Autor: POR ESTELA CABEZAS
ANA LUISA JOUANNE "Estamos preparados para enfrentar lo peor "
Pronto, el exsenador Jaime Orpis podría entrar a la cárcel por los delitos-de fraude al fisco y cohecho. Aquí, su mujer, a la cabeza de la Corporación La Esperanza, habla de cómo ha vivido estos últimos años e insiste en que el exparlamentario es inocente de los cargos de cohecho. “El está dispuesto a pagar por lo que hizo, pero no por lo que no hizo”, explica. Ana Luisa Jouanne, 57 años, cuatro hijos, abre la reja de la casa donde vive hace 25 años en Lo Barnechea, y dice que viene cansada. Es la tarde noche de un lunes feriado y cuenta que acaba de terminar con el trabajo del día dela Corporación La Esperanza.
Esta periodista, directora ejecutiva de este organismo desde 2004, lleva más de un mes trabajando para levantar los fondos que necesita para seguir atendiendo a los más de 300 hombres y mujeres, niños y niñas, que se rehabilitan de adicciones en los tres centros con que cuentan.
Dice que este año se la ha hecho difícil, porque sus mayores aportantes son pequeñas y medianas empresas, las que hoy también lo están pasando mal. —Nosotros tratamos con el lado feo, con aquellos que están en el fondo de la escala social, los adictos a los que nadie quiere ver; entonces, las grandes empresas no quieren verse asociadas a algo así. Además, no hemos podido hacer nuestros eventos de recaudación, aún nos falta mucho dinero Pero a esta situación se suma otra.
El juicio de su marido, el exsenador Jaime Orpis, quien el 16 de junio pasado, en fallo dividido, fue condenado a una pena de cinco años y un día de presidio, por fraude al fisco y delitos de cohecho. —¿ Está de acuerdo con la condena que recibió su marido? No, especialmente por los dos delitos de cohecho. Yo no tengo ninguna duda que eso no fue así. Yo lo conozco, lo acompañé durante todos sus años de parlamentario, es la persona más libre e independiente que he conocido.
Siempre fue absoluta y majaderamente independiente y por eso no ha aceptado los cargos de cohecho. —Pero está condenado por eso. =Sí, pero él nunca los ha aceptado, y de 89 cargos de cohecho que le imputaron, lo acusan de dos, pero en uno de ellos ni siquiera votó a favor de lo que supuestamente dijo Corpesca. “Y ¿ cuál es el dolor grande que tenemos? Es que está siendo condenado por algo que no hizo.
No quiero hablar del juicio, porque tiene que hablar él, pero sí quiero reiterar que él no cometió cohecho, Cualquier persona que conozca a Jaime sabe que es así”. Dice que para él habría sido más fácil aceptar ese delito, porque tal vez todo se habría terminado antes, pero que lo conversaron en familia y especialmente con sus hijos, y todos lo apoyaron en llegar a las últimas consecuencias. Ana Luisa Jouanne agrega: —Mucha gente pudo tener dudas con que la Corporación La Esperanza pudo haber estado involucrada, y es entendible, apesar de que desde el primer día nosotros dijimos que no. Aún así, la fiscalía fue majaderamente irresponsable en tratar de mezclarnos, y eso nos causó un daño muy grande. Pero quedó demostrado que no era así. Entregamos desde el principio todos nuestros computadores y la contabilidad, y el Servicio de Impuestos Internos nos investigó y salimos libres de polvo y paja.
Esperanza no tuvo nada que ver con los hechos que se investigaron, ni siquiera fue parte del juicio (.... Estos últimos cinco años han sido el período más duro de mi vida, más allá de cualquier enfermedad que yo haya podido tener, El comentario respecto a su salud no es gratuito. Hace 25 años que convive con un síndrome no identificado aún, el cual la deja sin energía desde el tronco hacia abajo. Cada crisis —catorce en todos estos años, según dice— le impide caminar por un tiempo. Eso significa que debe pasar los siguientes nueve meses aprendiendo a hacerlo. —Lo que yo tengo es una voluntad enorme. Cada vez que “La fiscalía fue majaderamente irresponsable en tratar de mezclarnos (a la Corporación La Esperanza), y eso nos causó un daño muy grande. Pero quedó demostrado que no era así". Cinco años han sido el período más duro de mi vida”. “Creo que políticamente era el más débil.
El que políticamente iba a causar menos problemas”. me ha venido, he peleado por caminar y por salir adelante, no he dejado ningún día de trabajar, puede que alguna vez me deje una semana porque no me da, pero voy para adelante La última crisis fue hace tres años, cuando partió el juicio de su marido. De hecho, ella fue a declarar con muletas. —Si me hubiera dado en estos últimos años, no sé qué habría hecho, no me la habría podido para enfrentar todo lo que ha pasado.
Creo que todas las oraciones y la gente que me ha ayudado rezando, todo se ha concentrado en mí, porque no me explico que teniendo 20 años para atrás de pura enfermedad y dolor, esté bien para enfrentar esto. No te digo que esté perfecto, pero no he tenido las crisis severas que tuve durante 20 años.
Mn Ana Luisa Jouanne cuenta que en enero pasado, Orpis tuvo un infarto cerebral y que estuvo muy delicado. —Él siempre fue un hombre deportista, sano, pero su problema es que fuma y el estrés, esas dos cosas juntas son dinamita. La pareja se conoció en la Universidad Católica donde ella entró a estudiar periodismo cuando él estaba saliendo de derecho y era presidente designado de la Feuc. Cuenta que Orpis la persiguió harto y que luego de seis meses de pololeo le pidió que se casaran. Ella estaba cerca de cumplir los 20 y él tenía 28. Llevan 36 años juntos.
Relata que él siempre fue muy transparente y que desde esa época no ha cambiado nada, excepto una cosa: en el pololeo era muy celoso, pero cuando se casaron, se le pasó completamente. —Yo le decía que al menos se pusiera un poquito celoso porque mal que mal, pasé toda la etapa parlamentaria, que fueron 16 años, sola, Fue dura esa etapa, de mucha soledad. Ana Luisa Jouanne se toma un rato antes de continuar: —Él siempre fue muy trabajólico, y yo siempre trabajé. Cuando nos casamos, yo estaba en la universidad y trabajaba la vez, porque nos casamos sin nada. Lo hice hasta que, cuando él fue alcalde (designado) en el gobierno militar, tuve que renunciar a la revista Qué Pasa. A la señora Lucia (Hiriart) no le gustaba que yo trabajara como periodista y le advirtieron a Jaime que si yo seguía, él no iba a poder ser alcalde. Yo le dije que renunciaba. Sentía que era tan bueno en lo que hacía, que era su momento y que ya llegaría el mío. En 1995, Orpis fundó La Esperanza. —Un día Jaime me contó que iba a abrir un centro de rehabilitación y yo casi me morí. Era un mundo que no tenía nada que ver conmigo, nunca en mi vida había escuchado hablar de drogas.
Jaime estaba recién empezando su segundo período en el Parlamento y dijo: “Yo me salgo de la vida política, porque esta es mi vocación”. —Yo le contesté “ya bueno”. Era tan poco lo que nos veíamos. Luego agrega: —Sí tuvimos crisis, pero siempre la peleé. Me costaba mucho traerlo acá, y todos sus amigos y presidentes de partido de turno siempre le dijeron que su exceso de trabajo era una locura. He tenido un matrimonio feliz, que agradezco, pero ha necesitado de mi parte para sostenerlo. Ana Luisa Jouanne cuenta que cuando le pidieron ser senador por primera vez, en 2001, él no quería, Fue tanta la insistencia, dice, que incluso le ofrecieron escoger por dónde ir, y eligió Tarapacá. “Fue un costo súper alto, por eso duele todo lo que pasa. fue tan duro, pero lo entendi y lo apoyé, y mira dónde estamos. Ahora miro para atrás y digo, ¿valió la pena? Jaime nunca ha tenido un peso para campañas, entonces nuestra vida fue siempre de mucha austeridad, porque siempre estaba con deudas, nunca tuvo recursos.
Ana Luisa Jouanne dice que cuando fue elegido senador por segunda vez en 2009, Jaime Orpis quedó con una “depresión enorme”. —No quería, y fue tanto lo que lo presionaron, que había que tener un Congreso para Piñera, que las leyes valóricas, que al final le doblaron la mano.
Esa vez, apenas salió, mandó una carta al partido diciendo que nunca más, y que alt ro vieran quién lo iba a reemplazar. —¿ Usted dice que sin esa ultima elección, no estarían vilo que viven ahora? —Obvio porque nosotros veníamos saliendo de sacar toda la deuda de la campaña anterior, Recién terminó de pagarla en marzo de ese año, cuando asumió. —¿ La tenía que pagar él?, ¿no el partido? —Solo. La pagó enteramente y la pagamos por años (... ). Y la cantidad de plata que se gastó en la última campaña fue de locos. Ahí sí que no tuvo a nadie que le ayudara, y eso me duele. Le exi gieron que fuera y lo dejaron solo. Lo mandaron y le dijeron “hazte cargo”. Entonces, Jaime redobló la campaña y ahí lo único que le pedí fue que no se endeudara porque ya veníamos de eso. Y bueno, no tuvo a nadie que le administrara“Él era el que pedía la plata, era candidato y ejecutaba porque no había recursos para pagar a nadie, Ese fue su error. Ahí está el origen de todo el problema, si hubiera tenido a alguien que administrara, hubiera tenido la paz para ser candidato y parlamentario.
Pero parlamentario, candidato y administrar y pedir recursos, era imposible”. —Se ha sabido que muchos candidatos se financiaban del mismo modo. ¿Por qué cree que el caso de él perseveró en la justicia? —Fue porque Jaime reconoció todo lo que había hecho en ese sentido. También creo que es porque había tan poca conciencia del problema que implicaba esto, que a lo mejor lo hizo dejando lleno de rastros, como se dice.
No escondió el tema, los otros lo hicieron “bien”. —¿ Cree que fue mal asesorado? —Mucha gente a lo mejor le dijo que no reconociera, pero Jaime, el primer día, cuando lo llamó un periodista y le preguntó por esto, él colgó el teléfono y me dijo: “No voy a voy a decir la verdad y esto va a terminar mal”. Tal cual “Es difícil que la gente lo entienda. Yo sé que hay muchos que dicen: “por huevón le pasó”. No. Él no estaba dispuesto a mentir”. (..). No hay ningún candidato, salvo pocas excepciones, que hasta las elecciones anteriores no haya conseguido la plata de la misma manera. Desde el año 90, la plata se conseguía así y el resto es hipocresía. Jaime hizo Jaime Orpis y Ana Luisa Jouanne con tres de sus hijos, En enero de este año, cuenta su mujer, el exsenador tuvo un infarto cerebral. “Desde el año 90, la plata se conseguía así y el resto es hipocresía. Jaime hizo las cosas de esa manera, las hizo mal”. “Sé que hay muchos que dicen: “por huevón le pasó”. No. El no estaba dispuesto a mentir”. "Fue tan duro, pero lo entendí y lo apoyé. Y mira donde estamos. Ahora miro para atrás y digo: ¿ valió la pena! las cosas de esa manera, las hizo mal sabía que las cosas se hacían así? —No, en el tema de sus platas jamás me metí. Lo único que tenía claro era que estaba con una deuda muy alta, porque no tenía ni un peso para la vida.
Mantenía la casa? Él rigurosamente hacia su aporte familiar, Nunca lo dejó, era la condición que yo le ponía, y él durante los últimos ocho años nunca puso un peso más, nunca hubo un reajuste, digamos, a ese monto, Y yo nunca dejé de trabajar —¿ Es distinto a la vida que veía de otros parlamentarios? —Es que yo creo que no tenían las deudas que teníamos nosotros, porque tenían más contactos con empresas, no sé “Lo bueno de hoy, es que las campañas no son así. Nunca más van a haber campañas de 400 o 500 millones de pesos, era una cuestión de locos.
Si hay algo que se aprendió, es que tienen que ser más austeras, con platas que se levantan del Tricel”. Ana Luisa Jouanne dice que no quiere hablar por su marido, que él en su momento tendrá que “contar su ver dad” —Yo rescato que habiéndose equivocado, Jaime lo reconoció, pidió perdón, y lo reincorporó, y por eso él fue condenado, va a pagar, y ya ha pagado 3 años y 7 meses, y eso yo lo valoro enormemente.
“Creo que debiera ser un aprendizaje, y es un aprendizaje para mis hijos, porque a ellos les ha dolido mucho lo que ha pasado, pero se sienten orgullosos de saber que su papá fue capaz de reconocerlo. Porque lo otro es el camino más fácil. O sea, dijo la verdad cuando podría no haberla dicho. No digo que sea un merito decir, “puedo robar y lo admito”. No, yo digo que en lo personal y humano, para mí hoy Jaime es más valioso que antes. Porque en el error, en la equivocación, él fue capaz de ser mucho más grande todavía. No sé qué habría pasado si Jaime se hubiera escondido detrás un: “Se me perdió el computador” o mil cosas más que hemos visto. Ella acusa un trato “absolutamente discriminatorio” respecto de su marido, —+¿ Por qué? —Porque yo creo que políticamente era el más débil.
El que políticamente ¡ ba a causar menos problemas, en algún momento un reclamo hacia lo que hizo, de parte de sus hijos? —Al principio es un impacto, pero no fue necesaria esa instancia, porque él fue más duro que nadie consigo mismo. Pero te quiero decir que estos últimos cinco años no son la vida, tuvimos vacaciones preciosas, una vida juntos en familia. Jaime es un hombre bueno, trasparente, trabajador, que se equivocó, pero no es un fresco. Esa es la razón por la que sus hijos lo quieren y lo admiran.
“Hemos tenido un costo altísimo, porque no está dispuesto a reconocer el cohecho, porque tiene que ver con un tema profundo, que es asumir que vendió su voto y esto es independiente que jurídicamente tenga una pena menor, esto tiene que ver con su dignidad y su consciencia, y eso es demasiado importante, —El exgerente de Corpesca Francisco Mujica reconoció el soborno. —El aceptó eso parar aun juicio abreviado, pero cuando fue como testigo al juicio de Jaime, dijo que no lo había hecho.
Tras la sentencia del 16 de abril, la defensa de Jaime Orpis levantó un requerimiento que busca declarar inconstitucional las normas que permitieron declararlo culpable, y que fue acogido por el Tribunal Constitucional Cuando esto se despeje, salvo que el juicio se haga de nuevo, él va a responder y probablemente va ar a la cárcel por algo que no hizo. Él está dispuesto a pagar por lo que hizo, pero no por lo que no hizo, eso es muy duro. Pero él va diciendo esto hasta el final, porque su libertad vale demasiado. No cometió cohecho, por lo tanto podrán juzgarlo, condenarlo, pero él sabe en consciencia que nunca se ha vendido, no ha tenido precio. “Con Jaime hemos ido asumiendo, ha costado, pero estamos preparados para lo que venga. Estamos preparados para lo peor, Él es un hombre valiente, yo de verdad lo admiro cómo está enfrentándolo, Confío en que las cosas salgan bien. Como matrimonio, como familia, y como persona, estamos preparándonos.
O entra a la cárcel o finalmente se hace un juicio de nuevo, esas son las dos alternativas”. —¿ Quién ha estado cerca de él del mundo político? —Él ha tenido los amigos que ha necesitado, no están los que él habría esperado, pero los que tiene son maravillosos son de sus etapas más antigua: a de colegio, de universidad, compañeros de años. “Yo espero que el día de mañana, cuando esto termine, él vuelva (a trabajar con ella en La Esperanza) desde el nivel de menor exposición, a ser un aporte, especialmente con los chiquillos. Porque creo que tiene mucho que entregar, obviamente sin ninguna exposición ni cargo, no sé cómo, el día de mañana se verá. S