Autor: NICOLÁS GARCÍA DE VAL
Cumbre de Trump y Putin termina con “avances”, pero sin un acuerdo para Ucrania
Cumbre de Trump y Putin termina con “avances”, pero sin un acuerdo para Ucrania Sonrisas, apretones de mano y salidas de protocolo marcaron la esperada cumbre entre el Presidente estadounidense, Donald Trump, y su par ruso, Vladimir Putin, para intentar avanzar hacia una tregua en la guerra de Ucrania, pero terminó sin un acuerdo concreto que ponga fin al conflicto en el este europeo. Así lo dejó claro Trump en la conferencia de prensa conjunta que tuvo con Putin tras más de tres horas de reunión. “Todavía no hemos llegado del todo, pero hemos avanzado un poco. No hay acuerdo hasta que haya un acuerdo”, dijo el republicano. “Llamaré a la OTAN y al Presidente (ucraniano, Volodimir) Zelenski. Ellos tendrán que estar de acuerdo” con lo conversado, agregó el estadounidense, quien ha dicho que tras la cita con Putin le gustaría incluir al mandatario ucraniano en un nuevo encuentro. Trump calificó la reunión como “muy productiva”, y ese también fue el adjetivo que utilizó Putin.
El mandatario ruso quien, inusualmente, habló antes que su par estadounidense en la conferencia en territorio estadounidense calificó la inv a s i ó n d e s u ejército a Ucrania como “una traged i a ” y a s e g u r ó que para detenerla era necesario a c a b a r c o n l a s “ r a í c e s ” d e l a s preocupaciones rusas en Ucrania. Una de esas preocupaciones es el gobierno de Zelenski. Putin no dio señales de haber cedido en sus exigencias para poner fin al conflicto, aunque sí apoyó ayer la concesión de garantías de seguridad a Ucrania. “Estamos dispuestos a trabajar en ello”, sostuvo. En su discurso, el ruso pareció más interesado en las relaciones con Estados Unidos y reiteró varias veces la necesidad de restaurarlas. En esa línea, agradeció a su par estadounidense sus esfuerzos por resolver la guerra de Ucrania. “Trump ha dicho que si él hubiera sido el Presidente la guerra no hubiera empezado. Estoy seguro de eso”, aseveró. Según él, con Trump lograron alcanzar un “acuerdo” sobre Ucrania, y le advirtió a Europa que no “torpedee el progreso incipiente” que consiguieron en la cumbre de Alaska.
L a f a l t a d e detalles pareció molestar a los ucranianos; ent r e e l l o s, a Oleksandr Merezhko, jefe del comité de relaciones exteriores d e l P a r l a m e n t o u c r a n i a n o, quien dijo que la cumbre de Alaska había servido para sacar a Putin de su aislamiento diplomático. “Ganó la guerra de la información”, lanzó, destacando que Putin apareció como un igual a Trump.
Los líderes europeos que intentaron esta semana influir en Trump de cara a la cumbre no se refirieron inmediatamente ayer a la cita, aunque “no tienen muchas opciones” para presionar a Trump en una u otra dirección, según Majda Ruge, experta del European Council on Foreign Relations, especialista en política exterior de EE.UU.
Reunión más corta y un viaje en “la Bestia” Durante el encuentro a puertas cerradas, Trump estuvo acompañado por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial para Medio Oriente y mediador con el Kremlin, Steve Witkoff, mientras que junto a Putin asistieron el canciller ruso, Serguei Lavrov, y Yuri Ushakov, asesor de política internacional del Kremlin. Durante el día se habló de una posible reunión ampliada en la que participaran más miembros de cada gabinete, pero no se concretó. La cita terminó varias horas antes de lo previsto y fue mucho más corta que las seis o siete horas de conversaciones que los asesores de Putin habían dicho que esperaban para el encuentro.
El hecho de que ninguno de los dos mandatarios respondiera preguntas fue interpretado por los medios como evidencia de que no querían que se les presionara sobre los detalles de lo que se había conversado o acordado. Al inicio del encuentro, todo fueron sonrisas. Los dos líderes bajaron casi simultáneamente de sus aviones en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en Anchorage. Descendieron las escaleras y se dieron la mano, sonriendo ampliamente, antes de caminar por una alfombra roja para posar para las fotos en un escenario. Mientras los mandatarios se saludaban, aviones de combate estadounidenses como los que en junio pasado atacaron los sitios nucleares de Irán sobrevolaron la base. Tras la caminata, ambos se subieron a “la Bestia” la limusina del Presidente estadounidense, donde se sentaron uno al lado del otro sin un intérprete. La inusual situación llamó la atención de todos los medios presentes, especialmente porque Putin que no visitaba EE.UU. hace una década tenía su propio vehículo esperando, según la agencia estatal TASS. “Quiero ver un alto el fuego rápido. No sé si será hoy. Pero no voy a estar contento si no es hoy”, manifestó Trump a periodistas a bordo del Air Force One rumbo a la cita. El Presidente no volvió a referirse al asunto ayer, aunque no parece haber habido un acuerdo de tregua durante el encuentro. “La situación durante la próxima semana será como la de esta semana: más combates, más destrucción”, aseguró Charles Kupchan, analista del Council on Foreign Relations.
Fuerzas ucranianas resisten el avance ruso Trump se ha quejado en reiteradas ocasiones de que Rusia lance ataques sobre Ucrania poco después de que él y Putin hablen por teléfono, y ayer los bombardeos en el este europeo se desataron horas antes del encuentro en Alaska.
Las fuerzas rusas siguieron con sus esfuerzos para rodear el bastión ucraniano de Pokrovsk en Donetsk, pero las tropas ucranianas impidieron un avance mayor a pesar de la presión del ejército invasor a lo largo de toda la línea del frente.
En medio de las demandas de Moscú de que Ucrania ceda el 30% restante de la región del Donbás que tiene bajo su control, los defensores ucranianos confían en mantener las ciudades fortificadas cuya pérdida, según soldados y expertos, proporcionaría a Rusia una ventaja estratégica para lanzar ataques a otras reg i o n e s u c r a n i a n a s, p a s e l o que pase en las negociaciones.
En particular, las fuerzas ucranianas frustraron lo que podría haber sido el avance más significativo de Rusia en meses, al detener un adelanto de aproximadamente 200 soldados de infantería que se desplazaron 15 kilómetros hacia Dobropillia a principios de esta semana. El Ejército ucraniano informó el viernes que la situación se ha “estabilizado” y que sus fuerzas impidieron una incursión mayor de vehículos blindados rusos. Lo confirmaron varios analistas y blogueros militares, quienes advirtieron que persisten los desafíos en la zona mientras continúan los combates.
Los analistas ucranianos sugieren que la riesgosa operación rusa, con sus soldados enviados a lo largo de un estrecho corredor que ellos mismos abrieron en la defensa sin el apoyo logístico adecuado, pudo haber tenido como objetivo reforzar su posición antes de la cumbre de Alaska, según EFE. EN MOSCÚ Putin propuso ayer a Trump que la próxima cumbre que celebren sea en Moscú. El estadounidense dijo que “podría ocurrir”.. El ruso afirmó que habían alcanzado un entendimiento, pero el estadounidense lo negó y dijo que llamaría a sus socios europeos y a Zelenski. Cita en Alaska para discutir una posible tregua: EN MOSCÚ Putin propuso ayer a Trump que la próxima cumbre que celebren sea en Moscú. El estadounidense dijo que “podría ocurrir”. TRUMP Y PUTIN se mostraron cercanos y amistosos en la conferencia de prensa posterior a la cumbre.