Autor: Cristóbal Osorio Profesor de Derecho Constitucional Universidad de Chile
Columnas de Opinión: Fake news: Evelyn desiste, pero el problema persiste
Columnas de Opinión: Fake news: Evelyn desiste, pero el problema persiste Ivelyn Matthei desistio de su querella que apuntaba a la ponsabilizarlo de orquestar actividades online de desincampaña de José Antonio Kast, con la cual buscaba resformación en su contra. Las verdaderas razones del desistimiento solo las conoce Matthei y su círculo cercano, pero es probable que se deba a que una querella en medio de una campaña puede ser contraproducente. Tal vez el episodio quede ahí, pero lo que sin dudas va a proseguir es el fenómeno de la desinformación. Las redes sociales, como X.
Instagram, Facebook, TikTok o Whatsapp, permiten la difusión "nasiva de mensajes maliciosos, que van a dar "cámaras de eco", compuestas por públicos hipersegmentados y cerrados, en las cuales esos mensajes circulan sin mayores controles de veracidad y bajo el radar del conjunto de la sociedad y las autoridades.
Pero no solo eso, esta desinformación responde al trabajo de toda una Industria en las sombras, la cual ya tiene una década de existencia, si consideramos como punto de partida las revelaciones del colombiano Andres Sepulveda, quien narro a Bloomberg en 2016 como "hacked" varlas elecciones en Colombia, Nicaragua, Panamá, Venezuela y México.
Se trata de una infraestructura organizada, fisica, digital, conceptual y financiera, la cual es manejada por inescrupulosos a nivel transnacional, quienes ofrecen a sus clientes campañas de desprestigio y amenazas, sin dejar huella, pues los eventuales delitos involucrados muchas veces se cometen extraterritorialmente. En Chile no solo está el caso de la acusación de Matthei.
Por ejemplo, cuatro años atrás Mario Desbordes y Heraklo Muñoz acusaron una campaña de fake news en su contra; una conspiración en la que participó un periodista venezolano, un diario de dudoso prestigio y un diario reconocido de Venezuela, que terminó dando por verosímil la versión de que hay políticos chilenos con cuentas bancarias millonarias fuera de Chile.
También hay que incluir la campaña conocida como "Chilezuela", mediante la cual se perjudicó la opción de Alejandro Guillier en 2017, a partir de un tuit falso en el cual Nicolás Maduro endosaba su respaldo al candidato centroizquierdista.
Todos estos casos tienen en común que se tratan de potenciales pesadillas judiciales, pues los medios de prueba, la territorialidad donde se cometen los eventuales delitos e incluso los tipos penales, están completamente desactualizados en la legislación. Tal vez sea esta y no otra la razón por la cual Matthei desistio. Una lástima. desde la perspectiva del derecho penal, pues aunque el camino sea pedregoso esta vía permite al menos desentrañar cómo opera esta "dark-Industry", lo que podría acelerar una legislación adecuada.
Algo que es urgente no solo para cuidar la solidez de la democracia, sino porque no sabemos la naturaleza de esta actividad ilícita e ilegítima, la cual puede terminar capturando a sus propios clientes, en tanto manejan información respecto de cómo llegaron al poder..