Autor: ROLFE WINKLER The Wall Street Journal
El mal año de Tim Cook sigue empeorando
El mal año de Tim Cook sigue empeorando CONTENIDO LICENCIADO POR THE WALL STREET JOURNAL Para Tim Cook, los golpes continúan. El viernes pasado, el Presidente Trump apuntó contra Apple con nuevas exigencias para que la compañía fabrique el iPhone en EE.UU., amenazando con aranceles del 25% si la compañía no cumple. “Ponte de pie y brilla, Tim Cook”, publicó Laura Loomer, activista política cercana a Trump, en X, recordándole al director ejecutivo de Apple que está en el centro del blanco comercial del Presidente. Esa es solo una de las amenazas que Cook ha enfrentado en lo que ha parecido ser un año para nada bueno, más bien muy malo, para Apple.
Además de Trump, Cook se enfrenta a dos jueces estadounidenses, autoridades reguladoras europeas y del mundo, legisladores de estados y federales, e incluso a un creador del iPhone, sin mencionar a la serie de competidores que está superando a Apple en inteligencia artificial (IA). Cada uno es una amenaza para los grandes márgenes de ganancias de Apple, que desde hace tiempo son el sello característico de la compañía y la razón por la que los inversionistas llevaron su valoración por sobre los US$ 3 billones antes que cualquiera otra compañía. Los accionistas siguen siendo el grupo más importante de Cook. La caída del 25% de las acciones desde su nivel máximo muestra su preocupación sobre si él u otra persona puede navegar por las aguas turbulentas de 2025. Lo que se puede decir en favor de Apple es que la compañía es paciente, y eso a menudo ha rendido frutos en el pasado. En los últimos días, un arquitecto clave del iPhone, Jony Ive, se incorporó a OpenAI para desarrollar un dispositivo de próxima generación que aleje a los consumidores de las pantallas.
Después de que anunció un acuerdo para vender su emprendimiento io a OpenAI por US$ 6.500 millones, The Wall Street Journal informó que un objetivo clave es entregar un dispositivo equipado con IA que cambie el actual paradigma computacional en el que los humanos pasan mirando fijamente rectángulos negros todo el día. Más tarde, OpenAI comunicó a los empleados que se propone fabricar 100 millones de dispositivos “compañero” con IA. Es difícil medir el potencial para un dispositivo computajudicial de permitir que los creadores de aplicaciones eviten sus altas tarifas en compras en la tienda de aplicaciones. “Cook hizo una mala elección” al escuchar el consejo de ignorarla, escribió. Las autoridades reguladoras de la Unión Europea quieren que Apple haga cambios similares en el extranjero, y reguladores de todo el mundo podrían seguir su ejemplo. Los legisladores de estados y federales están amenazando a la tienda de aplicaciones con una legislación que exija que Apple verifique las edades de los usuarios. Aunque el impacto en los resultados de esta medida no está claro, podría reducir el gasto de los adolescentes o incluso facultar a los padres para que les limiten más el uso de teléfonos inteligentes.
Mientras tanto, el juez que ve un caso de antimonopolio contra Google de Alphabet podría exigir que el gigante de las búsquedas deje de pagar a Apple alrededor de US$ 20 mil millones al año para ser el motor de búsqueda predeterminado en Safari, ingresos que son básicamente ganancias puras para Apple. Por supuesto, todos estos problemas palidecen al lado de las amenazas a la mayor creación de Cook: la cadena de suministro de Apple en China. A pesar de las exigencias de Trump, no es mucho lo que Apple puede hacer para trasladar la producción del iPhone, la que sigue centrada en China. Aunque está llevando el montaje final de una mayor cantidad de estos a India, muchos de los componentes al interior del dispositivo todavía provienen del otro lado de los Himalayas.
La estrategia le da a Apple cierta flexibilidad para arbitrar diferentes aranceles para los d i s p o s i t i v o s d e s t i n a d o s a EE.UU. que hayan sido armados en los dos países. Trump quiere un iPhone hecho en EE.UU. Un aparato como ese podría costar más de US$ 3 mil, por lo tanto es poco probable que obtenga uno.
Cook podría tratar de aplacarlo con el traslado de la producción de otra cosa a EE.UU., y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, puede que le haya dado a Cook una alternativa a los iPhones cuando dijo el viernes pasado q u e e l g o b i e r n o quiere que Apple f a b r i q u e m á s d e sus chips aquí. La compañía ya anunció planes para facilitar la producción de servidores de IA en Texas, pero Trump claramente espera más. Con llamadas frecuentes a la Casa Blanca y una reunión ahí la semana pasada, Cook, al parecer, está negociando su próxima oferta de paz. Artículo traducido del inglés por “El Mercurio”. PFA cutivo de Apple, en un caso judicial este mes. No se espera que Apple muestre algún avance en IA en su conferencia anual de creadores en un par de semanas.
Y Cook señaló en la reciente teleconferencia sobre ganancias de Apple que aún no ha llegado una asistente Siri más personalizada, porque lo que la compañía tiene en la tienda aún no cumple con el “nivel de alta calidad” de Apple. P u e d e q u e l a compañía no tenga que ser la primer a en IA. No creó el primer reproductor de música, teléfono inteligente ni tablet. E s p e r ó y l u e g o c o n q u i s t ó c a d a mercado con lo mejor. Una interrogante es si una estrategia que ha sido exitosa en dispositivos funcionará para la IA. Apple obtiene miles de millones en ingresos de su negocio de servicios; sus márgenes de ganancia bruta superan el 70%, en comparación con menos de un 40% del hardware. Una jueza escribió en una resolución reciente que Apple ignoró su mandato PFA cional totalmente nuevo de una compañía que nunca ha fabricado uno. Sin embargo, el hecho de que provenga del hombre que encabezó el diseño del iPhone y otros productos exitosos de Apple significa que no se puede descartar. Apple ve la amenaza que se viene: “Tal vez no necesite un iPhone de aquí a 10 años, por muy loco que eso suene”, testificó Eddy Cue, ejeOBJETIVO Trump quiere un iPhone hecho en EE.UU. Un aparato como ese podría costar más de US$ 3 mil. El Presidente Donald Trump apuntó contra Apple con nuevas exigencias para que la compañía fabrique el iPhone en EE.UU.. Trump, jueces, reguladores, legisladores e incluso una antigua estrella de Apple amenazan a la compañía.
El director ejecutivo de Apple está en el centro del blanco comercial del Presidente de EE.UU. : La caída del 25% de las acciones de Apple muestra la preocupación del mercado sobre si él —u otra persona— puede navegar por las aguas turbulenta