CARTAS: Pedro, Pablo y León XIV
CARTAS: Pedro, Pablo y León XIV Señor Director: El cristianismo se funda sobre el testimonio de dos grandes columnas: Pedro y Pablo. Ambos representan no solo los inicios de la Iglesia, sino también dos modos complementarios de vivir y transmitir la fe. Pedro encarna la fe nacida del seguimiento directo a Jesús; Pablo, la inteligencia que busca comprender el misterio revelado y comunicarlo al mundo. Pedro, pescador de Galilea, confiesa con prontitud: "Tú eres el Cristo". Su liderazgo expresa una fe viva, marcada por la tensión entre tradición, error, redención y apertura. Pablo, por contraste, no conoció a Jesús en vida: su encuentro es interior, transformador. Con él, la fe se vuelve pensamiento, se articula, se universaliza. Esa tensión fecunda entre experiencia inmediata y razón iluminada por la fe reaparece hoy en León XIV, el primer Papa agustino en siglos. Como Agustín, recuerda que la verdad no se impone desde fuera, sino que se descubre dentro del alma: Noli foras ire; in te ipsum redi. In interiore homine habitat veritas ("No salgas fuera: vuelve a ti mismo. En el interior del hombre habita la verdad"). León XIV no opone fe e inteligencia, verdad y libertad: las reconcilia en un mismo acto de amor. Como Pedro y Pablo, nos llama a una Iglesia que testimonia y que piensa, que ama la verdad y busca comprenderla, sabiendo que el corazón humano no descansa hasta hallarla. JUAN ANTONIO MUÑOZ H. Decano Facultad de Artes, UNIACC.