querepresentan solo una fracción muy pequeña del total disponible en las ciudades chilenas", lo que demuestra "cuánlejos estamos de contar con entornos urbanos verdaderamente accesibles e inclusivos". Ignacio Aravena: "Noadaptarse tiene un costo. Las personas mayores son más propensasa caídas y lesiones cuando los cruces son inseguros y las veredas inadecuadas. La inaccesibilidad, además, fomentael aislamientosocial, conrepercusiones para la salud física y mental". "Esotienemúltiples dimensiones, ya que los sistemas de transporte son clave para asegurarla movilidad cotidiana de las personas. Sin embargo, también existen acciones locales, comoel mejoramiento deveredas, el diseño accesible y la prestación de servicios, una deuda pendiente en Viña del Mar y Valparaíso". as.