COLUMNAS DE OPINIÓN: Añorando al Valparaíso que se fue
COLUMNAS DE OPINIÓN: Añorando al Valparaíso que se fue 24 ELMERCURIO! ELMERCURIO! 'ALPARAÍSO Domingo 15 de junio de 2025 'ALPARAÍSO Domingo 15 de junio de 2025 APUNTES DESDE LA CABAÑA APUNTES DESDE LA CABAÑA Añorando al Valparaíso que se fue ronto llegan a Chile. p losSchmidt, unsim! ] pático matrimonio amigos alemanes! Vienen de la Renania vitivinícola, donde los conocí hace más de treinta años. Ambos retirados, él se dedicahoy ala fotografia, yella a pintar paisajes al óleo. Suefan con ver la cordillera nevada y esquiar, conocerlos lagos y canales del sur bajo la lluvia, recorrer la región donde sus antepasados dejaron una rica impronta cultural, económica y arquitectónica. Tambiénansían alejarse de la invasión de Putin a Ucrania, Temen que el conflicto escale y los europeos no estén equipados para frenar a Rusia sin apoyo de Estados Unidos. Cuando los conocí, Chile estaba de luna de miel con Europa. Lo aplaudían por doquier: ejemplar transición ala democracia, estabilidad política, crecimiento económico, tratados de libre comercio, avancescontra la pobreza, país seguro y enaceleradamodernización. Chile se podía recorrer denorteasur en vehículo y las carreteras eran buenas y la policía un aliado que garantizaba por presencia la seguridad, algo singular en América Latina. Lo sostenían los medios y uno locorroborabaorgulloso. Alpaíslo destacaban en foros internacionales, éramos "jaguares" y, conscientes de sus luces y sombras, alos chilenos nos encantaba ese despegue nacional, ese salir de la perpetua medianía inferior en la tabla de posicionesregional. No olvidemos que en 1972 el gobierno de Allenderecibió donaciones de arrozy azúcar (más de armas, por cierto) de la dictadura cubana. Ese era nuestro nivel. Los Schmidt no vinieron antesporsus trabajos y porque sus hijos los necesitaban cerca, primero como padres y despuéscomoabuelos desus hijos. Ahora, jubilados y saludables, cuando ya han recorrido Europa, Estados Unidos y Asia, vienenal Chile del quetantas veces hablamos mientras nevaba en Bonn. Pero su viaje me suscita alegría y ala vez tribulaciones. ¿Razón? La inseguridad.
Nuestra amiga desea pintar la bahía de Valparaíso, y él fotografiar el de Valparaíso, y él fotografiar el POR ROBERTO AMPUERO ESCRITOR, EX MINISTRO Y EMBAJADOR, ES ACADÉMICO DEL CENTRO PAÍS HUMANISTA DE LA UNIVERSIDAD SAN SEBASTIÁN Y DE LA UNIVERSIDAD FINIS TERRAE casco histórico reconocido en 2007 por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. "Quiero transitar por callejones y escaleras, y fotografiar de nochela ciudad con el Pacífico de fondo", afirma ilusionado mi amigo por zoom.
Le advierto quelascosas han cambiado desde elestallido que devino delincuencial, y que hay quesercautos. "Todo el mundo cam! replica la pintora, "ya ni Vené cia ni Nueva York son lo mi mo". Les sugiero que lean más sobre Chile porque no me la imagino pintandoenlacalleante unatril, el maletín con coloresporunlado, ylacarteraoldada por otro. Y me desasosiega que miamigo recorra solo y cámara en mano callejones porteños en penumbras. "Ya les contaré en el aeropuerto", les digo. "Nise molesten en ira buscarnos", replican, "llegaremos a vuestra casa entaxi. Somos viajeros como Odiseo". ¡Qué shock cultural sufrirán al enfrentar a la jauría dechoferes piratas que rondan a la salida de la aduana ofreciendo servicios. Hablan a mediavoz, miran de forma oblicua y portan letreros con nombres ficticios, ala espera de un "gil" que caiga para estafarlo o asaltarlo en el trayecto. Mejor los acompaño durante su estadía comosi fuesen niños, me digo, porque vienen de ciudades seguras, que forman gente confiada.
En suma: ¿ Los alerto antes dequelleguena Chile oespero mejor aque esténencasa para, entre piscosours, hablarles de lacriminalidad desbordada comoquien va pelando por capas va pelando por capas va pelando por capas unacebolla? ¿ Les cuento de los sicarios y las balaceras? ¿ O simplemente les prohíbo salir solos? ¿ 0 exagero, ylo de la delincuencia es un asunto de percepción, como sostiene el gobierno? ¿ Noserá antipatriótico hablarmal de mipatria? ¿ Y acasonoes peor callar? Tengo aun semanas para dilucidar este espinudo asunto diciéndoles toda la verdad pero sin que cancelen el viaje. Enlos noventa me ocurrió algo parecido con un matrimonio estadounidense amigo, que vino a Chile desde una pequeña ciudad del Midwest, una de las zonas más seguras de ese país.
Lo pasaron extraordinario en un Chile que era otro y que comenzaría a disiparse velozmente con el octubrismo, homenajeado en el Congreso Nacional, y que colocó a la defensiva a las fuerzas del orden y que el extremismo, la delincuencia organizada y el narco aprovecharon para controlar "territorios". Ese Chile quefue incendiado es una patria a la cual tal vez nunca retornaremos. ¡Y justo ahora los amigos mos. ¡Y justo ahora los amigos quieren volver! Ha de ser la edad. Son independientes y viajan con frecuencia, pero cuesta convencerlos de que vayan acompañados porque las cosas cambiaron aquí para peor. Alojanencantadosenmi casa, pero durante el día les gustasalir aexplorar solos yno importunar a los amigos. Prefierensentarseal anochecer enla terraza, con una copa decabernetsauvignon y unos quesitos, acomentarel día, y aveces nos piden quelos dejemos cocinar algo especial para nosotros.
Los llevé ese año a los cerros Alegre, Concepción, Bellavista y SanJuan de Diosy a Playa Ancha, y visitamos la casa de Neruda y el Museo Lukas, y camiamos por calles donderestaurantes ponían mesas y la ciudad derrochaba esperanzas. Hoy Valparaíso se parece a La Habana castrista destruida encuerpo y alma. No, no meeferoa La Habana ya semi destruidaa fines de losaños setenta, cuando vivíallí, sino ala Habana en ruinas de hoy, tras sesenta y seisaños del régimen de dos hermanos.
Antes delos Castro la ciudad era "La Perla del Caribe" por subellezanatural y arquitectónica, y su gente alegre y variada, Erala ciudad más modernade América Latina, ysólo Argentina y Uruguay superaban alaislaen calidad de vida y alfabetización. Hoy La Habana se cae a pedazos comosi hubiese sido bombardeada. Es el resultado de "la revolución", asícomola destrucción de Valparaíso y de tantas comunas de ciudadeschilenassonresultadonatural dela "revolución octubrista". Unacosa trae ala otra.
Mis amigos alemanes creen que al llegar encontrarán el Valparaíso celebrado por los mediosenlos noventa y los primeros quince años del 2000, y los que retornan de Estados Unidos creen que volverán al Valparaíso de 1997, queles fascinóporsutopografía, originalidad, los hotelitos boutique y los restaurancitos en casas de los cerros.
Les encantaba observar la bahía desde el Paseo 21 de Mayo, visitar los locales predilectosde Cayetano Brulé, cuyo despacho está en el Edificio Turri, donde hoy en realicio Turri, donde hoy en realidad podría morir apuñalado. Los amigos "gringos" añoran volveral Valparaíso Eterno, el Bar Cinzano, y La Nave y escuchar tangos y folklore chileno en establecimientos de la avenida Pedro Montt.
Es triste para un escritor quesitúaa su personajeprincipal, un detective privado, en el ilusionado Valparaíso de los noventa, tener que prevenir a admiradores de la ciudad a lo queseexponenal venir y tener que advertirles asimismo del calamitoso y trágico estado en quela encontrarán.
Difícil explicarcómoselogróarruinara Valparaíso, la ciudad más original y con más personalidad de Chile, emplazada en una espléndida bahía con cerros que cercan al fondo, visualmente, como paréntesis gigantes, la Cordillera de la Costa, donde destacan los montes de La Campana y el Roble, y la cordillera de los Andes, donde descuella el Aconcagua. ¿Estará anidando a esas alturas, cerca delos cóndores, al Ave Fénix delos cóndores, al Ave Fénix delos cóndores, al Ave Fénix Valparaíso? s.