Columnas de Opinión: Calidad de vida urbana en Copiapó: Construir una comuna donde queramos vivir
Columnas de Opinión: Calidad de vida urbana en Copiapó: Construir una comuna donde queramos vivir Recientemente el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC, en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), entregaron los resultados del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2025, que analiza y compara el bienestar y desarrollo urbano de las principales comunas del país.
Los datos arrojados no son para nada favorables para Atacama, específicamente para la comuna de Copiapó, la que es clasificada en el nivel bajo y medio bajo, en cuatro de las seis dimensiones que componen el índice.
Este instrumento mide en términos relativos la calidad de vida urbana de comunas a partir de seis dimensiones, cada una con sus respectivas variables, que reflejan el estado de la provisión de bienes y servicios públicos y privados. La finalidad de este ejercicio es comprender las brechas en la calidad de vida urbana en distintas ciudades de Chile. Las dimensiones del índice son: Conectividad y movilidad; Vivienda y entorno; Condiciones laborales; Ambiente de negocios; Salud y medioambiente; Condiciones socioculturales.
El interés de esta reflexión es detenernos en ciertos hallazgos que permiten abordar de forma integral los desafíos en la planificación urbana y las políticas públicas, para hacer de Copiapó una mejor comuna en donde vivir.
Copiapó se ubica en el nivel medio bajo respecto a Conectividad y Movilidad, donde algunas de las variables consideradas son los tiempos de transporte al trabajo, los costos que implican para las familias el transporte público, el porcentaje de viajes al trabajo en transporte públicos y modos activos -no motorizadosy el porcentaje de ciclovías sobre la red vial urbana. Los resultados del ICVU en esta dimensión no son una sorpresa, es evidente el atraso que tiene la capital regional respecto a la materia. La ausencia de un sistema integrado de transporte público, explica en gran medida la participación abrumadora del transporte privado. Al mismo tiempo vemos una mayoritaria presencia del transporte motorizado, por sobre modos activos de movilidad, como los ciclistas y peatones. La falta de infraestructura y de espacios accesibles, centrados en las personas, son elementos a considerar. Pero una mirada integral no se agota en la perspectiva crítica y bien informada. Esta debe reconocer, también, los avances y gestiones que se han hecho desde la política pública para abordar la situación. En efecto, el reciente anuncio del Plan de Modernización del Transporte Público de Copiapó viene a hacerse cargo de una deuda histórica del país con la ciudad. Se trata de una iniciativa que convertirá a la comuna en la primera de Sudamérica con transporte público mayor 100% eléctrico.
La capital regional contará con un sistema de buses que operará con una frecuencia extendida y una tarifa justa que, en pleno funcionamiento, implicará la disminución de los tiempos de transporte, menores costos económicos para las familias copiapinas y el aumento del porcentaje de viajes en transporte público. Esto contribuirá directamente a una mayor calidad de vida urbana para la comunidad. Si revisamos los aspectos que se podrían mejorar según el estudio señalado, constatamos que parte de estas recomendaciones coinciden con las medidas que este plan contempla. Entre ellas se encuentra el desarrollo del transporte público e intermodal con cobertura en zonas mal servidas y el aspecto tarifario. Otros elementos como la intermodalidad, es decir, como se complementan diferentes modos de transporte en la movilidad urbana (bicicleta-caminata-bus, etc. ), son desafíos que quedan pendientes en cuanto a esta dimensión.
Sabemos que la calidad de vida urbana no depende en forma exclusiva de las gestiones que un actor específico pueda desarrollar, sino que es resultado de las acciones conjuntas de la sociedad a través de diversos actores como los municipios, gobiernos regionales, ministerios, el sector privado, la academia y la sociedad civil. No obstante, las dimensiones del mentado estudio nos permiten identificar brechas que impactan a nuestro territorio y posibles medidas a implementar para mejorar. La situación de la comuna de Copiapó requiere nuestra más urgente atención ya que las brechas existentes contribuyen decisivamente a que la población tenga un bajo nivel de calidad de vida. La urgencia del problema nos exige pensar hacia dónde queremos transitar, nos plantea el desafío ineludible de preguntarnos responsablemente cuál es la ciudad que queremos construir y actuar en consecuencia. JUAN JOSÉ MORENO ARQUITECTO URBANISTA JAVIERA ARAVENA ABOGADA LABORALISTA.