Hipertensión: mal que seguimos ignorando
Hipertensión: mal que seguimos ignorando Porestos días, el mundorecuerda quevivimos con una amenazasilenciosa que afecta a uno de cada tres adultos: la hipertensión arterial. Esta conmemoración debería ser un llamado deatención urgente porque, aunque sabemos que esta condi ciónes el principal factor de riesgo para sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares, daño renal ofalla cardíaca, seguimos actuando comosi no pasara nada. La hipertensión no da señales claras. No duele, no avisa. Y, sin embargo, avanza.
Actualmente, más del 30% de la población mundial vive con esta condición y se esperareducir su prevalencia en un 5% para 2025, peroalcanzar esa meta requiere más que buenas intenciones: necesitamos acción real, sostenida y masiva. Según cifras recientes, apenas un 34% de los hipertensos en tratamiento logran controlar su presión arterial. Es decir, dos tercios de quienes ya están diagnosticados no están evitando los peores desenlaces. ¿Qué podemos esperar entonces de aquellos queni siquiera saben quela padecen? El problema no es solo médico. Es cultural, social y educativo. Aunque hay más información disponible que nunca, la conciencia sigue siendo baja, especialmenteentre los hombres. Las mujeres, según la última Encuesta Nacional de Salud, no solose controlan más, sino que tienen mejores tasas de tratamiento.
Esto no es trivial: la hipertensión puede empezar a desarrollarse desde los 30 040años, y cuando no se detecta tiempo, puede llevar años generando daño en silencio. ¿Estamos haciendo lo suficiente para prevenirla? La respuesta corta es no. A pesar. delas recomendaciones claras «alimentaciónsana, ejercicioregular, menos sal, no fumar, controles médicos frecuentes-, seguimos normalizando hábitos que nos acercan peligrosamente al límite. Y lo pe or: seguimos tratando la hipertensión como un tema de adultos mayores, cuando hace tiempo dejó deserlo. Hay que actuar desde temprano. Necesitamos campañas educativas permanentes, estrategias de detección masiva en espacios laborales y mayor acceso a tratamientos eficaces. Pero, sobre todo, una nueva cultura de salud, que entienda que no basta con pastillas: hay que cambiar el estilo devida, desde la mesa hasta la rutina diaria. Queremos, además, hacer una invitación a conocer sus números, vale decir tomarsela presión arterial, consultar sia cifra está elevada y a mantener control médico y adherencia al tratamiento farmacológico cuando el diagnóstico está confirmado. Porque mientras sigamos subestimando esta “epidemia silenciosa”, la hipertensión seguirá cobrándose vidas. De Cardilogía octica ident de la Sociedad chilena Luis ¡ veda Morale: COLUMNA. De Cardilogía octica ident de la Sociedad chilena Luis ¡ veda Morale: