Autor: Nelson Cárcamo Barrera profesor
Columnas de Opinión: Rotary en Magallanes: “Unidos para hacer el bien”
Columnas de Opinión: Rotary en Magallanes: “Unidos para hacer el bien” En un tiempo donde las divisiones parecen acentuarse y el individualismo gana terreno, es necesario volver a las raíces de lo que verdaderamente construye comunidad: el compromiso, la solidaridad y el servicio desinteresado. Estos principios son el corazón de Rotary, una organización que, desde hace más de un siglo, une a personas de diferentes culturas, profesiones y creencias bajo una sola bandera: la del bien común. En Punta Arenas, ese compromiso tiene rostro e historia.
El Rotary Club Punta Arenas, fundado en 1927 como el primero del sur de Chile y de toda la Patagonia, ha estado presente a lo largo de casi un siglo acompañando a la comunidad magallánica en sus múltiples desafíos. Desde la educación y la salud, hasta el medioambiente y la cultura, cada proyecto llevado adelante ha sido una expresión concreta de servicio. Rotary no es un espacio para el descanso ni la autocomplacencia. Es un lugar de trabajo constante, donde cada socia y socio entrega su tiempo, sus capacidades y su humanidad para mejorar el entorno que nos rodea. El lema que nos guía durante este periodo es, “Unidos para hacer el bien”. En él hay una invitación y también un desafío: en un mundo marcado por la fragmentación, se nos pide construir unidad. Y no cualquier unidad, sino una que nace del respeto mutuo, de la empatía y del compromiso con los demás.
En nuestra región, esa unidad se ha expresado en acciones tan diversas como significativas: la Semana de la Niñez, la campaña “Ponte en su lugar, no en su sitio” que promueve el respeto a los espacios de personas en situación de discapacidad, el apoyo a la Fundación DKMS en la lucha contra el cáncer de sangre, y la adquisición de camas y sillas clínicas gracias al fondo del 8% del FNDR. Cada uno de estos proyectos no sólo entrega una respuesta concreta, sino que también siembra esperanza. Nuestro compromiso como club es seguir profundizando ese camino.
Queremos continuar siendo un referente social en Magallanes, fortaleciendo alianzas con instituciones públicas y privadas, renovando nuestro compromiso con la comunidad, e inspirando a más personas a sumarse a esta labor silenciosa y poderosa que es el servicio rotario. Para lograrlo, debemos mantener viva la llama interna que da sentido a nuestro quehacer. Eso implica mejorar continuamente nuestras prácticas, potenciar a nuestros socios y socias, y cultivar un ambiente fraterno y participativo. Significa traducir las ideas en acciones concretas y visibles, que respondan a las necesidades reales de nuestra gente. En este camino, no puedo dejar de destacar la labor del Comité de Damas del Rotary Club Punta Arenas. Su apoyo constante, su sensibilidad y compromiso han sido esenciales para mantener el espíritu del club en alto. Su contribución es invaluable y profundamente admirada. Este nuevo periodo no es un punto de llegada. Es un nuevo comienzo. Punta Arenas necesita de hombres y mujeres comprometidos, activos y solidarios. Personas que entiendan que servir no es dar lo que sobra, sino entregar lo mejor de uno. Esa es la vocación rotaria. Esa es nuestra misión. Y mientras exista una necesidad, mientras haya alguien esperando una mano amiga, la rueda rotaria seguirá girando. Porque su motor es simple, pero inagotable: la voluntad de hacer el bien..