Viviendo de y por una pasión: Domingo Sandoval y su amor por el kayak
Viviendo de y por una pasión: Domingo Sandoval y su amor por el kayak “ Yo creo que estoy unos 150 a 200 días del año de remo”, cuenta con alegría Domingo Sandoarriba de un kayak. Mi polola me dice cabeza val, joven de 26 años que literalmente vive de lo que ama. Y es que cuando habla del kayak y de lo que significa para él, lo hace con entusiasmo y más de un suspiro y carcajada salen de su boca. El acercamiento a este deporte fue gracias a sus padres, ambos eran guías de rafting, y él y su hermano siguieron sus pasos.
Fue así como en travesías que realizaban al Cajón del Maipo para practicar rafting en familia que Domingo conoció el kayak y empezó a escribir su historia de vida con este deporte: “Con mi hermano agarramos papa, y en la enseñanza media subíamos todos los fines de semana.
Era raro que me quedara en Santiago”. Siguiendo su pasión por esta disciplina, a los 15 años comenzó a trabajar en los veranos con empresas turísticas como kayakista de seguridad, lo que lo llevó a navegar por los ríos de Pucón, Futaleufú y Puelo.
No obstante, los veranos no fueron suficientes para Domingo y en tercero medio decidió realizar un intercambio en la World Class Kayak Academy, escuela secundaria en Montana, Estados Unidos, que combina la educación tradicional con la enseñanza que entrega el enfrentarse a las corrientes del mundo en un kayak. Cada semestre los alumnos viajan a un país diferente para remar en sus ríos, lo que le permitió conocer las aguas de México y Canadá.
Ya en la universidad, el kayakista cuenta que la intensidad propia de sus estudios de Licenciatura en Física hizo que disminuyera la práctica del deporte y que, debido a ello, cada vez que tenía la oportunidad de remar, lo hacía disfrutando de la conexión con la naturaleza que esta disciplina le permite tener. No obstante, Domingo ya tenía todo un plan para hacer del kayak más que una pasión, una fuente de ingresos permanente. Al terminar la universidad, se acercó nuevamente al World Class Kayak Academy, esta vez como docente. Y es así como hace un año y medio mezcla sus dos grandes saberes: la física y el kayak. “En las mañanas hago clases de matemáticas y física a los alumnos, y en las tardes agarramos nuestros kayaks y trasladamos la clase al agua.
Esto siempre fue un sueño, porque mi carrera es súper específica y estaba difícil mezclar las cosas, pero el World Class Kayak Academy era la respuesta para combinar las dos cosas”. Esta experiencia le ha permitido sumar a su bitácora de navegación las aguas de Noruega, Italia, Estados Unidos, Austria y Zambia, además de las chilenas y de Perú. Al preguntarle cuál es su destino favorito para remar, Domingo no tiene dudas: “Chile es el mejor lugar para practicar kayak. Está en el número uno de mi ranking porque de verdad cuesta expresar lo bacán que es Chile, dado que tenemos ríos por todas partes. Somos afortunados de vivir acá. Por ejemplo, en invierno y primavera, Pucón es un paraíso y es uno de los destinos mundiales para hacer kayak, porque hay ríos con cascadas de 20 metros y ríos de agua grande. Es una mezcla que se da en muy pocos lugares”, cuenta. Es así como entre sus destinos favoritos se encuentran las famosas Siete Tazas del río Claro, las que cataloga como el río perfecto que fue diseñado naturalmente para hacer kayak. En su lista también está el río Baker, el más caudaloso de Chile y otro que lo ha dejado alucinando ha sido el río Fuy, en Huilo Huilo.
Respecto de las formas en que Domingo practica este deporte, dice que si bien hace un par de años se dedicó a competir y que le gustaría retomarlo, hoy, más allá de lo profesional, lo que le apasiona es la exploración y hacer primeros descensos, es decir, remar ríos que nunca han sido remados. “La ventaja del kayak es que te permite conectar con la naturaleza y llegar a lugares que solo pueden ser conocidos si se navega profundamente por los ríos. Yo he tenido la posibilidad de hacer primeros descensos en el río Bayo, cerca de Coyhaique, y en Puesco Alto, en Curarrehue”, añade. “El kayak da una experiencia única, que yo no he sentido con ningún otro deporte. Puede ser muy competitivo y adrenalínico, hasta una experiencia completamente pacífica y tranquila, todo en un mismo recorrido o por separado.
El llamado es a que la gente se atreva, se prepare para el nivel que se sientan seguros y salgan a remar para conocer los ríos de Chile”, cierra Domingo.. Lo que partió como un hobby, hoy también es su trabajo y distracción.
El kayak es parte fundamental de la vida del joven de 26 años, quien, sin dudarlo, pone a Chile como el mejor destino del mundo para su práctica y hace un llamado a conocer los ríos del país por medio de este deporte.