Estonia e Irlanda: lo que Chile puede aprender de los países OCDE con más “unicornios” per cápita
Estonia e Irlanda: lo que Chile puede aprender de los países OCDE con más “unicornios” per cápita Desaparecida este año, Skype no solo fue la aplicación que popularizó las videollamadas y que, por lo mismo, fue adquirida por Microsoft en 2011. También se convirtió en el emblema de la capacidad de Estonia, un país báltico de un millón 300 mil habitantes, de generar “unicornios”, es decir, startups valoradas en más de US$ 1.000 millones.
Veintidós años después de la fundación de esa aplicación, pareciera que dicha capacidad permanece intacta, según reconoce el reciente estudio “Diagnóstico de ecosistemas de emprendimiento”, presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y que analiza la situación de 38 países en esta área, incluyendo a Chile para el período 2020-2023. En dicho lapso, Estonia se coronó como la economía que más “unicornios” produjo por millón de habitantes, con una tasa de 0,7. En segundo lugar quedó Irlanda, con 0,6.
El tercer lugar lo comparten Israel y Estados Unidos, ambos con 0,5. ¿Cuál es la clave de Estonia? Un programa especial de visas vigente desde 2017, un sistema en que las ganancias que se reinvierten están libres de impuestos y un Estado casi completamente digitalizado son algunos de los factores.
Como ha dicho Eve Peeterson, quien liderara el programa Startup Estonia, “¿dónde más se puede crear una startup por internet en 15 minutos y presentar declaraciones de impuestos rápidamente con solo unos clics?”. “Estonia es un país muy digitalizado. Un ciudadano estonio solo tiene que acudir a una oficina pública si se divorcia. Todos los demás trámites se hacen digitalmente. En un entorno así, es más probable que surjan unicornios”, sostiene Joaquín Lavín, director del Instituto de Emprendimiento de la Facultad de Economía y Negocios de la UDD. En dicha casa de estudios estuvo el investigador neerlandés Erik Stam presentando los resultados del análisis. Ahí también destacó que el ecosistema chileno muestra debilidades en dimensiones como: infraestructura tecnológica, un mercado que demande innovación, conocimiento digital, acceso a financiamiento y liderazgo. “Este análisis deja la sensación de que hay países que tienen entornos maduros que son fértiles en unicornios. No es el caso aún de Latinoamérica. Da la impresión de que los unicornios de nuestra región son más bien una rareza”, postula Lavín.
Según la lectura que surgió de la conversación con Stam, uno de los mayores expertos globales en ecosistemas de innovación, además del factor tecnológico, las claves de Estonia e Irlanda son “el acceso a capital de riesgo internacional y el nivel educacional. En Estonia e Irlanda, el nivel de educación pública es muy alto”. Estonia ha generado “unicornios” como Glia, Veriff, Gelato, ID. me, Zego, Pipedrive, Bolt, Wise, Playtech y Skype.
HACIA DÓNDE MIRAR Lavín sostiene que Chile, para desarrollar más su ecosistema, debiera mirar más a países como Estonia e Irlanda, dado que por sus tamaños, pueden ofrecer experiencias más aplicables que, por ejemplo, Estados Unidos. “El mix que hace posible un Silicon Valley, un Boston, un Nueva York o un Miami es incomparable con Chile. Si tuviéramos que sacar lecciones, creo que es más apropiado mirar hacia países más pequeños. Siendo realistas, no podemos ser como Estados Unidos, ¿pero por qué no podríamos ser como Estonia?”, argumenta. A su juicio, Chile tiene ya tiene suficientes políticas públicas en términos de financiamiento a startups. “Incluso, a veces parece que esta telaraña de subsidios estatales hace que a muchas startups les cueste salir de ahí. Se requiere un rol más fuerte del mundo privado, que tiene que perderle el miedo a invertir en startups.
Aunque, en parte, hoy se ha vuelto más complejo el escenario porque muchos inversionistas se asustaron al ver a tantas empresas que quemaron capital en los últimos años”, afirma Lavín. ¿Qué más copiarles a los líderes? El exministro insta a avanzar hacia un Estado más digital y cree que es necesario que quienes han logrado generar unicornios, asuman un mayor liderazgo en el ecosistema y, por ejemplo, jueguen un rol más agresivo como inversionistas. 0,7 “unicornios” por cada millón de habitantes generó Estonia entre 2020 y 2023. Le siguen Irlanda (0,6), Estados Unidos, Israel (ambos con 0,5), Lituania, Noruega y Finlandia (los tres con 0,4). 1,3 millones de habitantes tiene Estonia.
Solo la Región Metropolitana de Santiago tiene 7 millones. 5,3 millones de personas viven en Irlanda.. En vez de buscar ser Silicon Valley, un reciente informe de la OCDE sugiere que quizás un país como el nuestro debería mirar hacia economías más pequeñas que, con menos habitantes que los que tiene Santiago, han logrado desarrollar un músculo emprendedor de nivel mundial. Estas son las claves. MANUEL FERNÁNDEZ B. SKYPE, BOLT Y WISE NACIERON EN EL PAÍS BÁLTICO