Dueño de la pelota que estuvo 17 años en la P del Ripley de Quilpué: "Me hubiese gustado que permaneciera eterna ahf””
Dueño de la pelota que estuvo 17 años en la P del Ripley de Quilpué: "Me hubiese gustado que permaneciera eterna ahf”” Sebastián Castillo cuenta cómo su regalo de Navidad fue a parar al letrero Dueño de la pelota que estuvo 17 años en la P del Ripley de Quilpué: "Me hubiese gustado que permaneciera eterna ahi" Tienda la tuvo que retirar, para hacer mantención, y la puso dentro de una vitrina. ArieL DIÉGUEZ ArieL DIÉGUEZ estaba estudiando en un preuniversitario en Quilpué. En esos tiempos tenía 18 años. Me habían regalado esa pelota para Navidad. Fue entre Navidad y Año C C E fin de año del 2008. Yo Nuevo.
Siempre he sido futbolero, así que la mayoría del tiempo me llegaban balones para Navidad de parte de mis papás". Sebastián Castillo Rojas, la perfecta redondez de la adolescencia, el recuerdo de una jugarreta. "Armaba partidos con los alumnos y los profes del preu. Jugamos en varios lugares. Esa noche fuimos a jugar a la sede del Club Albion. Recuerdo que el partido terminó como a las 11 de la noche. Uno debe bajar al centro a tomar locomoción para irse a la casa. Yo vivía en esos tiempos en Villa Alemana.
Así que bajamos un grupo de amigos al centro de Quilpué". Una caminata más con los titulares de la amistad, dos o tres tallas, hasta las pifias frente al arco son jogo bonito. "Habíamos ganado, así que íbamos contentos jaja. Todos buena onda los cabros. Me acuerdo que veníamos jugando con la pelota por las calles. Dando pases largos o jugando a quien duraba más dominando la pelota. Hasta que llegamos al centro y alguien sugirió ir a tomar unas chelas a un local que ya no existe. Se llamaba Amnesia". Amnesia". Amnesia". a a a a Ripley sacó la pelota de la P y la puso en exhibición dentro de la tienda. La cerveza tuya-mía-para ti-para mí, un salud por un golazo y por una atajada, los comentarios que nadie leerá en el diario del lunes. "Me acuerdo que entramos así tal cual. Eramos como 7 amigos. Todos andábamos con ropa deportiva. Incluso con el short y las camisetas. cluso con el short y las camisetas. Nos quedamos como hasta las 2 de la mañana.
O 3 quizás". El tronco, el distinto, el revulsivo, CAPTURA DEVIDEO OR "cuenta que todo o ocurrió después de un partido. el que piensa, el patrón y el carrilero son iguales alrededor de una mesa. "Se nos hizo larga la noche. La pasamos bien. Terminamos arriba de la pelota, jajajá. Salimos a la calle y empezamos desde ahí a jugar de nuevo a la pelota. Las calles estaban vacías. Era tarde.
La calle se nos hacía gigante". La energía inagotable, la osadía de la juventud, todo es cancha, la pelota con la sigla ANFA, de la Asociación Nacional de Fútbol Amateur. "Empezamos a jugar y luego ya se volvió más vertiginoso el juego. Empezamos a pegarle fuerte. A golpear las paredes y a correr pensando que nos iban a pillar. Luego llegamos a la esquina donde estaba el letrero grande de Falabella y se me ocurrió golpearlo. Y lo pude golpear con la pelota. Luego lo intentó otro amigo y luego otro y otro. Y así nos fuimos por la calle que va hacia donde pasan las micros a Villa Alemana.
Los Carrera se llama". Los puntetes al cielo, la pelota lloCEDIDA CEDIDA vida, el desafío que hay que cumplir. "Entre Freire y Los Carrera hay muchos locales y muchos letreros y está como medio escondida, porque es curva. Entonces empezamos a chutear la pelota en todos los letreros. Hasta que llegamos al mas grande y alto. El de Ripley. Y ahí estuvimos un buen rato. Porque había que achuntarle a las letras que estaban separadas. Me acuerdo que le pegué a la R y ala L. Y un amigo pescó la pelota, le pegó y no alcanzó a llegar al letrero. Lo intentó de nuevo, pero muy fuerte. Y justo pegó en el medio de la P Arriba del agujero. Y luego abajo. Y luego arriba. Y luego dentro y ahí se quedó". El juego se acaba, hay que irse para la casa, nace el atractivo turístico "La pelota de Ripley". "No lo podíamos creer y nos pusimos todos a reír. Nos tiramos al suelo. No fue como cuando se te cae la pelota en la casa del vecino y la puedes ir a pedir al otro día. Estaba nuevita más encima. Me van a retar en la casa. Todos pensamos al otro día ir a buscarla. Y después yo decidí no hacer nada. Pensé que la iban a sacar pronto. La di por perdida. Crecí viéndola ahí". Ripley saca la pelota, para hacer mantención, la pone en una vitrina dentro de la tienda, para no matar del todo la nostalgia, y busca al dueño. "Se habían inventado muchas historias. Que en todo caso me gustan mucho, porque la pelota se volvió medio mítica con el tiempo. Incluso hay versiones que son mejores que la historia original.
Hay gente que dice que es la pelota del penal de Messi contra Chile". Sebastián se recibe como arquitecto, con unos amigos pone un taller de diseño para construir food trucks en Quilpué, viaja a Irlanda a aprender inglés y, por supuesto, a jugar fútbol. "Que por lo menos la tengan en exhibición por un tiempo es algo bueno. Igualmente me hubiese gustado que permaneciera eterna ahí". permaneciera eterna ahí".. - - -